Un acontecimiento editorial resulta la reciente publicación del Diario Habana 1804, de Alexander von Humboldt, gracias a la edición del historiador Michael Zeuske, bajo el sello Bachiller de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí y con la colaboración del Instituto Goethe en La Habana. Por primera vez en el mundo ve la luz este texto en idioma español y en papel (una transcripción del original, con una introducción en alemán, está disponible digitalmente). Se trata del más extenso diario humboldtiano de una ciudad del imperio colonial español en América, que estuvo extraviado hasta 2006.
El “segundo descubridor de Cuba”, como se ha nombrado al naturalista, escribió las 28 páginas de este diario con tiras y papeles pegados, en francés, alemán y español durante su segunda visita a Cuba (20 de marzo al 29 de abril de 1804), en la casa del comerciante Juan Luis de la Cuesta, al parecer ubicada en el número 609 de la calle Aguiar, entre Muralla y Sol, en La Habana. En esa morada estuvieron Humboldt y el botánico Aimé Bonpland, y de esta familia dejó el alemán un testimonio en su Ensayo político sobre Cuba: “Hallamos en la familia de Cuesta, que con la de Santamaría formaba una de las mayores casas de comercio de la América, y en la casa del Conde OʼReilly, la hospitalidad más noble y generosa. Nos alojamos en casa del primero y pusimos nuestros instrumentos y nuestras colecciones en el vasto palacio del conde, cuyas azoteas, eran particularmente a propósito para las observaciones astronómicas.”
Así lo registra en la introducción del Diario Habana 1804 el historiador Michael Zeuske, gran conocedor de la obra de Humboldt, quien estuvo unos diez años trabajando en la transcripción de este valioso texto, cuya traducción corrió a cargo de Rafael Rodríguez Beltrán y el propio Zeuske, con revisiones y correcciones de Orestes Sandoval López. Gracias a estos esfuerzos y a la dedicación de Zeuske, el diario original de Humboldt escrito en La Habana es hoy una realidad entre las manos de sus lectores. Según el propio historiador, el autor raras veces o muy brevemente escribió textos durante sus estancias en las grandes ciudades de Hispanoamérica, pero en La Habana, en 1804, escribió mucho más que en otras urbes durante su “viaje americano” (1799-1804).
Sin embargo, no se trata de las confesiones íntimas de un viajero, sino que en estas páginas Humboldt dejó para la posteridad análisis, enumeraciones, tablas, citas, apéndices, dibujos, cifras y hasta papeles pegados. No es un diario como otros, ordenados según los días y/o posiciones geográficas, sino son islas textuales sobre ciertos temas. Habana 1804 (título original: Isle de Cube Antilles en général) forma parte del conjunto de los muchos diarios que tratan sobre Cuba. En número de cinco aparecen citados en la introducción de Zeuske: El viaje en barco de Barcelona de Venezuela a La Habana (24 de noviembre de 1800-19 de diciembre de 1800), publicado en Alemania; El viaje en barco desde Cuba a Cartagena de Indias (9 de marzo de 1801-30 de marzo de 1801), publicado en Alemania; El viaje en barco de Veracruz a La Habana (7 al 20 de marzo de 1804), publicado en Alemania; Habana 1804, publicado en 2021 de forma impresa en Cuba; y El viaje en barco de La Habana a Filadelfia (29 de abril -20 de mayo de 1804), publicado en Alemania.
Sobre el diario original ha confesado el propio Zeuske que hubo un tiempo en que dejó de creer en su existencia. El manuscrito había estado durante años en la Biblioteca Jagellona de Cracovia, en la colección de manuscritos originales alemanes llamada Berlinka, la cual había sido trasladada de la Biblioteca Estatal de Prusia entre septiembre de 1942 y enero de 1944 para protegerla de los bombardeos de la guerra. Hasta el día de hoy, refiere el investigador, no se conoce un diario sobre la primera y más larga estadía de Humboldt en Cuba (19 de diciembre de 1800-29 de marzo de 1801). Lo que sí se puede sostener es que hubo uno, porque el propio Humboldt afirma en este Habana 1804, que él mismo había extraído los 28 folios de este diario (presentado el 21 de octubre de 2021 en la Biblioteca Nacional de Cuba) de otro conjunto mayor de manuscritos.
En los folios hoy publicados en papel (pues aparecieron por primera vez en edición digital), el científico alemán anotó sus hallazgos sobre la revolución de Haití (1791-1803) y su influencia sobre Cuba y el Caribe, así como sobre la esclavitud y los esclavizados. Este último es un tema predominante en las páginas de este diario, en el que también analiza la geología, la fauna y la plantas, la economía, la demografía, la población, sociedad y la política, la agricultura y la cultura literaria y teatral. En los años posteriores a 1804, por lo menos hasta 1814, Humboldt escribió más notas y cifras y, según el historiador Zeuske, coleccionaba otros materiales que evidencian su esfuerzo por conseguir cifras fidedignas, y abordó intensamente el tema de la abolición de la esclavitud. Habana 1804 es el núcleo del Ensayo político sobre la Isla de Cuba, donde ya Humboldt explicó aspectos de la esclavitud, la trata y la vida de los esclavos en Cuba.
Mucho queda todavía por investigar y publicar acerca de la obra de Humboldt. Interrogantes que avivan la pasión de Michael Zeuske por descubrir las huellas del naturalista en Cuba. Faltan precisiones sobre los dos momentos de su llegada a la isla, también de su segunda estadía, de sus movimientos reales en La Habana y en Cuba, e incluso, no existe una investigación pormenorizada sobre los ingenios que vio y estudió en esta tierra. Como expresa este estudioso, faltan las huellas del Humboldt real (el de sus diarios), de los lugares donde vivió, comió, trabajó, sostuvo encuentros con la élite social y científica, y escribió sus diarios.
Habana 1804 abre un camino de nuevas interpretaciones, y convierte a Cuba en unos de los pocos países latinoamericanos junto a Colombia, Ecuador y Perú, donde se publica por entero en formato de papel uno de los diarios de Alejandro von Humboldt.
También estuvo en Trinidad, en el centro de Cuba. Y de ello escribió.