Los sistemas de bombeo asistidos por panelería fotovoltaica están siendo víctimas de robos y vandalismo sin que hasta el momento se logren controlar por las autoridades y los pobladores de zonas rurales de Cuba.
“De nada vale el extraordinario esfuerzo que realiza Cuba para mejorar la calidad de vida de la población —aun en medio de fuertes limitaciones financieras y de recursos—, si entre todos no se contribuye a preservar lo que se instala”, se quejó un reportaje publicado en el periódico Granma.
Geografía depredada
De acuerdo con el diario, la geografía de los delitos comprende varias provincias y el objeto de los hurtos se focaliza en las instalaciones eléctricas, incluido las redes de cables, pero abarca hasta la panelería solar, la modalidad más privilegiada por el gobierno dentro de su programa estratégico de cambio de matriz energética.
Pesquisas a cargo de directivos y funcionarios de las entidades de Acueducto y Alcantarillado de la provincia de Holquín, determinaron que al menos tres sistemas de bombeo de los correspondientes al programa, han sido objeto de pillaje.
Entre los sitios depredados por los delincuentes está la localidad de Pedernales, en las cercanías de la urbe holguinera, donde en dos ocasiones se sustrajeron los paneles solares, detalló Granma.
Delincuencia sin frenos
Alexander Valdespino Leyva, presidente de Cubasolar en este territorio, dijo que la tasa de hechos contra el equipamiento de las instalaciones fotovoltaicas de bombeo ha ido en avance. La gravedad de los hechos, en su opinión, obliga a una acción colectiva que detenga a los ladrones.
“Se trata de tecnologías que no están en grandes parques, sino en sitios aislados, en las cercanías de comunidades, lo que favorece que sean acosadas por personas inescrupulosas, que intentan lucrar con bienes colectivos”, pormenorizó el funcionario.
Los delincuentes, añadió, actúan igualmente sobre instalaciones fotovoltaicas de bombeo fruto de proyectos de colaboración desarrollados con la participación de entidades extranjeras. Son equipos que se ensamblan con la participación de Cubasolar, y se donan a comunidades con el fin de asegurar agua para consumo humano y animal, además del riego.
Otro de los casos detectados se ubica en el proyecto Agua limpia, en Manantialito, perteneciente a la comunidad holguinera de Rejondones de Báguanos. En el sitio fueron instalados sistemas de bombeo fotovoltaicos, pero no pasó mucho tiempo para que fuera despojado de su red conectiva por cables.
Por su parte, en Tacámara 4, también en Holguín, fueron robadas dos bombas y los cables.
Mientras, en el asentamiento de Playa Girón fueron sustraídos una bomba y otros componentes del sistema, contó el reportaje de Granma y citó más ejemplos de sustracciones en la vaquería Desembarco del Granma, en Lucrecia, en el municipio de Banes.
“Es normal que en sitios en los que es complejo el abasto de agua se exijan soluciones a las autoridades locales. Sin embargo, a veces sucede que una vez montados los equipos en la comunidad, esta no es recíproca en la protección de esos bienes que tanto los beneficia”, lamentó Valdespino sobre la falta de apoyo de los moradores ante la crisis delincuencial que los supera.
Paneles solares para el bombeo de agua en Holguín: pan para hoy, hambre para mañana
Una luz de esperanza
Igualmente, el periódico Granma cita eventos similares de rapacería en la provincia de Villa Clara, en la Zona de Desarrollo Ranchuelo, y como contracara de la situación, elogió la experiencia del poblado de Vega Alta, en Camajuaní.
En esa localidad el presidente del Consejo Popular, Fidel Fernández Meneses, se ocupó personalmente de seleccionar al custodio para el sistema de bombeo, el cual — según el medio—ha garantizado la seguridad del lugar sin contratiempo alguno.
Por otra parte, el periódico puso los focos sobre las empresas encargadas de concretar esos proyectos, ya sea Recursos Hidráulicos o Acueducto y Alcantarillado, las cuales, señaló, tienen el mayor protagonismo a la hora de seleccionar el lugar más indicado para su ubicación, y los medios de protección de esos equipos.
A su vez —advirtió el órgano de prensa del Partido Comunista— tienen la obligación de no desentenderse de esos sistemas una vez colocados, como ha ocurrido en algunos lugares.
¿Millones de dólares en saco roto?
En su reportaje, Granma recordó que millones de dólares se han invertido en el cambio de matriz energética para el bombeo de agua.
El programa incluye la instalación de 1312 equipos hasta 2025 en todo el país, con una potencia de diez kilowatts, lo cual genera grandes ventajas como el potencial ahorro de 17 gigawatts anuales. Ello se traduce en 10 000 toneladas de diésel, y entre 42 y 46 millones de pesos cuando finalice ese plan inversionista.
Enfrascado en reducir la dependencia de los combustibles fósiles, cuya adquisición son un fardo para la economía, el gobierno de la isla pretende llegar a 2030 con un 37 % de la energía eléctrica consumida a partir de fuentes renovables, principalmente solar. Eso incluye un esfuerzo por ahorrar casi 3 millones de toneladas de combustible al año.
Ante el avance de los grandes parques solares —de los que este año deben quedar operativos 55 para aportar aproximadamente 1 200 MW al Sistema Eléctrico Nacional (SEN)— muchos cubanos se preguntan con toda lógica por el esquema de seguridad con que serán acompañados para evitar que sean depredados y arruinados progresivamente.