Recientemente hemos conocido dos noticias que guardan relación con un gas: el ozono.
Los medios informativos señalan que la NASA de los Estados Unidos (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio) reportó que el pasado 2 de octubre del 2015 el llamado Agujero en la Capa de Ozono en la alta atmósfera, alcanzó un tamaño record para un día sobre la Antártida, al expandirse en su punto máximo a un área de 28,2 kilómetros cuadrados.
Por otra parte, Prensa Latina informó el 30 de octubre que se inauguraron en La Habana dos estaciones automáticas para medir la calidad del aire, donadas por el gobierno de China. Estas estaciones permitirán llevar un registro acucioso de concentraciones de varios gases contaminantes, entre ellos el ozono troposférico, el que existe en la superficie donde Ud. y yo vivimos. Así será fortalecida la capacidad tecnológica para el estudio y monitoreo continuo de la calidad del aire en La Habana.
Estas noticias están ligadas al comportamiento y acción de un mismo gas: el ozono. Lo que las diferencia es la influencia de dos caras distintas con las que se nos presenta este gas, pues en un caso es un gas “bueno”, en la alta atmósfera, y en otros casos es “malo”, el que se encuentra en la superficie de La Tierra.
¿Por qué es “bueno” el ozono en la alta atmósfera?
El ozono que se forma en la alta atmósfera, en la capa atmosférica que se llama estratósfera, que es dónde se encuentra su mayor concentración, está situado entre los 15 y 50 kilómetros de altura. Esa es la llamada Capa de Ozono, la cual rodea al planeta.
Se dice que es “bueno”, porque sin este ozono NO existiría la vida en nuestro planeta Tierra. Es el escudo que protege a todos los habitantes del planeta de la perjudicial radiación ultravioleta (UV) del Sol, en especial filtrando la letal radiación UV-B (ultravioleta-B), la más nociva para todo lo vivo.
Para un país como Cuba, con mucho Sol todo el año y con bellísimas playas, resulta esencial, pues detiene la mayor parte de la radiación UV del Sol, aunque claro que no toda. Por eso es que también hay que usar cremas bloqueadoras para proteger la piel de esta nociva radiación.
Pero hay compuestos que se usaban hace años como propulsores de aerosol en los desodorantes, perfumes, también en equipos refrigeración y aire acondicionado: son los Clorofluorocarbonos, o CFC, que acababan con el ozono en la alta atmósfera, y su sobrepresencia originó el agujero en la capa de ozono y con ello el incremento de la radiación UV en algunas áreas del planeta.
Afortunadamente, el Protocolo de Montreal de 1987 eliminó estos compuestos, que ya no se usan, pero el daño ya estaba hecho. Algunos de estos compuestos pueden durar cientos y miles de años antes de autodestruirse. Así que el problema está solucionado en parte, pero es necesario que pase el tiempo para el regreso a la normalidad. Por eso es que el agujero en la capa de ozono ha seguido creciendo todavía, como lo muestra fehacientemente la información de la NASA ya citada.
Aclaremos que en Cuba no hay que preocuparse por esto, pues ese agujero, o disminución de la concentración de ozono en la alta atmósfera, ocurre sobre la Antártida y la parte sur de los continentes situados en el hemisferio sur, al igual que en la zona polar Ártica, en el norte, pero no en los trópicos. En la zona tropical las concentraciones son estables y normales todo el año. Es decir, sobre Cuba, nada ha variado con relación a este ozono ni, por tanto, tampoco existe ninguna influencia nociva.
¿Por qué es “malo” el ozono en la superficie?
El Ozono superficial es un contaminante atmosférico muy perjudicial. Se genera al pasar una chispa eléctrica por una atmósfera con oxígeno, como en las tormentas eléctricas por los rayos. Es ese olor característico que sentimos cuando truena y también por las chispas emitidas por los motores eléctricos. El ozono superficial también se forma cuando los rayos solares calientan el monóxido de carbono, el gas que se produce en los escapes de automóviles y camiones, y a partir de las chimeneas o torres de las industrias. Y esas son sus fuentes principales.
Cuando del ozono se hace un uso controlado, éste tiene un gran uso terapéutico. Por ejemplo, en Cuba se emplea en el tratamiento de la hernia discal, la desnutrición en niños ocasionada por parasitismo, las infecciones por giardia, afecciones en la piel ocasionada por hongos o bacterias, el impétigo, y además, para el tratamiento de agua potable y residual. También se ha comenzado a usar como una terapia complementaria en la retinosis pigmentaria y se avanza para desarrollar el tratamiento del cáncer en estudios pre-clínicos, en fase investigativa, según informes de prensa. En ese sentido es un compuesto químico beneficioso.
Pero este gas, circulando de manera natural en la atmósfera baja, ocasiona bastantes daños y es un gran problema.
El ozono permanece en las capas superficiales del aire en Cuba casi todo el año, pero alcanza sus concentraciones máximas en invierno. El gas, bajo la influencia de fenómenos meteorológicos como frentes fríos, huracanes y altas presiones, puede trasladarse largas distancias.
Cuando llegan los frentes fríos a Cuba, detrás de ellos viene la masa de aire continental más fría proveniente de zonas de alta generación de ozono, principalmente de las áreas industriales de los Grandes Lagos en Estados Unidos y Canadá.
El ozono a nivel del suelo, al igual que otros contaminantes, puede desencadenar y empeorar los síntomas asmáticos y también provocar crisis de asma.
Además de los efectos dañinos a la salud humana, los provoca también en la vegetación. El monitoreo efectuado en Cuba ha permitido conocer que con determinadas concentraciones de ozono aparecen daños en cultivos fundamentales como el tabaco, la papa, el ajo, la cebolla, el tomate. Las personas no se contaminan en nada al ingerir estos alimentos. No se trata de eso, sino que se dañan los cultivos comercialmente y merma mucho la producción.
En el caso del tabaco lo que se comercializa es la hoja y, cuando el ozono la afecta, le aparecen manchas y ya no se puede comercializar, disminuyendo la manufactura del tabaco de capa, el más cotizado.
En los años 70 del pasado siglo XX, se iniciaron en Cuba las primeras mediciones del ozono y las investigaciones sobre sus efectos. En 1991, comenzó a emplearse un Sistema de Alerta Temprana (SAT) para el ozono, que permite, tomando en cuenta las condiciones esperadas de los sistemas meteorológicos en las capas más bajas de la atmósfera, conocer que las concentraciones del gas van a incrementarse en alguna región de Cuba, para entonces proceder a proteger la producción agrícola y forestal con cinco días de antelación. Dicho Sistema de Alerta Temprana se estableció a escala nacional por un equipo multidisciplinario sobre el ozono liderado por el Dr. Jesús Ramírez Almoguea, del Centro de Contaminación Atmosférica del Instituto de Meteorología.
Con la adquisición de las dos nuevas estaciones mencionadas al inicio el SAT, junto al monitoreo y estudio del ozono superficial, será seguramente fortalecido.
Por último, y para añadir otra característica “mala” a su expediente, el ozono es un gas que influye en el Cambio Climático porque absorbe mucho más calor que el Dióxido de Carbono (CO2), y es el tercer elemento en importancia. Por ello, con cantidades menores del gas se provoca un mayor efecto invernadero. ¡Bien malo resulta este ozono!
Una vez más lo digo, el Dr Rubiera es un ejemplo de científico, nos enseña cuestiones importantes, necesarias, y en elneguaje tan ameno y potabilizado q da envidia y debería ser modelo para los otros periodistas de este sitio.
Uds se imaginan al Dr Rubiera enredando algo q de por sí ya es complicado, con metáforas acerca de la naturaleza, la física, la química, etc, no q va, pa eso q se vaya a escribir en revistas cientificas, eso es otra cosa, pero esto es popular, lo lee el pueblo, entonces, sin bajar el nivel, pq no lo baja, el hombre nos escribe simple. Gracias doctorisimo.
Muchas gracias Dr. Rubiera, con su explicación sobre este aspecto tan importante. Ud., como siempre, orietandonos acerca de las cuestiones que debemos saber.
Ejemplo de altuismo cientifico