El pintor naif y poeta cubano Noel Guzmán falleció este martes a consecuencias de las secuelas de la COVID-19 y fue sepultado en Santa Clara, capital de la central provincia cubana de Villa Clara. Hoy habría cumplido 67 años.
Nacido el 4 de agosto de 1954 en la ciudad de San Juan de los Remedios, Guzmán tuvo una formación autodidacta desde sus inicios como pintor y dibujante, junto al Grupo Signos dirigido por el folclorista Samuel Feijóo, en Santa Clara, indica un reporte de Prensa Latina.
El artista comenzó su carrera tras un sueño, o más bien una pesadilla, en la que se le apareció una estrella en la pared, confesó en una ocasión a OnCuba.
“Hace muchos años yo tuve una pesadilla, sentí que me halaban por un pie y al despertarme vi una estrella en la pared. Me asusté tanto que le conté la pesadilla a mi madre y ella me puso un vaso de agua debajo de la cama. Por aquel entonces yo trabajaba en la construcción, haciendo bloques, y debajo de la máquina comencé a ver una luz que me transportaba a otro lugar. Así fue que comencé a dibujar”, contó Guzmán sobre sus inicios en el arte pictórico.
A partir de 1989 comenzó a tener oportunidades de mostrar sus piezas al público, y realizó exposiciones personales en la Biblioteca Nacional José Martí, la Galería Orígenes, el Gran Teatro de La Habana, entre otros sitios expositivos cubanos, además del Centro Cultural Recoleta, en Buenos Aires, Argentina.
El también poeta es considerado principalmente como un exponente de la pintura naif en Cuba, y sus obras forman parte de las colecciones de Casa de las Américas, del Centro Wifredo Lam y del Museo Nacional de Bellas Artes, en La Habana.
Valorado por estudiosos y críticos de arte, que han señalado su “expresionismo natural e inquietante”, Guzmán cuenta con reconocido prestigio internacional, por la manera de recrear la realidad y fabular sus cercanías inmediatas, indica la fuente.
En la década de 1980 fue combatiente internacionalista en la República Popular de Angola.
Durante su trayectoria artística, recibió reconocimientos tanto en Cuba como fuera de la Isla y, en particular, en Argentina, donde alcanzó el primer premio del cuarto Salón Mercosur, el Premio Juanito Laguna 1999, y el 2do. lugar en pintura Naif del séptimo salón Mercosur Internacional Premio Padre Castañeda, de 2002.