La XXXIX Feria Internacional de La Habana FIHAV 2023 bajó sus telones luego de una intensa semana de actividades. En el evento se concertaron contratos y se firmaron acuerdos y cartas de intención que buscan oxigenar a la economía cubana en medio de una severa y dilatada crisis.
En este escenario, la mayor bolsa comercial de Cuba logró reunir a unas 670 compañías extranjeras y empresarios de más de 60 países, incluida una representación de cubanos residentes en el exterior, así como las principales empresas del sector estatal, refrendado por el Gobierno como el principal actor económico en Cuba.
Pero junto a las firmas extranjeras y las corporaciones estatales, quizá de manera menos visible y rutilante, representantes del sector privado también fueron protagonistas de la feria —con una presencia mayor que en las ediciones precedentes— y confirmaron que, a pesar de la reticencia de algunos y las suspicacias de otros, el entramado económico cubano no puede mantenerse al margen de su labor.
Mipymes, cooperativas, proyectos de desarrollo local y grupos creativos mostraron en FIHAV 2023 una variada gama de productos y servicios que no solo confirma la calidad y competitividad de muchas de sus ofertas, sino que además echa por tierra la errada —y difundida— percepción de que los privados de Cuba son solo meros importadores.
Servicios automotrices y energías renovables, producción de alimentos, productos informáticos, mobiliario y materiales de la construcción, estuvieron entre las propuestas de los privados cubanos en la cita comercial habanera, aun cuando no todos ocuparan los pabellones más céntricos y vistosos del recinto ferial.
Allí, en sus stands más modestos o abarcadores, exhibieron su trabajo ante colegas y visitantes de Cuba y el mundo. Potenciaron sus marcas, interactuaron con posibles clientes y proveedores, suscribieron nuevos contratos y expandieron sus horizontes profesionales en un escenario impensado para ellos poco tiempo atrás.
Expertos en FIHAV 2023: “Las oportunidades de emprendimiento en Cuba son infinitas”
Con tres de estos actores privados OnCuba conversó sobre sus propuestas y su desenvolvimiento en FIHAV 2023, así como de las perspectivas que se abren para sus negocios a partir de la participación en el evento.
TDEA, “una gran pequeña empresa”
Con menos de un año como mipyme —se constituyó como tal en enero de 2023— pero con tres décadas de crecimiento en su perfil profesional, TDEA Servicios de Electricidad Automotriz SRL tuvo en la edición de 2023 su primera participación como expositor en FIHAV.
La empresa privada, que radica en Marianao y a la cual muchos clientes todavía llaman “el taller de David”, en referencia a su fundador, es, en palabras de su administrador representante, Alfredo Hernández, “una gran pequeña empresa”.
“Pequeña porque contamos con solo 25 trabajadores y un espacio que, para el trabajo que podemos hacer, es aún limitado; pero grande porque tenemos treinta años de experiencia en la actividad, tenemos un nivel de operaciones alto y consideramos que los servicios que abarcamos los cubrimos con rapidez, calidad y garantía para nuestros clientes”, apunta Hernández.
TDEA brinda una amplia gama de servicios vinculados a su perfil, una especificidad que, resalta Hernández, es su “distinción”. Se especializa en sistemas y accesorios eléctricos, alternador, motor de arranque y automática y electrónica automotriz, e incluye labores de montaje, desmontaje, limpieza, mantenimiento, defectación, reparación y sustitución de piezas.
Al momento de la feria, la mipyme contaba con 115 contratos con empresas, la mayoría con una vigencia entre dos y tres años. El sector estatal es su principal cliente, con alrededor del 90 % de sus operaciones, “lo que no significa que no trabajemos con el sector privado y las personas particulares, como de hecho hacemos”.
Con una edad promedio de entre 25 y 30 años, el equipo de TDEA se distingue por su alta profesionalidad. La mayoría son ingenieros que, no obstante, se reconocen como herederos de la práctica y el conocimiento de los fundadores del taller.
Con un trabajo consolidado con marcas como Hyundai, Toyota, Daewoo, KIA, Nissan, Peugeot, Fiat y Lada, la mipyme habanera adquiere —a través de importadoras estatales como Maquimport y Transimport— equipos, piezas, aditivos y otros insumos desde mercados como Corea del Sur, Europa y Estados Unidos, según la procedencia y tecnología de los autos con los que usualmente trabajan.
La participación en FIHAV 2023 Hernández la califica como “muy provechosa”.
https://www.facebook.com/TDEA.taller.electicidadauto.david/posts/pfbid0KFcJmapywpVDLzJrf2dBAyVtD5MojjiKppJc8khpvQEUkKkgP69ZA8Rg4N35nMXol
“Hemos concertado nuevos contratos y hemos podido reunirnos con potenciales clientes, con proveedores de distintos productos, de medios de protección, de pinturas para el mantenimiento del taller, y también con negocios que pueden ayudarnos a ampliar nuestros servicios y la forma de operar”, comenta.
En este sentido, adelanta la posibilidad de convertirse en distribuidores en Cuba de productos de la empresa TAP, principalmente baterías. Ello, confirma el administrador, redondearía su trabajo, que no contempla la venta sino la inclusión de las baterías dentro de un servicio de montaje y sustitución, y contribuiría a la pretensión de TDEA de ampliar el tiempo de garantía que actualmente ofrece a sus clientes.
Alacero: “Somos lo que hacemos”
Muy cerca del stand de TDEA y de otros actores del sector privado, en el Pabellón 17 de ExpoCuba, el Grupo Creativo Alacero mostró su trabajo en FIHAV 2023. Quien pasó por allí durante la feria no pudo menos que detenerse a admirar las atractivas producciones del emprendimiento, especializado en el desarrollo y fabricación de mobiliario y utilería de acero inoxidable.
Liderado por los hermanos Ángel y Reinier Araujo, Alacero tiene siete años como grupo. Su labor, sin embargo, está asentada en una tradición familiar de décadas en el trabajo con los metales que Ángel y Reinier aprendieron desde niños con su padre, maestro hojalatero, en el otrora central “Ramón Balboa”, en Cienfuegos.
La paralización y desmontaje de esa fábrica azucarera los llevó a dedicarse por entero a la creación, un empeño al que sumaron trabajadores de la desaparecida industria. Así nació el proyecto, en el que apostaron por el acero inoxidable, su sello, material con el que comenzaron confeccionando accesorios de autos como cintillerías y caretas.
Siete años después, su quehacer se ha diversificado y hoy producen muebles y accesorios para el turismo, la gastronomía e instituciones de salud —incluido mobiliario médico—, con diseños atractivos y funcionales. Su cartera de productos incluye además esculturas, luminarias, fuentes con domótica, escaleras y hasta joyería.
“Somos lo que hacemos” es el eslogan del colectivo, que cuenta con instalaciones en Ramón Balboa y en la ciudad de Cienfuegos, y que importa desde China material de calidad certificada para sus producciones, sin desechar el reciclaje. Su distinción, y motivo de asombro para quienes descubren sus piezas, es que toda la producción, desde hornos y fregaderos hasta lámparas y obras de arte, es hecha a mano.
“Nuestras líneas productivas tienen un factor muy artesanal si se comparan con las grandes industrias que trabajan el acero inoxidable. Todo es hecho a mano, desde las máquinas en las que trabajamos hasta las piezas y accesorios que producimos. Pero eso, que tiene una causa socioeconómica, es quizá nuestra mayor fortaleza. Ese trabajo artesanal es nuestro sello, es lo que nos diferencia”, comenta Ángel.
Este hecho tampoco ha limitado la demanda de sus productos, tanto en el sector estatal —con contratos, entre otras entidades, con instalaciones hoteleras y servicios médicos internacionales— como en el privado, principalmente el vinculado con el ocio y la gastronomía. Por ello, asegura Reinier, están pensando aumentar las fuerzas de Alacero para responder a esa demanda y abrirse paso a nivel internacional.
“Esperamos empezar a exportar pronto, si la suerte y el mercado nos acompañan, en Europa y en nuestra región: en el Caribe, en Centroamérica”, precisa.
En cuanto a su participación en FIHAV 2023, los hermanos Araujo no dudan en reconocer que ha sido “una gran oportunidad”.
“Habíamos estado en otras ferias y eventos, pero esta ha sido nuestra primera vez como expositores en FIHAV, y la experiencia ha sido muy fructífera. Hemos intercambiado con otras empresas y proyectos, no solo de Cuba; hemos dialogado con posibles clientes, hemos recibido nuevos pedidos, y hay grandes oportunidades para nosotros a partir de esta feria, lo que nos satisface mucho”, explica Reinier.
https://www.facebook.com/alacerocuba/posts/pfbid02bkwkQBaJSTo64CWyv7aic2PM6YXAta6tyLpBFQwom873mi9UDhSAGaFB32AxyQ2yl
“La verdad, casi no nos creemos que como sector privado hayamos podido estar en la feria, junto a empresas estatales y de otros países —afirma Ángel—, pero así ha sido”.
“Hemos dado a conocer nuestro trabajo y la calidad de nuestros productos al mundo; hemos mostrado la destreza, el conocimiento y la dedicación que hay detrás de esas obras, y hemos contribuido a confirmar que el sector privado cubano sí tiene un trabajo que enseñar y que puede ser competitivo a este nivel. Es cuestión de empeño”, asevera el creador y emprendedor cienfueguero.
Renova: crecimiento sostenido a favor de la energía renovable
En el pabellón central de ExpoCuba, junto a importantes empresas estatales y mixtas como Havana Club, Habanos, Cuba Ron y BioCubaFarma, estuvo esta vez Renova, en su segunda incursión como expositor en la Feria Internacional de La Habana.
Esta privilegiada ubicación en la concurrida bolsa comercial dice mucho del avance y reconocimiento de esta mipyme de apenas dos años de creada y dirigida al estratégico sector de las energías renovables. Fundada en Camagüey el 4 de noviembre de 2021, se dedica a la venta, montaje y mantenimiento de paneles solares y otros sistemas basados en las llamadas “energías limpias”, y a otras actividades asociadas.
El hecho de radicar fuera de La Habana no ha impedido la expansión de Renova, que cuenta con alrededor de 300 clientes de toda Cuba, incluida la Isla de la Juventud, y trabaja por igual con el sector estatal que con el privado.
“Este ha sido un año difícil por la situación del país, pero para nosotros ha sido muy bueno desde el punto de vista profesional. Hemos consolidado y ampliado nuestro trabajo con proyectos como el del polo turístico de Cayo Cruz, al norte de Camagüey, donde toda la electricidad se genera con sistemas que nosotros instalamos, y con otras entidades como el Banco Popular de Ahorro (BPA), varias universidades y mipymes, entre otros clientes”, refiere Daniela Cano, socia y consejera ejecutiva de la empresa.
A ello se une el deseado comienzo de sus servicios para el sector residencial.
“Hasta el año pasado no habíamos tenido esa posibilidad —precisa Danelis Peña, consejera legal de Renova—, pero hemos hecho proyectos para personas naturales que han solicitado nuestros servicios, tratando de adecuarlos a un precio lo más económico posible. Sabemos que todavía no es una oferta asequible para toda la población, pero esperamos que este servicio pueda ir ampliándose”.
Con este fin, detalla, cuentan incluso con “una aprobación del BPA para que una persona natural pueda pedir un crédito para instalar los paneles y sistemas que ofertamos en Renova, y ese crédito lo paga a plazos en el banco, como se puede hacer actualmente para la compra de equipos electrodomésticos”.
En general, apunta Cano, “nuestros servicios cuentan hoy con una demanda creciente y eso nos compromete a realizar un trabajo cada vez de más calidad y a promover más el uso de las energías renovables en el país, que tan necesaria resulta por su impacto medioambiental y por la situación que atraviesa hoy la generación eléctrica en Cuba”.
Al respecto, la consejera ejecutiva de Renova celebra la reciente resolución gubernamental que beneficia a quienes desarrollan proyectos de generación eléctrica con fuentes renovables, con una exención en el pago de las utilidades durante un período de hasta ocho años, y brinda otros incentivos para el empleo de estas fuentes con el objetivo de impulsar un cambio en la matriz energética en la isla.
“Para nosotros, como mipyme que se dedica a esta labor, esta medida resulta muy favorable, porque nos ayuda a promover más nuestros servicios y tener más clientes, además del impacto positivo que puede tener para el país”, señala.
Con proyectos de colaboración con sectores como la salud y la educación, y la próxima apertura de una oficina en La Habana, la mipyme camagüeya importa —a través de empresas estatales— productos de mercados tan distantes como China y Canadá, y de otros más cercanos como Panamá y México, y durante la feria tuvieron contactos con otras importadoras y posibles proveedores.
“La feria ha sido muy provechosa —comenta Peña. Hemos firmado cartas de intención, hemos hecho cotizaciones, hemos contactado con clientes nuestros y con otros posibles clientes que se nos han acercado con interés en nuestros servicios, muchos de los cuales nos han buscado específicamente a nosotros, y ha sido muy bueno. Tenemos más de una treintena de pedidos y posibles contratos”.
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“Como mipyme que ha venido transitando un camino de desarrollo y también de mayor reconocimiento por nuestro trabajo, poder estar en FIHAV y tener estos resultados es muy importante y también satisfactorio”, añadió la consejera legal de Renova.
“Lo que ha pasado con nosotros y otras mipymes en la feria demuestra que hoy el sector privado tiene una presencia cada vez más importante en la economía cubana. Estamos cada vez más encadenados con empresas estatales y entre nosotros, y ya no se puede hablar del desarrollo socioeconómico del país sin tener en cuenta nuestro trabajo. Eso es un gran compromiso, pero también un orgullo para Renova”.