España ha sido tradicionalmente un socio clave para la economía cubana. La nación ibérica, más allá de sus conocidos lazos históricos y culturales con la isla, ha desempeñado un rol significativo en la apertura de Cuba a las empresas e inversiones extranjeras, al tiempo que le ha servido como puerta de entrada a Europa.
Superados los distanciamientos y tensiones de la época del gobierno de José María Aznar, que se alineó con Estados Unidos e impulsó la llamada “Posición Común” en el Viejo Continente, España se ha consolidado como uno de los principales socios comerciales de Cuba —el tercero, detrás de China y Venezuela—, con el mayor volumen de importaciones y exportaciones de la isla dentro de la Unión Europea.
Tiene, además, una importante presencia de compañías y empresarios en el país caribeño, nucleados desde hace casi tres décadas en la Asociación de Empresarios Españoles en Cuba (AEEC). Fundada oficialmente en 1994, la organización cuenta con más de 250 miembros y abarca un amplio espectro empresarial, de fabricantes y distribuidores a bancos y cadenas hoteleras.
Con estas bazas a su favor, España ha decidido dar otro paso, en momentos en que las autoridades cubanas han abierto nuevos espacios a la iniciativa privada con la autorización de las mipymes. La Embajada española, a través de su Oficina Económica y Comercial, organizó días atrás un encuentro con emprendedores y empresarios cubanos, en el que la AEEC, más que invitada, resultó protagonista.
En el encuentro, que tuvo como objetivo brindar información y herramientas a los emprendedores privados para facilitar posibles negocios con contrapartes españolas, el presidente de la asociación, Joaquín Samperio Sañudo, fue uno de los oradores principales. En su intervención, además de invitar a su sede a todos los empresarios cubanos, les confirmó el interés de fortalecer las relaciones existentes.
“Nosotros trabajamos estrechamente con la Cámara de Comercio de Cuba y con la Oficina Comercial de la Embajada de España, y podemos ayudarlos en todo lo que necesiten para llevar adelante sus negocios y relacionarse con empresas españolas”, dijo Samperio a los numerosos emprendedores cubanos participantes en el encuentro, considerado como muy exitoso por el embajador español Ángel Martín.
“Podéis llevaros sorpresas. Hay fábricas y productores que han vendido tradicionalmente a Cuba que están deseando ampliar su cartera de clientes, y creo que puede ser muy interesante que los conozcan. Y nosotros, como asociación, podemos ponerlos en contacto con esas empresas, o con otras, y después el desarrollo de los negocios queda por vosotros”, añadió entonces.
Terminado el foro, que tuvo como escenario el espacio artístico Estudio 50, en La Habana, OnCuba fue al encuentro de Samperio para conocer de primera mano la postura de la AEEC frente al actual escenario económico cubano y, en particular, ante el sector privado de la isla y las posibilidades de colaboración con este.
¿Cuál es la posición de la organización que dirige respecto a las nuevas mipymes y los emprendedores privados en Cuba?
Como asociación de empresarios y representante de casi 300 empresas españolas en Cuba, la existencia de las mipymes y los emprendedores privados en el país es algo muy significativo para nosotros. Con ellos se abre un abanico de posibilidades que hasta ahora no existía, y que puede ser fundamental para el desarrollo económico y social de Cuba, que es al final de lo que se trata.
En España el peso de las pymes es fundamental para la economía, y creo que en Cuba puede ser muy importante también. En mi país, como se dijo durante el encuentro, hay casi 3 millones de pymes, que representan alrededor del 75 % del empleo y del 69 % del PIB. El hecho de que el gobierno cubano haya abierto esta otra vía acá nos parece muy importante con vistas al presente y el futuro. En este proceso, España y los empresarios españoles en Cuba podemos desempeñar un papel protagonista.
¿Cómo puede contribuir la AEEC?
Para nosotros el tema de las mipymes en Cuba es todavía novedoso. Es algo de lo que poco a poco vamos aprendiendo y estamos ávidos de más información. Queremos conocer más emprendedores cubanos con los que podamos interactuar y a los cuales podamos ayudar, no solo vendiéndoles nuestros productos. Podemos valorar posibilidades de inversión en sus negocios y, de igual forma, podemos ayudar a la producción y la comercialización de sus productos.
Un gran problema que tienen todas las empresas es el tema financiero, el poder invertir para desarrollar su actividad. Es algo complejo, porque las inversiones cuestan dinero, y no todo el mundo tiene ese dinero. Tampoco es fácil acceder a créditos bancarios que te ayuden a desarrollar tu negocio. Es necesario buscar socios. Ocurre no solo en Cuba; también en España y todos los países del mundo.
En este sentido, muchos de los empresarios españoles en Cuba estamos dispuestos a trabajar estrechamente con las empresas cubanas y con los emprendedores cubanos, a colaborar con ellos para desarrollar sus empresas, sus mipymes. Tenemos la disposición para trabajar aquí junto a ellos, e incluso para asociarnos e invertir según lo que permitan las leyes cubanas, y así seguir desarrollando nuestras relaciones económicas y ayudar a este sector tan necesario.
¿Por qué apostar por mayor relación con Cuba y su sector privado?
A Cuba y España nos unen muchas cosas, y los empresarios españoles que estamos aquí sentimos esa relación de una manera muy particular. Muchos de los que pertenecemos a la asociación vivimos en este país (yo mismo llevo veinte años en Cuba) y ya tenemos una parte del corazón aquí. Y seguimos aquí, a pesar de cualquier dificultad, de los obstáculos que puedan existir, del embargo de Estados Unidos, porque tenemos un compromiso y un sentimiento hacia este país.
Las pymes y los emprendedores privados en Cuba, y nuestras relaciones con ellos, son temas muy importantes para nosotros. Es algo que queremos potenciar y que, de hecho, ya estamos potenciando a través de la Cámara de Comercio de Cuba, nuestra interlocutora en el país.
Para ello ponemos a disposición nuestra asociación, nuestros contactos y nuestra sede, en calle 20 entre 7ma y 9na, Playa, en La Habana. Hasta allí puede ir cualquier mipyme, emprendedor o persona que desee información, o contactar con empresas españolas que trabajan en Cuba y pueden ser interesantes para su negocio, sea para importaciones o exportaciones.
La Embajada, a través de su Oficina Económica y Comercial, también está metida en el ajo, como decimos los españoles, para desarrollar este proyecto. Como se explicó en el encuentro, hay voluntad de nuestras autoridades, de nuestro empresariado, y por eso invitamos a los emprendedores y empresarios cubanos a que nos contacten en busca de información y nos den la oportunidad de trabajar estrechamente con ellos.
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En su intervención se refirió a encuentros sectoriales entre empresarios cubanos y españoles. ¿Podría brindar más detalles?
Hemos venido organizando, de conjunto con la Cámara de Comercio de Cuba, encuentros sectoriales entre empresas y mipymes cubanas con empresas españolas que están aquí y forman parte de nuestra asociación. Hemos celebrado dos. El primero tuvo lugar hace casi dos meses, dedicado al sector de la construcción, y el segundo, hace solo unas semanas, sobre el sector de las energías renovables.
Además, tenemos proyectados otros dos: uno del sector agroalimentario en junio, y otro del sector del transporte en septiembre. Y ahora, durante este encuentro, ha surgido la idea de realizar más adelante otro más para las tecnologías y soluciones informáticas, que es un sector en crecimiento y tiene muy buenos profesionales en Cuba. Sguramente luego organizaremos otros. Estamos dispuestos a organizar todos los encuentros que haga falta.
En esto de las relaciones con los emprendedores y las mipymes cubanas, la Embajada hace más la teoría, por decirlo de alguna forma, pero nosotros queremos hacer más la práctica y poner directamente en contacto a empresarios de aquí con empresarios de allá. Que se creen sinergias, que se creen inversiones, que se hagan nuevos negocios.
Nuestro deseo es que se promueva y crezca el comercio entre los dos países, y que al final todo ello redunde en el desarrollo económico y social de Cuba.
Muy buena iniciativa, para fomentar las relaciones y ayudar al crecimiento económico