Financiamiento climático podría beneficiar a emprendedores cubanos

Una colaboración entre empresarios, autoridades y Naciones Unidas busca definir la participación de los privados en el enfrentamiento al cambio climático.

Foto: PNUD Cuba

Los emprendedores cubanos podrían obtener financiamiento climático, los recursos e instrumentos financieros internacionales destinados a reducir los impactos de la variación del clima.

Unos 30 emprendimientos de 11 provincias ya colaboran con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Cuba e instituciones locales con ese fin.

Los seleccionados realizarán una serie de consultas y talleres para diseñar la estrategia de acceso de los actores privados al financiamiento del Fondo Verde para el Clima (GFC, en inglés) y otros mecanismos, según informó el PNUD en X.

La lista incluye empresas de producción de alimentos, tecnológicas, de la construcción, transporte, de actividades de ingeniería, entre otras.

El representante residente adjunto del PNUD en Cuba, Ivan Zverzhanovski, dijo que el propósito es planificar la contribución del sector privado a la estrategia cubana para hacerle frente al cambio climático.

La iniciativa también tiene el objetivo de “capacitar y al mismo tiempo generar un espacio para identificación de desafíos y oportunidades de este sector”, de acuerdo con el texto de la convocatoria, lanzada en diciembre pasado.

El crecimiento económico con la participación de las mipymes y la lucha contra el cambio climático son dos de las prioridades de ese programa de Naciones Unidas en la isla.

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Esta convocatoria es parte del proyecto READINESS II –“Fortalecimiento de capacidades para escalar el financiamiento climático en Cuba y desarrollo de una cartera de proyectos con propuestas de financiación en adaptación y mitigación”, aprobado en 2018 por el Fondo Verde para el Clima.  

Financiamiento para enfrentar el cambio climático

Según Naciones Unidas, el Fondo Verde para el Clima es el fondo climático más grande del mundo, creado por el Acuerdo de París de 2015, para canalizar financiación a los países en desarrollo con el fin de luchar contra el cambio climático.

La mitad de los recursos para la adaptación a la alteración del clima se destinan a las naciones más vulnerables como los países menos adelantados, los Estados africanos y los pequeños Estados insulares en desarrollo, incluida Cuba.

En 2020 la Junta del Fondo Verde financió con 38,2 millones de dólares un proyecto para fortalecer la resiliencia al cambio climático de comunidades rurales vulnerables en Cuba, denominado “IRES”.

Un año después se aprobó el financiamiento de 23,9 millones de dólares para un proyecto de resiliencia costera a lo largo del litoral sur de Cuba, llamado “Mi Costa”.

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