Peculiares y necesarias, las motos son dueñas de las calles en Santiago de Cuba. Siempre con una capacidad “a bordo”, ese medio de transporte funciona como taxi a pedido del cliente y sus precios oscilan entre los 10 y 20 pesos en CUP cuando es de día. Por la noche puede resultar algo más caro.
Del Distrito José Martí a Plaza de Marte, del Parque Céspedes al reparto Abel Santamaría… y otros disímiles lugares de la ciudad oriental, los motoristas ofrecen un viaje donde el equilibrio y la rapidez resultan dos elementos imprescindibles. El copiloto-cliente solo recibe el casco protector y ¡a rodar!
Aparecen con solo hacer un ademán y están hasta en las más recónditas arterias de la vieja localidad. A tal punto llega la costumbre de usar las motos, que hay quien dice que solo se pueden conocer los secretos de Santiago si se recorre sobre dos ruedas…
Se han convertido en parte del paisaje santiaguero y son bastante seguras al contrario de lo que se pueda imaginar