Centenares de miles de afectados por cortes eléctricos, casas anegadas y otros daños en viviendas, cultivos e infraestructuras son el saldo del huracán Michael a su paso por el extremo oeste de Cuba.
En la provincia de Pinar del Río, la más occidental de la Isla y la más afectada por el ciclón, más de 200 mil personas –el 86 por ciento de la población– permanecían sin servicio eléctrico la noche de este martes como consecuencia del temporal, según la empresa eléctrica estatal.
Esta situación impedía el bombeo de agua en una parte de los sistemas de acueducto de la provincia, de acuerdo con el diario Granma.
Michael, que pasó sobre la punta oeste de Cuba con una fuerza 1 de 5 en la escala Saffir-Simpson, dejó fuertes lluvias, vientos huracanados, inundaciones y caídas de árboles y postes eléctricos no solo en Pinar del Río sino también en la sureña Isla de la Juventud, donde anegó viviendas, infraestructuras y provocó más cortes eléctricos.
También se han producido daños en cultivos agrícolas y en semilleros de tabaco, mientras el transporte por carretera quedó prácticamente cortado, aunque se ha ido restableciendo paulatinamente.
Las autoridades cubanas no han ofrecido de momento una valoración completa de los daños producidos por el huracán, que según los informes más recientes no ha dejado muertos ni heridos graves.
Evaluaciones preliminares, citadas por Granma, hablan de unas 180 afectaciones en la vivienda en Pinar del Río, donde todavía permanecen más de 10 mil familias damnificadas de eventos meteorológicos anteriores, que residen en “facilidades temporales”.
A la provincia de Pinar del Río se ha desplazado un contingente de más de 500 operarios de diversos lugares de Cuba para ayudar en las labores de restablecimiento del servicio eléctrico y otras tareas para aliviar los daños producidos por Michael.
El número de evacuados no fue tan alto como en otras ocasiones, con unas 300 personas hasta la noche del lunes en Pinar del Río y un número indeterminado de vecinos desplazados en zonas vulnerables a inundaciones costeras en Isla de la Juventud y en la provincia de Artemisa.
En La Habana se registraron lluvias y vientos sin consecuencias graves, y se retiraron unos 71,000 metros cúbicos de desechos sólidos, fundamentalmente en zonas de alcantarillado y drenaje de las aguas, según informaron las autoridades.
También se reforzaron las brigadas de apuntalamiento de edificios y están activados los equipos responsables de esa actividad, ya que los derrumbes tras lluvias intensas son relativamente frecuentes por el mal estado de parte de las edificaciones de la capital.
En la provincia de Matanzas, que también estaba entre las cinco provincias en alerta y donde se ubica el popular balneario turístico de Varadero, las autoridades estaban preparadas para evacuar a más de 17,000 visitantes de los hoteles, aunque finalmente no fue necesario.
Pese a que las bandas de circulación externa del ciclón siguieron afectando a la zona oeste del país en las últimas horas con lluvias, tormentas eléctricas y rachas de vientos fuertes, el impacto del Michael sobre la Isla disminuye a medida que se aleja.
El Instituto Meteorológico cubano alertó de que se mantenía riesgo de inundación en zonas bajas del litoral. Además, el Instituto de Recursos Hidráulicos mantiene una atenta vigilancia sobre los niveles de las presas, de las que hay más de una treintena desembalsando agua tras las fuertes lluvias.
Michael, ya convertido en un huracán categoría 4, impacta este miércoles el noroeste de Florida. El patrón de trayectoria indica que el ojo de Michael tocará tierra en la zona del Panhandle o del Big Bend, la esquina noroccidental del estado, para finalmente cruzar ya debilitado el sureste de Estados Unidos.
El año pasado Cuba sufrió el azote del poderoso huracán Irma, que dejó diez muertos y pérdidas cuantificadas en 13,185 millones de dólares en viviendas, infraestructuras y el sector agrícola y ganadero tras barrer el litoral norte de la isla, según datos oficiales.
EFE / OnCuba