Impulsados por el Gobierno cubano, la expansión de los empleos verdes como categoría laboral deberá enfrentar el cambio climático, proteger la diversidad biológica y lograr mayor calidad ambiental.
La Organización Internacional del Trabajo ubica a los empleos verdes tanto en sectores tradicionales como la manufactura o la construcción o en nuevos sectores emergentes como las energías renovables y la eficiencia energética. Además, pueden contribuir a procesos de producción más respetuosos con el medio ambiente en las empresas.
En el caso cubano, la gestión conjunta del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) determinó los “principales sectores y puestos laborales con mayor impacto en el tema”, sin referirse claramente a ellos ni cómo implementar estas políticas.
El reporte de Granma solo señala que muchos de los identificados se corresponden con “los actores definidos en el eje estratégico Desarrollo Humano, equidad y justicia social del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030”.
Citado por el medio de prensa, el Citma indica entre las principales oportunidades la de potenciar modalidades de consumo y producción sostenible, la economía circular y la reducción de peligros, vulnerabilidades y riesgos en las comunidades.
Asimismo, la disminución de la carga contaminante, así como la protección de la diversidad biológica y el enfrentamiento a delitos e ilegalidades sobre los recursos naturales y ecosistemas priorizados, en las áreas protegidas y otras zonas de interés.
Los requisitos
Los posibles requisitos para inscribir los puestos como empleos verdes pueden estar dados por el logro de encadenamientos sostenibles de la producción, apunta el reporte.
Además, el Citma determinará en el puesto de trabajo si existe disminución o eliminación de importación de materias primas, la valorización de residuos de producciones y la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero.