A muchos asombraron las trombas marinas de la Playa Caimito, en la provincia Mayabeque, ocurridas al final de la tarde (sobre las 7:30 pm) del pasado sábado. Como se ha informado, producto del fenómeno hubo treinta y seis personas heridas, catorce viviendas afectadas totalmente y seis dañadas, aunque afortunadamente no hubo de lamentarse pérdida alguna de vida humana. Como es usual en Cuba, se dio atención médica de inmediato a los heridos en policlínicos, y los necesitados recibieron una donación voluntaria de sangre por parte de la población.
Los que celebraban el inicio del verano en la playa expresaron su asombro por la celeridad con que el fenómeno se les vino encima.
Ese asombro nos llama a la reflexión sobre estos fenómenos tan repentinos, de rápida evolución, que ocurren de vez en cuando –raro quizás en Cuba– en áreas pobladas, pero que ocurren, tomando por sorpresa a sus víctimas potenciales. Por ello, creo que se debe conocer más sobre ellos y las formas de evitarlos.
Las tormentas locales severas
Las tormentas eléctricas se originan en un solo tipo de nubes, llamado cumulonimbo. Es una nube de gran desarrollo vertical, que tiene la base a baja altura y su tope o cima a 8 –10 km de altura, cuando están bien desarrolladas–. Pueden producirse asociadas a sistemas meteorológicos organizados, tales como ciclones tropicales, ondas tropicales, frentes fríos, vaguadas y vaguadas pre frontales.
Pero lo más común ocurre en el verano. La tierra se va calentando desde la mañana, comienzan a crecer las nubes cúmulos y se convierten en cumulonimbo, la nube de tormenta, en tierra por la tarde y algo después en el mar. Ello se debe a que de día la tierra está más caliente, mientras que la superficie del mar está caliente desde el atardecer.
Cuando la superficie subyacente está muy cálida, y las temperaturas a unos 6 kilómetros de altura son muy bajas (desde -5 a -10 ºC), se produce gran inestabilidad. El aire cálido se eleva con rapidez y la tormenta eléctrica normal de verano se convierte en una temible tormenta local severa (TLS), a menudo casi al mismo tiempo que lo hacen otras nubes cumulonimbo que se encuentran cercanas. Al tener las mismas condiciones, se produce una familia o conglomerado de TLS.
Se clasifica a una tormenta como una TLS si:
– presenta caída de granizo;
– tiene vientos fuertes mayores que 90 km / h;
– presenta lluvia intensa de corta duración (como ocurrió el 29 de abril de 2015 en La Habana cuando una TLS ocasionó lluvias intensas que en solo 20 minutos acumularon 239 mm en Plaza de la Revolución).
– tornados, si la tormenta se encuentra en tierra, o tromba marina si está sobre el mar.
Son fenómenos de índole local que ocurren más a menudo de lo que usualmente pensamos, ya que casi en cada tarde de verano pueden darse condiciones para que estas se generen, en un lugar o en otro. Sin embargo, siendo un fenómeno tan local, si ocurre en lugares despoblados o aislados, pasa inadvertido. Por ello, la estadística es difícil en este caso.
Son, además, fenómenos meteorológicos por lo general no pronosticables debido a su pequeña escala; aunque cuando vienen asociados a sistemas meteorológicos grandes o a ciertas condiciones de amplia escala, puede preverse la severidad (uno o varios de los componentes severos, dentro de esa área grande, aunque no puede decirse dónde en realidad va a ocurrir). Los avisos de tormenta severa o tornado en un país desarrollado como los Estados Unidos se hacen para zonas que ocupan un estado o varios estados, el tamaño de Cuba varias veces.
¿Rabo de nube, tornado, tromba marina?
Vamos a ocuparnos ahora de alguna de las características de las TLS.
En primer lugar, tenemos el concepto de ¨rabo de nube¨. Nuestros campesinos llamaban así a lo que hoy sabemos que son tornados. Sin embargo, en la nomenclatura meteorológica existe ese nombre, al igual que en la canción de Silvio Rodríguez (que, por cierto, me gusta mucho). Solo que el rabo de nube para los meteorólogos ocurre cuando la nube de tormenta va teniendo una prominencia en la cual el aire rota, y se nota la condensación blanca producida por la velocidad del aire, como un rabo que va creciendo hacia abajo. Es la nube de embudo en formación. Pero una vez que toca la superficie, lo que tenemos es un tornado si es en tierra, o una tromba marina si es sobre el mar. En este caso, lo más característico es la nube de embudo grande, desde la base de la nube hasta la superficie, formada por la condensación del aire que gira a gran velocidad alrededor del centro de baja presión: el centro del tornado. Puede decirse que es casi como un ciclón en miniatura.
Por cierto, me parece interesante contarles que esta palabra, que se escribe igual en inglés y otras lenguas, proviene del latín “tonare”, que pasó al castellano como “tornar”, que significa “girar” o “dar vueltas”.
Diferencias entre tornado y tromba marina
Casi ninguna. Puede entonces decirse que la diferencia a primera vista entre un tornado y una tromba marina radica en si está sobre tierra o sobre el mar. Sin embargo, hay otras diferencias.
Una tromba marina puede formarse en una nube cúmulo de cierto desarrollo, no tiene que llegar a ser un cumulonimbo. Eso no ocurre con los tornados.
También puede formarse sobre una superficie marina muy caliente sin que haya una “nube madre”. Se levantan de la superficie hacia arriba, siendo sistemas muy débiles, similares a los llamados “diablillos” en tierra: pequeños torbellinos que ocurren sobre una tierra muy caliente, que pueden llegar a la altura de una palma, hacen dar vueltas a partículas de tierra, hojas o papeles, pero no duran casi nada ni hacen daño.
La otra forma de generarse una tromba marina es con un mecanismo similar al tornado, pero sobre el mar. Si llega a entrar en tierra, puede considerarse como tornado. Así que a lo que ocurrió en Caimito puede llamársele tornado, pues llegó a tierra. Esas son las peligrosas. Sin embargo, usualmente los tornados resultan serlo mucho más que las trombas marinas. En primer lugar, porque son en sí más fuertes; en segundo lugar, porque tienen mayor probabilidad de azotar a un área poblada y ocasionar más daños.
Los vientos en los tornados y en las trombas marinas giran en dirección contraria a las agujas del reloj en el hemisferio norte, al igual que los ciclones y por la misma causa: la rotación de La Tierra.
Aparte del giro circular de sus vientos, se desplazan a una velocidad que va desde los 20 km / h, en los torbellinos más lentos; usualmente se mueven a 50 km / h; mientras que los más rápidos pueden alcanzar los 100 km / h de movimiento de traslación. Describen un movimiento rectilíneo y algo errático.
El efecto de destrucción de un tornado en el área afectada puede ser mayor que el de un huracán, debido a que la energía liberada se concentra en un área mucho más pequeña. Así el efecto de la velocidad del viento y la baja presión hacen que el daño sea mayor.
Se sabe que los vientos en un tornado son los más veloces que pueden ocurrir en nuestro planeta. Aun así, no se ha podido medir ni su presión atmosférica ni la velocidad de sus vientos: no hay instrumento de medición que haya sobrevivido a su paso. Se estima que los más fuertes pueden alcanzar intensísimas velocidades del viento entre 400 y 550 km / h; aunque teóricamente pudieran alcanzar la velocidad del sonido Mach-1.
La baja presión en el centro de un tornado hace que absorba y eleve por el aire multitud de objetos, algunos de ellos grandes y pesados. El las trombas marinas ocurre lo mismo, la diferencia es que la columna interior de la tromba se llena de agua (como si fuera un absorbente o pajilla de tomar refresco), por lo que los pescadores referían que “la nube bajó a tomar agua”.
Ahora presten atención a estos datos: la trayectoria promedio de un tornado es muy corta, de unos cuantos kilómetros de largo, usualmente entre 10 y 30, pero pueden llegar a 80 o 100 km. Observen que el diámetro es también muy pequeño, por término medio 400 metros, pero los hay de solo unos pocos metros; de ahí que pueda derribar una casa o grupo de casas y no pasarle nada a las de al lado.
Y aún más interesante es el hecho de que viven muy poco tiempo, solo minutos –un promedio de 9–. De ahí que antaño había personas que sacaban tijeras, o incluso le disparaban, a un tornado para destruirlo y al parecer ocurría su destrucción… Solo aparentemente: lo que pasaba es que se iba a destruir de todas maneras, pero no por la acción que habían hecho.
¿Cómo protegerse de un tornado / tromba marina?
Trataré acerca de los dos, ya que cuando una tromba penetra en tierra, puede considerarse como un tornado.
Si Ud. Observa una tromba marina o tornado que se mueve hacia Ud., nunca se quede parado ni se mueva en otra dirección que no sea la de 90º; es decir, corra a refugiarse transversalmente al movimiento del tornado / tromba. En las imágenes y videos de Caimito observé que las personas que fotografiaban, y otros que estaban alrededor, no se movían. Hay que huir de su trayectoria y refugiarse.
Recuerde que la duración será como promedio 9 minutos, con un máximo de 20 minutos posibles. Manténgase a salvo en un lugar seguro en ese tiempo.
Si no encuentra un edificio sólido, preferiblemente con sótano –y lo más probable es que no lo encuentre en zonas campestres–, el mejor lugar para guarecerse es una cuneta o depresión del terreno, y cubrirse la cabeza con los brazos y hacia abajo, aunque se moje con la lluvia, es mejor salvar la vida o no salir herido. Recuerde que cualquier objeto volador puede convertirse en un mortífero proyectil.
Un vehículo no es muy seguro, pues el tornado podría volcarlo, arrastrarlo aleatoriamente y, eventualmente, elevarlo por los aires, como ocurrió con una alzadora de caña en Camagüey en los años 80.
Los tornados, un problema para el mundo
Cuba es un país relativamente seguro si de estos fenómenos se trata. Hay por lo general pocos tornados y trombas marinas que llegan a tierra; aunque los ha habido, como la que afectó y ocasionó daños en Varadero en 1999 y el tornado de Bejucal del 26 de diciembre de 1940, que con un diámetro de 400 metros y una extensión de solo 7 kilómetros, alcanzó vientos, estimados por los daños, de más de 220 km / h y ocasionó daños en la población con una veintena de fallecidos y 250 heridos.
En los Estados Unidos alrededor de mil 200 tornados se forman cada año. Ocasionan un promedio de setenta muertos y más de mil 500 heridos anualmente. Tornado Alley es el nombre con el que se conoce al área de Estados Unidos con alta incidencia de tornados, debido a que aire muy húmedo y cálido que llega del sur, del golfo de México, interactúa con aire más frío y seco que proviene del noroeste del país, creando una gran inestabilidad atmosférica.
Donde más muertes se han producido por tornados es Bangladesh. Este país ha tenido en su historia al menos diecinueve tornados conocidos, pero con una alta mortalidad total de más de 100 mil personas, la mitad de las muertes ocurridas en el resto del mundo.
Muy buen artículo. Me sirvió mucho. Gracias
Perdón, que yo sepa, Caimito pertenece a Artemisa.
Dct me gustaria que hablara mas sore este tema,