Este viernes llegó a Cuba el segundo lote de camiones recolectores de basura donado por el gobierno de Japón, como parte del acuerdo firmado entre el Sistema de Cooperación Internacional de Japón (JICS, por sus siglas en inglés) y el Consejo de Administración Provincial de La Habana en 2017.
Se trata de 48 nuevos vehículos, que se suman a los primeros 24 que llegaron en marzo de este año y que ya prestan servicios en Playa, Centro Habana, Plaza de la Revolución y La Habana Vieja.
En julio se espera la llegada de los últimos 28 camiones, con los cuales se completarán 100 unidades. La Habana necesitaría 92 camiones “para lograr el máximo rendimiento en el proceso de recogida de desechos sólidos”.
La capital cubana tiene un serio problema con los desechos sólidos. De acuerdo con el periódico Juventud Rebelde, diariamente La Habana genera 23,814 metros cúbicos de desechos; de los cuales alrededor de 10,500 son de basura domiciliaria. De esta, se recogería el 90 por ciento, según Reinier Arias, subdirector de la Empresa Provincial de Servicios Comunales de La Habana.
Unida a las lluvias y las altas temperaturas tropicales, la crisis de la basura supone un factor de riesgo en la proliferación de vectores de transmisión de enfermedades. El de la recogida de basura, junto con el importante deterioro de los edificios y las infraestructuras, es uno de los problemas más acuciantes de La Habana, que se prepara para celebrar en 2019 los quinientos años de su fundación con un ambicioso plan de mejoras.
“Como parte del empeño de todos los cubanos en este Aniversario 500 de la capital, este donativo contribuirá a hacer de La Habana una ciudad más limpia, real y maravillosa”, asegura Tribuna de La Habana.