Luego de un “experimento” realizado desde el pasado diciembre en dos tiendas de La Habana, las autoridades cubanas decidieron ampliar a otros establecimientos de la Isla la medida de entregar a los clientes el vuelto exclusivamente en pesos cubanos (CUP) en lugar de pesos convertibles (CUC).
La prueba había comenzado en los centros comerciales Almendares y 5ta y 42, ambos del municipio habanero de Playa, como parte de “las medidas de ordenamiento monetario” llevadas adelante por el gobierno cubano. Entonces, se había informado que “en dependencia de sus resultados”, se evaluaría “su extensión progresiva a otros establecimientos comerciales en La Habana y el resto de las provincias.”
Tres meses después, las autoridades aseguran que “la experiencia ha sido favorable y ha fluido sin mayores contratiempos en cuanto al reaprovisionamiento y disponibilidad del efectivo”, según comentó al diario Granma Beatriz Moreno, directora económica de la corporación estatal Cimex.
Por tal motivo, de acuerdo con la publicación, “en correspondencia con estos resultados positivos, la Corporación Cimex ya ha emprendido su ampliación a otras tiendas del país” y espera que al cierre de marzo 23 centros comerciales entreguen todos sus vueltos en CUP, siete de ellos en la capital y el resto distribuidos a lo largo de la Isla.
Moreno dijo que en esta ampliación se han priorizado “los centros comerciales fundamentales, céntricos y, sobre todo, seguros, con personal capacitado para asumir estas operaciones” y confirmó que “la estrategia es llegar, al menos, a una tienda por municipio”.
Por su parte, Maray Abreu, directiva de Tiendas Caribe, afirmó que aunque su cadena no ha incorporado nuevas tiendas, “ya tiene creadas las condiciones” para ampliar la medida a otros 18 establecimientos antes de que concluya marzo. De esta forma, llegaría a 19 centros con esta “experiencia” en el país, cinco de ellos en La Habana.
Abreu reconoció que en un inicio fue necesario realizar “algunos ajustes relacionados con los reembolsos”, una situación que dijo, ya había sido “superada”.
De acuerdo con ambas directivas, la extensión “seguirá siendo paulatina en dependencia de las condiciones de cada lugar”, en función de responder a “las reiteradas quejas de la población por irregularidades con los cambios en CUC”, y seguir “avanzando en las estrategias de ordenamiento monetario del país”.
En las tiendas seleccionadas para aplicar esta medida se mantienen las ventas en ambas monedas (CUC y CUP), así como el pago a través de tarjetas magnéticas. Solo el vuelto se devuelve a los compradores únicamente en CUP.
El peso convertible (CUC) es una de las dos monedas vigentes en la Isla, junto con el CUP. Oficialmente es equivalente al dólar –aunque esta divisa está sujeta a un gravamen en la Isla– y su cambio oficial es de 25 CUP en el caso de su compra al gobierno y de 24 en el caso de su venta a este.
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Esta dualidad mometaria, que comenzó en la Isla a raíz de la severa crisis económica de los años 90 y la despenalización del dólar, se ha convertido en una espada de Damocles para la golpeada economía cubana. Desde 2014 –fecha desde la que se permite pagar en CUP en las tiendas de CUC–, las autoridades anunciaron el inicio de los trabajos para la erradicación de la esa dualidad, la cual no se ha implementado todavía en medio de las tensiones que ha atravesado el país.
Sin embargo, el actual gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel ha afirmado que trabaja en el proceso de reunificación y ha tomado un grupo de medidas en esta dirección, entre ellas esta, al tiempo que crecen los rumores en las calles y redes sociales sobre un posible día 0 en el que el CUC desaparezca.
El pasado año el gobierno anunció la prohibición de importar CUC –la exportación ya lo estaba desde 2012–, lo que supuso también la eliminación del uso de esta moneda en el interior de los aeropuertos (en frontera). Además, autorizó importaciones y abrió tiendas para la compra de un grupo de artículos en moneda libremente convertible, a través de tarjetas magnéticas asociadas a cuentas bancarias.