La chinche negra amenaza a los frijoles cubanos

La plaga, exótica en Cuba, fue reportada en el país por primera vez en junio y amenaza seriamente a los campos de Guantánamo, donde ya afecta unas 55 hectáreas. 

Chinche negra del frijol. Foto: cabidigitallibrary.org / Archivo.

Chinche negra del frijol. Foto: cabidigitallibrary.org / Archivo.

Ya de por sí afectada por la severa crisis que atraviesa la isla, a la producción agrícola cubana —en particular, al cultivo de frijoles— le ha aparecido un nuevo peligro: la chinche negra.

La plaga, exótica en Cuba, fue reportada en el país por primera vez en junio y ya amenaza seriamente a la más oriental de las provincias cubanas. 

De acuerdo con el periódico Venceremos, la chinche negra (Brachlypatys subaeneus) “se dispersa en estos momentos por los municipios guantanameros de Imías, Maisí y Baracoa, donde afecta la salud de las plantas en unas 55 hectáreas de frijol gandul, caballero, caupí y habichuela”.

El medio califica como “un reto” el control de la plaga, pues, según explica, esta “se alimenta de hojas y tallos en estado de ninfas y adultos, y provoca marchitamiento, decoloración y crecimiento retardado” de los frijoles.

A pesar de su riesgo para la producción del grano, el artrópodo no está aún en la lista oficial de plagas en cuarentena para Cuba, de acuerdo con Judith Medina, jefa del Departamento de Sanidad Vegetal de Guantánamo.

No obstante, explica el reporte, “por la amplia gama de huéspedes y el valor económico de las plantaciones, se intensifica la vigilancia en la siembra del frijol, la capacitación a las bases productivas, campesinos, técnicos y fitosanitarios sobre las medidas para frenar su propagación”.

Además, en los campos han comenzado a aplicarse los productos químicos Bimida, Bunker y Cipermetrina, así como la Beauveria Bassiana, “hongo entomopatógeno para el control biológico de su población”.

La también llamada chinche del frijol negro es una plaga originaria de Asia, que se ha ido expandiendo por el continente americano en los últimos años. 

Aunque los frijoles y las legumbres en general son su alimento favorito, también pueden infestar otras especies de plantas, como el maíz, el boniato, la papa, la caña de azúcar y el arroz.

En los últimos años otras plagas, como el hongo Colletrotichum lindemuthianum y el trips de las flores de frijol, también han afectado las plantaciones de ese alimento en la isla.

El frijol es una de las legumbres más apreciadas por los cubanos, que la degustan principalmente en potajes y en el tradicional arroz congrí. Su producción se ha visto mermada en los últimos años por diversos problemas, entre ellos carencias de combustible, insumos, fertilizantes y pestisidas, así como por las plagas ya referidas, lo que ha incidido en la mesa de los cubanos.

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