La publicación de los datos del comercio exterior de mercancías correspondientes a 2023, como parte de la más reciente edición del Anuario Estadístico de Cuba de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), permite actualizar los análisis precedentes sobre sus aspectos más notables y sus posibles implicaciones en el orden geopolítico.
En esta ocasión, la comparación de los números de 2023 con los correspondientes promedios anuales del quinquenio anterior (2018-2022) permitirá apreciar las tendencias a mediano plazo.
En 2023 disminuyeron tanto las exportaciones como las importaciones cubanas, aunque la caída fue más pronunciada por el lado de las exportaciones, de un 27 % con respecto al 2022, y que solo representaron el 77 % del promedio anual del quinquenio previo. De esta manera, se ratificó la tendencia de larga data de acentuado desequilibrio entre las exportaciones y las importaciones. Las primeras representaron solo el 15 % del intercambio total (suma de las exportaciones y las importaciones), inferior incluso al promedio anual del quinquenio 2018-2022 (18 %).
El saldo deficitario en el comercio de mercancías en 2023 solo no fue mayor porque el descenso de las exportaciones estuvo acompañado por una disminución de las importaciones, pero es necesario tener presente que, para una economía como la de Cuba, tan dependiente del mercado internacional, ambas tendencias son negativas y repercuten desfavorablemente en la vida cotidiana de su población.
El intercambio total de mercancías
Cabe notar que los 10 557 millones de dólares de intercambio total con el mundo representan solo el 53 % de la cifra obtenida en 2013, de 19 990 millones de dólares, la mayor jamás registrada por la ONEI.
Atendiendo al intercambio total de mercancías, los diez principales socios de Cuba en 2023 fueron los siguientes:
Según reflejan la tabla y el gráfico anteriores, en 2023 los intercambios totales con España y México alcanzaron cifras significativamente mayores a las del promedio anual del quinquenio precedente, al tiempo que las transacciones con Venezuela, China, Canadá, Rusia, Países Bajos e Italia se quedaron notablemente por debajo, en los seis casos con diferencias que superaron los cien millones de dólares.
La participación por países en el comercio exterior cubano muestra una alta concentración, pues los diez principales socios, en su conjunto, dieron cuenta del 68 % de las transacciones totales de la nación caribeña con el mundo. Esto representó una ligera disminución con respecto al promedio anual de ese indicador durante el quinquenio anterior, que fue del 70 %. En 2023, solo tres países (Venezuela, España y China) tuvieron intercambios con Cuba por un valor superior a los mil millones de dólares.
Las exportaciones
Por el lado de las exportaciones, los diez principales socios comerciales de Cuba en 2023 fueron los siguientes:
Sobresalen los crecimientos de las exportaciones a España y México, en tanto que llaman poderosamente la atención las caídas de las ventas a Venezuela, Países Bajos y China, de más de cien millones de dólares en los tres casos, con respecto al promedio anual del quinquenio 2018-2022.
En cuanto a los destinos de las exportaciones cubanas en 2023, la participación por países muestra un grado de concentración todavía mayor al del intercambio comercial total, pues los diez principales socios representaron, en su conjunto, el 78 % de todas las ventas cubanas. No obstante, esto representó una disminución con respecto al promedio anual de ese indicador durante el quinquenio precedente, que fue del 81 %. En 2023, solo tres países (Canadá, China y España) hicieron compras a Cuba por un valor superior a los 100 millones de dólares.
Las exportaciones totales de 2023, por un valor de 1 583 millones de dólares, representan solo el 26 % de la cifra obtenida en 1985, de 6 002 millones de dólares, la mayor jamás registrada por la ONEI.
El comercio de mercancías de Cuba en la nueva guerra fría (II)
Las importaciones
Por el lado de las importaciones, en 2023 los diez principales socios comerciales de Cuba fueron los siguientes:
Dado que el comercio de mercancías de Cuba está conformado en un 85 % por importaciones, varios de los aspectos ya observados al evaluar los intercambios totales se manifiestan igualmente cuando se analizan únicamente las compras. Por esa razón, en ambos casos los diez principales socios coinciden, con las únicas excepciones de Canadá (que se ubica como el cuarto socio, según el intercambio comercial total, como resultado de ser el principal destino de las ventas cubanas, pero que no se incluye entre los diez primeros vendedores a Cuba) y Argentina, que es el décimo mercado para las compras cubanas.
La participación de los países de América Latina y el Caribe en el intercambio total de Cuba ascendió al 35 % en 2023 (había promediado 31 % durante el quinquenio precedente), movimiento que estuvo fundamentalmente determinado por el lado de las importaciones.
Implicaciones geopolíticas del comercio mercantil cubano
En el primer artículo de esta serie propuse una clasificación en tres grupos de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas, según sus respectivos posicionamientos básicos dentro de la política internacional contemporánea. La tabla y el gráfico siguientes muestran la distribución del intercambio mercantil cubano en 2023 a partir de tal clasificación, en comparación con el promedio anual durante el quinquenio 2018-2022.
Aunque siempre resulta interesante y reveladora, esta distribución porcentual debe ser tomada con cierta reserva, debido al hecho de que la ONEI reporta una porción del comercio de Cuba con “otros” países, sin especificarlos. De hecho, en 2023 el intercambio referido a esos “otros” países ascendió al 9 % de las transacciones totales (esa participación había promediado solo el 4 % durante el quinquenio anterior).
Esta opacidad informativa plantea una dificultad insalvable dese el punto de vista analítico y solo nos permite hacer determinadas conjeturas que requerirían de una mejor y más detallada información para ser confirmadas. Si, por ejemplo, ese 9 % de comercio con países no identificados correspondiera mayormente a países no alineados, entonces su participación en el comercio con Cuba podría superar a la del grupo de países encabezado por Estados Unidos y la Unión Europea. Si, en cambio, correspondiera mayormente a países de la Unión Económica Euroasiática (cuyos miembros, con la excepción de Rusia y Bielorrusia, no son listados de manera específica en el Anuario Estadístico de la ONEI), eso elevaría la participación del grupo encabezado por China y Rusia.
Una tercera posibilidad (por la que personalmente me inclino) es que ese significativo crecimiento del comercio con “otros” países pudiera estar reflejando, fundamentalmente, el aumento de las transacciones entre los actores económicos privados de Cuba y Estados Unidos, sin que sean adecuadamente registradas por las estadísticas públicas oficiales. El hecho de que Estados Unidos se haya mantenido, durante el sexenio 2017-2022, como el noveno país de origen de las importaciones cubanas y en las cifras de 2023 haya sido relegado al undécimo lugar parece apuntar en esa dirección.
Implicaciones
En cualquier caso, la información pública disponible, aunque imperfecta y bastante tardía, permite plantear algunas consideraciones sobre las implicaciones, en el orden geopolítico, del intercambio mercantil de Cuba con el mundo.
- El comercio de mercancías de Cuba es políticamente diversificado. Desde el punto de vista estratégico, se trata de un rasgo positivo y que conviene mucho mantener en el cambiante, convulsionado y peligroso mundo de la segunda década del siglo XXI.
- Por otro lado, el hecho de que el comercio exterior cubano muestre una tendencia decreciente, sin conseguir disminuir el alto grado de concentración en un número reducido de socios ni tampoco el abismal desbalance entre exportaciones e importaciones, acentúa significativamente la vulnerabilidad económica de la nación caribeña y, por tanto, también su vulnerabilidad en términos políticos.
- Cuba ha continuado reduciendo su excesiva dependencia económica de Venezuela. En sí misma, se trata de una tendencia positiva, pero que ha sido básicamente el resultado de los problemas económicos de ambos países. Lo deseable hubiera sido que Cuba disminuyera su dependencia relativa de Venezuela sin reducir sus vínculos económicos bilaterales en términos absolutos, mediante la diversificación y el incremento de las transacciones con otros socios.
- España y Canadá, países miembros de la OTAN, se ratifican como socios económicos fundamentales de Cuba. 2023 fue un buen año para el intercambio de Cuba con España (desplazó a China del segundo lugar), a pesar de que fue un mal año para el comercio de la nación caribeña con casi todo el mundo, incluyendo Canadá.
- La caída del comercio de Cuba con China en 2023 (del 16 % con respecto al promedio anual del quinquenio 2018-2022) es particularmente perturbadora, considerando que se trata de la principal gran potencia emergente del siglo XXI y, como tal, de la principal alternativa estratégica a la preeminencia global de Estados Unidos. Además, desde el punto de vista estrictamente económico, su comercio y sus inversiones avanzan de manera indetenible en todas las regiones del mundo (Cuba pudiera ser, actualmente, una de las contadas excepciones dentro de esa tendencia global).
- La significativa disminución del intercambio total con Rusia en 2023 (del 34 % con respecto al promedio anual del quinquenio anterior) indica que el alto perfil de las relaciones políticas bilaterales no se ha reflejado de la misma manera en las relaciones económicas.
De manera general, en mi opinión, las actuales tendencias del comercio exterior cubano, las perentorias necesidades de la postrada economía nacional y la permanencia de la guerra económica de Estados Unidos plantean la necesidad de que Cuba adopte, de una manera enfática y resolutiva, el “no alineamiento activo”(1) como principio rector de su política exterior.
Ello implicaría priorizar la diplomacia económica y evitar, en lo posible, posicionamientos rígidos en términos político-ideológicos, así como alianzas o cuasialianzas de dudoso valor o que incluso pudieran resultar peligrosas. Esta parecería ser la opción estratégica más prudente y sensata para enfrentar el imprevisible mundo en el que vivimos y por venir, así como para intentar lidiar con el gobierno de Trump 2.0, a partir del próximo 20 de enero. La admisión de Cuba como Estado socio de los BRICS pareciera apuntar en esa dirección. Bienvenida sea.
Nota:
(1) No debe identificarse el “no alineamiento activo” con el Movimiento de Países No Alineados, mecanismo que parece ser cada vez menos relevante en la política internacional contemporánea. Para un acercamiento al “no alineamiento activo”, desde diferentes perspectivas, ver: Fortin, C.; Heine, J. y Ominami, C. (eds.) (2021). El No Alineamiento Activo y América Latina: Una Doctrina para el Nuevo Siglo. El “no alineamiento activo consiste esencialmente en un posicionamiento estratégico y la ejecución de una política exterior flexibles orientados a maximizar la autonomía y los espacios de maniobra entre los principales bloques competidores o rivales de la política internacional.