Fotos: René Pérez Massola
Jorge Berlanga Acosta, enfundado en su abrigo negro, habla como si la suerte le hubiese sonreído, sin percatarse tal vez el inmenso aporte que ha hecho a la humanidad.
“El Heberprot-P es como una suerte de consagración para mí. Cuando hicimos los primeros tratamientos en pacientes con turnos quirúrgicos para amputación –marzo del 2001– llevábamos alrededor de 7 años de experimento en animales de laboratorio e infiltrando factor de crecimiento epidérmico.
“Nos dimos cuenta que la respuesta farmacológica al FCE no estaba en su administración tópica sobre la herida, la quemadura o la úlcera, sino en hacerlo llegar a las células respondedoras en planos profundos, cuyo receptor está en posición vaso lateral, como lo diseñó la naturaleza, y no apical; descubrimos que la práctica mundial era un absurdo.
“En esa etapa yo no buscaba nada extraordinario, investigábamos la regeneración de los nervios; el primer experimento fue en 1994, hasta el 93 los únicos que habían inyectado FCE como proteína madura era un grupo británico, el cual demostró que usado en ratas de laboratorio prevenía las úlceras gástricas inducidas por stress o por Indometacina.
“Me entusiasmé cuando leía aquel trabajo; demostraba que por vía parenteral o inyectable, tenía un efecto de prevenir muerte celular”. El medicamento desarrollado por el Grupo de Cicatrización y Citoprotección, del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, de La Habana, está patentado en 20 países y presentado en 3.
“Ojalá llegue el momento en que no tengamos que promover la venta del Heberprot-P, y que un sistema eficaz de prevención y de cuidado al paciente diabético logre que la úlcera no ocurra; el mayor logro sería no tener que aplicarlo”.
El doctor Jorge Berlanga es investigador titular y dirige un grupo que define sus dos tareas esenciales: nos ocupamos de restaurar los tejidos periféricos internos y de prevenir de la muerte a las células, lo cual es más importante que curar.
“El diabético tiene un componente neuropático y otro isquémico. Una de las mayores y más frecuentes complicaciones que padece es la úlcera del pie. Muchas veces se pinchan, se cortan o se queman en las extremidades inferiores y no perciben el daño.
“Además, son “disinmunes” (incapacidad de controlar las infecciones periféricas), por lo que las bacterias crecen más rápidamente y lo que es hoy una infección mañana puede ser una gangrena. Cuando estas se suman lo que tienen es amputación.”
Los segundos del mundo
Según los pronósticos, en el 2030 la Diabetes mellitus afectará a 366 millones de personas en el planeta. Actualmente se realizan alrededor de un millón de amputaciones anuales.
Cuba es el segundo país del mundo en obtener el factor de crecimiento epidérmico humano por vía recombinante.
“Lo lograron los norteamericanos y meses después nosotros. Fue en 1984, por el ingenio de científicos que estaban en aquel momento en el Centro de Investigaciones Biológicas, encabezado por el doctor Luis Herrera”, explica Berlanga.
Cuba desarrolló la primera formulación tópica para lesiones extensas por quemaduras, y tuvo un programa de investigación paralelo de la farmacología de uso parenteral o inyectable tan temprano como en 1995.