Para Nestlé, la empresa de alimentos más grande del mundo, Cuba “sigue siendo un país de oportunidades”. Laurent Freixe, vicepresidente de la compañía, quiere reforzar su presencia en la Isla, convencido de las posibilidades que supone el crecimiento del sector turístico.
Freixe anunció recientemente las negociaciones de Nestlé con el gobierno cubano para crear una empresa mixta dedicada a la fabricación y distribución de café, galletas y productos de cocina.
La fábrica, cuyo monto se calcula entre 50 y 60 millones de dólares, estaría en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, al oeste de La Habana. Sus producciones se destinarán fundamentalmente al mercado cubano, aunque no se descarta la “idea de exportar”, según comentó a la agencia Reuters.
“El café, en particular, es ideal para la exportación”, dijo el también jefe de la División para América de la multinacional. Al respecto, señaló el éxito de una edición limitada de café cubano Nespresso, de Nestlé, que en 2016 se convirtió en el primer café cubano vendido en los Estados Unidos en más de 50 años.
Sobre el estado de las negociaciones con la contraparte cubana, Freixe aseguró que están “al 99 por ciento listas”. Además, dijo que Nestlé tendría un 51 por ciento de participación en la empresa mixta.
Aunque no se ha especificado cuándo se cerrará el acuerdo, se espera que la nueva fábrica comience a funcionar en la segunda mitad de 2019 y brinde empleo a unas 300 personas.
En opinión del vicepresidente de Nestlé, la nueva empresa permitirá atender la creciente demanda de alimentos generada por el aumento del turismo en Cuba.
“El turismo va a duplicarse en los próximos años con una demanda que hoy día está solo parcialmente cubierta por la producción local”, apuntó Freixe. Por ello estima que los altos niveles de importación del país representan “un potencial importante en el futuro” para su compañía.
Nestlé está considerando expandirse con otras dos fábricas en Cuba, adelantó. Además, renovó por otros 20 años el contrato de una empresa mixta productora de helados en Mariel.
Las ventas de Nestlé en la Isla aumentaron el pasado año, a la par de los ingresos de la multinacional en Latinoamérica. El incremento no responde todavía a las expectativas de Freixe, quien reconoce limitaciones de liquidez, “pero la demanda está ahí y estamos creciendo”.
El interés de Nestlé es una buena señal para Cuba, que enfrenta una situación delicada tras una contracción económica de 0,9 en 2016. Potenciar la inversión extranjera no como “una especie de mal necesario”, sino como “un elemento importante”, es una de las claves para el deseado despegue, según apuntara el ministro cubano Rodrigo Malmierca en la Feria Internacional de La Habana del pasado año.
De acuerdo con la viceministra de la Industria Alimentaria de Cuba, Betsy Díaz, actualmente existe una veintena de proyectos con capital extranjero valorados en más de 762 millones de dólares.
Estos tienen como prioridad sectores de la economía donde la producción local es insuficiente como refrescos y aguas, cárnicos, lácteos, procesamiento de frutas y vegetales, pastas alimenticias, harina de trigo y la actividad pesquera.
Citada por la Agencia Cubana de Noticias, Díaz mencionó oportunidades de negocios relacionadas con la distribución internacional del camarón y el ron cubanos, y se refirió a un proyecto para la fabricación de cerveza en la Zona Especial del Mariel.
Hasta el momento son 24 las empresas aprobadas para esta zona, de las cuales 8 están en funcionamiento. Hace unos días se informó la incorporación de nuevos proyectos de Portugal, Panamá, Brasil y España, con lo cual llegaron a 11 los países involucrados, incluida Cuba.
De acuerdo con Oscar Pérez, director de Evaluación de Negocios para el Mariel, la zona ha captado hasta hoy unos 966 millones de dólares por vía de la inversión extranjera, lo que en su opinión demuestra un avance “de forma discreta, pero sostenida”.
La edición limitada cubanía de nespresso tenía un aroma y gusto inspirados en el café cubano pero aclaraba que no había un solo átomo de café cubano en las cápsulas.
Tim, gracias por el comentario. No obstante, una información divulgada en 2016 por la propia compañía y replicada por varios medios afirmaba que las cápsulas de Nespresso, denominados Cafecito de Cuba, contienen “granos de arábica cubanos cosechados por pequeñas granjas en las regiones de Granma y Santiago de Cuba de Cuba”. Según un portavoz de Nespresso, la compañía había comprado los granos al por mayor en la Isla, y luego de empaquetarlos en Europa, los llevó a los Estados Unidos. Ello fue posible después que la importación de este producto desde el territorio cubano fuera autorizada gracias a la flexibilización de la administración Obama a las medidas restrictivas del bloqueo de los Estados Unidos hacia Cuba.
Eric gracias por la aclaración, por desgracia la edición Cafecito de Cuba no circuló en Europa así que ni sabía que la habían sacado, enhorabuena entonces 🙂