El incendio de este jueves en la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, de Cienfuegos, no retrasará la entrada planificada de las dos unidades dañadas gravemente por el fuego.
La recuperación de áreas afectadas “se enmarcará en el tiempo planificado al mantenimiento de la unidad número tres”, dijo a Canal Caribe el director General de la Unión Eléctrica (UNE), Alfredo López Valdés, citado por Cubadebate.
El ingeniero precisó que los trabajos “no postergarán” la entrada de esa máquina, y que el mantenimiento de los bloques tres y cuatro continuarán con su cronograma concebido.
Agregó que en estos momentos se gestionan los recursos para restablecer sistemas eléctricos dañados por el incendio del jueves.
El siniestro afectó cables e interruptores “que alimentan los equipos auxiliares de las plantas”, así como bombas alimentarias, de condensado, además de equipos “que son básicos para el funcionamiento”, explicó López Valdés.
La Unidad No. 3, sometida a una compleja reparación en su turbina, debe sincronizar con el SEN en la primera quincena de abril con sus 158 MW de potencia nominal. En la evaluación de la avería, realizada durante la noche de ayer, la reparación de la avería eléctrica derivada del incendio se hará a la par con la reparación de la turbina, señaló el ingeniero.
Hasta abril y junio no se incoporarán las unidades averiadas de la termoeléctrica de Cienfuegos
Por su parte, la Unidad No. 4, que recibe un mantenimiento parcial ampliado capitalizado con énfasis en su caldera, tiene previsto el arranque para la primera quincena de junio, también con 158 MW. Ambas unidades están fuera de servicio desde el 18 de octubre pasado, una situación sin precedentes en años recientes para esta termoeléctrica.
De acuerdo con parte más reciente de la Unión Eléctrica, para el horario pico de este viernes se espera la entrada de la CTE Mariel, con una disponibilidad de 1820 megawatts frente a una demanda máxima de 3 300 megawatts, para un déficit de 1480.
En ese sentido, se espera que en ese horario, el de mayor consumo, halla una afectación de 1550 megawatts, precisa el reporte.
La crisis energética que atraviesa Cuba se debe principalmente a la carencia de combustible —debido a la falta de divisas para importarlo— y a las reiteradas averías en las obsoletas centrales termoeléctricas, con décadas de explotación y un déficit crónico de inversiones.