A pocos días de presentarse Tributo, el nuevo ron Ultra Premium de Havana Club, el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural de Cuba declaró Patrimonio Cultural de la Nación los saberes de los Maestros Roneros, así como los espacios fabriles en los que ocurre el proceso de trasmisión de dichos conocimientos.
El ron cubano revela la calidad de los Maestros Roneros de la Isla, el añejamiento natural en barriles, así como el clima y el suelo en el que se cultiva la caña de azúcar.
Este “Señor” (el ron), como prefiere llamarlo el Maestro César Augusto Martí Marcelo, ha ganado su prestigio tanto dentro como fuera del país, independientemente de lo que ha sido perjudicial por muchas causas, entre ellas el bloqueo económico y las dificultades para la distribución internacional.
Hoy la Empresa Cuba Ron presume de los 153 años en que se viene combinando ciencia y tradición mediante sus Maestros, y así lo demuestra en el Coloquio Latinoamericano de Patrimonio Industrial, que sesiona en la Habana del 14 al 16 de marzo.
Gladys Collazo, directora del Consejo Nacional de Patrimonio, reconoció la importancia del trabajo de los siete Maestros cubanos, en una ceremonia realizada en el Hotel Nacional de Cuba.
El joven Maestro César Augusto, comentó a OnCuba que siente “una enorme responsabilidad y a la vez un reto que tienen las nuevas generaciones de dar continuidad, de seguir haciendo de este ron parte de las tradiciones de nuestra gente”.
Con más de 20 años en la industria, Augusto refiere que el ron no se basa solo en secretos, “es único e irrepetible, más que misterio es tradición, un amor de hombres y mujeres enamorados de su trabajo”.
Salomé, primera Maestra del Ron Cubano
A pesar de ser una industria en la que en otra época las mujeres no podían trabajar, ya suman cinco las que aspiran a la categoría de Maestras Roneras. Salomé Alemán Carriazo, será en los próximos días la primera con ese título en Cuba.
Agradecida de transitar por el estudio del ron en la Isla, Salomé señala que llegar a la cima del nombramiento es empezar una nueva etapa y asumir un compromiso eterno.
Ante la interrogante de cómo la ven los hombres en su desempeño profesional, confiesa que a pesar de haber tardado la incorporación de las féminas a estos caminos, en la actualidad son muy bien recibidas.
“Los Maestros son personas maravillosas y el resto de los hombres nos han aceptado a las cinco aspirantes con alegría”, dijo Salomé.
Después del empedrado camino para registrar la marca Havana Club en EE.UU., un mercado con enorme potencial, la empresa aspira a que su ron esté entre los primeros productos cubanos que se venda en ese país.
Ya en noviembre pasado la marca se declaró “lista” para entrar al mercado de Estados Unidos en cuanto ese país levante la prohibición de comercializar productos cubanos allí. “Somos capaces de satisfacer al mercado estadounidense”, dijo entonces el francés Jerome Cottin Brizonne, gerente general de Havana Club International Sociedad Anónima, empresa mixta entre la Cuba Ron Sociedad Anónima y la compañía francesa Pernod Ricard.
A pesar de no tener acceso a ese mercado, el ron Havana Club ocupa actualmente el lugar 24 en la clasificación de las 100 bebidas espirituosas mejor vendidas en el mundo. Sus ventas ascienden a 4 millones de cajas de nueve litros cada año en más de 140 países, principalmente Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Chile.
Recuerdo en mi barrio de San Pedrito una colección de “Maestros roneros, mafuqueros y chispetreneros”, a los cuales no les podía hacer ni el más mínimo cuento con un ron Santiago o un Habana Club especial, conocían las calidades con una precisión del 100 % y hasta sabían por el sabor, con que madera estaba hecho el barril donde habían añejado el ron.
Recuerdo especialmente al Cura, le decían así, pq sabía con que cantidad de agua bautizaban un ron o una cerveza y era un super catador de vinos. Si se rescatasen esos conocimientos de la calle, Cuba sería una potencia en eso.