La 38 Feria Internacional de Turismo de Cuba (FITCuba) comenzó hoy en Cayo Santa María con el objetivo de mostrar la recuperación de las instalaciones turísticas tras el paso del huracán Irma en septiembre pasado y consolidar las contrataciones para la temporada de invierno.
A la feria, que se prolongará hasta el próximo sábado con especial atención a la oferta de sol y playa, asisten más de 3,000 profesionales del sector entre representantes de turoperadores, aerolíneas, compañías hoteleras y prensa especializada, procedentes de 52 países, dijeron sus organizadores.
El turismo supone, con un aporte del 10 por ciento al PIB, la segunda fuente de ingresos para el Estado cubano, que ejecuta en la actualidad importantes inversiones tanto en solitario como en asociación con empresas extranjeras para aumentar la planta hotelera del país.
La principal bolsa turística de Cuba tiene este año como país invitado al Reino Unido, cuarto país emisor de visitantes a la Isla, adonde el año pasado llegaron más de 200,000 británicos, según dijo el director adjunto del Departamento América del Ministerio Británico de Relaciones Exteriores, Nigel Baker, a medios locales.
Baker avanzó durante la inauguración de FITCuba que esta semana se anunciará “una importante inversión británica” en asociación con el grupo hotelero estatal Cubanacán.
Dentro de la edición de este año habrá un espacio dedicado a los negocios y una feria de proveedores, y los asistentes también podrán conocer puntos de potencial interés turístico cercanos como las ciudades y villas patrimoniales de Sagua La Grande, Remedios y Caibarién.
Durante la inauguración de FITCuba, el ministro cubano de Turismo, Manuel Marrero, explicó que dentro de la cartera de proyectos para la inversión extranjera que la Isla presenta cada año existen 140 relacionados con el sector turístico y resaltó que Cuba es “uno de los países más seguros del mundo”.
En septiembre pasado, en el marco del empeoramiento de las relaciones con Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump y tras unos supuestos “incidentes de salud” sufridos por diplomáticos estadounidenses en La Habana, Washington emitió una severa alerta de viaje a sus ciudadanos respecto a los riesgos de visitar el país, advertencia que suavizó cuatro meses después.
Según el ministro, pese a las “trabas” del país vecino, a la feria que comenzó hoy asisten 73 representantes de empresas turísticas de EE.UU., entre ellas el grupo hotelero Marriot.
Además, ese país encabeza la lista de mercados de mayor crecimiento el año pasado, seguido por Rusia, Italia y Francia, aunque Canadá se mantiene como principal emisor de turistas a la Isla caribeña, donde también tienen especial peso las llegadas desde Alemania, España, Francia y el Reino Unido.
A Cuba, que en los últimos tres años experimenta un importante auge turístico impulsado en parte por el clima de optimismo tras la –ahora truncada– normalización de sus relaciones con EE.UU, llegaron el año pasado 4,6 millones de turistas, lo que supuso un nuevo récord y representó un aumento del 11,6 por ciento respecto al 2016.
El devastador paso del huracán Irma en septiembre pasado, que provocó graves daños en la costa norte de la Isla y se cebó especialmente con la infraestructura hotelera de esa zona, provocó que en el primer trimestre de este año las llegadas se redujeran un 7 por ciento.
A ello también ha contribuido la ralentización de las llegadas de estadounidenses tras la alerta de viaje y las nuevas medidas que restringen las categorías bajo las que los ciudadanos de ese país pueden ir a Cuba, donde aún tienen prohibido viajar como turistas.
Sin embargo, las autoridades cubanas aún esperan batir un nuevo récord al cierre de este año con cinco millones de turistas.
Marrero refirió que en la isla operan 17 compañías de cruceros con 25 barcos –con un crecimiento del 28,6 por ciento en el primer trimestre de este año– y 70 aerolíneas desde 73 ciudades del mundo.
La planta hotelera actual es de 69,000 habitaciones, de las que más de 5,000 las gestiona alguna de las 27 empresas mixtas que existen en el país, el 63 por ciento pertenece a establecimientos de cuatro y cinco estrellas y el 74 por ciento se encuentra en playas.
EFE / OnCuba