Poner a Cuba en el mapa, literalmente

Foto: Cortesía de la periodista francesa Manon Aubel

Foto: Cortesía de la periodista francesa Manon Aubel

Podría empezar contando que Jorgito es ingeniero porque, cuando era joven y vivía en Camagüey, quería construir naves espaciales. El primer día en la carrera de Automática en la Universidad Central de Las Villas estaba aún aturdido, pero a la mañana siguiente ya sabía que eso no iba a pasar. Sin embargo, diseñar una nave espacial pudo haber sido el sueño de miles de niños, y no aporta demasiado a esta historia. O a lo mejor sí.

El asunto comienza verdaderamente en 2006, cuando un proyecto de su trabajo en la Dirección de Informática de la Oficina del Historiador de La Habana hizo pensar a Jorge Luis Batista en cómo mapear el casco histórico de la capital a todo detalle y ponerlo online. Tiempo después, con mucho dato recogido y voluntad persistente, él ejerce como el “embajador” cubano ante una plataforma colaborativa internacional diseñada sobre software libre que dedica energía e intelecto gratuitos de más de dos millones de personas en función de crear un mapamundi tan exhaustivo como abierto.

Open Street Map (OSM), según definen sus creadores, es “un proyecto abierto, social, y de dimensiones gigantescas, elaborado por personas normales”. Lanzada en 2004, la plataforma aboga por crear mapas libres de ser usados por cualquiera, sin licencias que los restrinjan a instituciones, a partir del conocimiento de cada usuario sobre su barrio, ciudad o país.

Como en Wikipedia, hay varias formas para contribuir al conocimiento común: desde trazar una vía o poner la etiqueta de un hospital hasta coordinar un evento como la Fiesta del Mapa. Paralelamente a la plataforma OSM, la fundacion fundación norteamericana OSGeo promueve el desarrollo colaborativo de tecnologías geoespaciales y datos abiertos.

mapa cuba osm

Por la época en la que el cubano Jorge Luis Batista empieza a trabajar gestión de cartografía online y se une a la fundación  OSGeo, esta última crea un capítulo para los hispanohablantes. En las primeras elecciones de esa sección, fue propuesto como parte de su Consejo de Dirección, en el cual estuvo desde 2008 a 2011.

La Fundación pone en práctica un modelo de democracia en Internet, con elecciones, discusiones públicas y derechos para participar. Las reglas contemplan que, para cada cambio, el 25{bb302c39ef77509544c7d3ea992cb94710211e0fa5985a4a3940706d9b0380de} de los votos hará quórum y más de la mitad aprobará la cuestión.

A partir de su trabajo en OSGeo, Batista oyó hablar de aquellos “frikis del mundo que estaban empezando a echar a andar el proyecto de los mapas al estilo Wikipedia”.

¿Qué se hace para colaborar en Open Street Map? Pues, de todo, desde trabajo de campo hasta mantener funcionando los servidores. Los usuarios pueden apoyar tanto en la recogida de datos como en su procesamiento o en la corrección de las trazas que otros han subido a la plataforma. Para la actualización de los mapas, se suelen emplear imágenes de satélite o información obtenida in situ mediante dispositivos con GPS, que permiten determinar la latitud, longitud y altura en que nos encontramos, desde cualquier punto de la tierra y con un mínimo margen de error.

Se puede mapear en bicicleta, a pie…

El camagüeyano, conocido en las redes sociales y la blogosfera con su nombre de “guerra” PB Echeverría, comenta que la infraestructura de datos geoespaciales en Cuba siempre ha estado en manos de militares. La institución vigente en estos momentos es el grupo empresarial GeoCuba, vinculado al Ministerio de Fuerzas Armadas Revolucionarias.

El empleo de dispositivos GPS para recoger información ha estado bastante restringido para los civiles, sobre todo un tiempo atrás, porque se consideraba una brecha de seguridad nacional, o sea, utilizable para “darle información al enemigo”.

No obstante, Jorge cuenta que a él realmente nunca lo han parado por la calle por andar con un GPS en la mano. “Realmente no tiene mucho sentido: ahora mismo una persona con un teléfono puede hacer lo mismo que yo con un GPS. O alguien del extranjero puede obtener los mismos datos al comprar una imagen satelital reciente de alta precisión”.

La comunidad de los maperos no era demasiado vieja cuando logran su primera reunión oficial en Cuba. Casi no estábamos en el mapa, es decir, los mapas de la isla en OSM ofrecían escasa información. Dentro de las actividades del evento Informática 2009 se incluyó  una Fiesta del Mapa (Mapping Party), iniciativa de OSGeo en coordinación con la lista OSM en español. A la peculiar fiesta se sumaron participantes de instituciones nacionales como la misma GeoCuba o la Universidad de Ciencias Informáticas.

Foto: Cortesía del entrevistado
Foto: Cortesía del entrevistado

Una quincena de interesados desandaron el Casco Histórico, recogiendo cualquier tipo de información que tuviera utilidad cartográfica, como el nombre de las calles, las cafeterías (junto con sus horarios y ofertas) o los bancos donde resguardarse del sol habanero. Al no poder usar dispositivos GPS, en aquel momento se optó por una alternativa criolla: imprimir papelitos con mapas de La Habana y pedir a los participantes que escribieran sobre ellos. Todos esos datos fueron recogidos y procesados después. Luego de esa tarde, la vista de La Habana Vieja en OSM estaba mucho más llena.

Además, se ofrecieron una serie de conferencias en el Hotel Palco de la capital, relacionadas con el empleo de software libre para la gestión cartográfica. Todos los ponentes, menos Jorge Luis Batista, eran extranjeros.

La comunidad de colaboradores de Open Street Map radicada en Cuba es muy pequeña y débil, aún hoy. Se han reunido par de veces, más que nada para conversar o contarse dónde quisieran ir a mapear. “La mayoría de la gente introduce datos de Cuba desde afuera: cubanos en el exterior, o extranjeros que han venido de visita. Yo creo que estamos mitad y mitad en ese sentido”.

De hecho,el primer esfuerzo coordinado para mapear a Cuba en OSM lo hizo un grupo de 10 muchachos alemanes, desde su país. Dedicaron varios días de sus vacaciones a poner toda la información que pudieron, que obtenían estudiando fotos satelitales. Muchas veces, los voluntarios se apoyan en lo que pueden ver en las imágenes tomadas por satélite, y luego suelen pedir a los “nativos” que revisen su trabajo para detectar errores o inexactitudes.

¿Qué se puede hacer para fortalecer la comunidad OSM cubana?

“Lo que hace falta es que la gente lo use, para que luego entiendan que también es suyo. Nosotros los cubanos tenemos una idea: cuando una cosa es de todos, no es de nadie. Nos pasa con todo; la guagua no es de nadie, la ciudad no es de nadie… los mapas, tampoco son de nadie. Realmente, en el mundo la cosa es al revés: lo que es de todos, es de todos, y tenemos responsabilidad sobre eso.

“Como mismo somos libres de utilizar los mapas, podemos hacer cosas para mejorarlos. Por muy poco que se contribuya, se está aportando algo. El tema es darnos cuenta de que eso no es responsabilidad de alguien más, también puede ser nuestra responsabilidad”.

Jorge Luis Batista dispersó la idea de “poner a Cuba en el mapa” a la audiencia de las charlas TEDxHabana 2015, evento organizado en Cuba por segunda vez en noviembre pasado. Aunque, según él, su objetivo allí no era realmente hablar de mapas, si no de construcción colectiva.

¿Qué es lo más loco que has hecho para mapear?

Imagen cortesía del entrevistado
Imagen cortesía del entrevistado

“No he hecho nada realmente raro. La historia con el perro que conté en TED fue muy sencilla. Perry Mason ya me seguía a todas partes cuando yo salía en bicicleta a mapear, y como en aquel momento el asunto de los GPS estaba más controlado, un día decidí colgar el aparatico a él para no tenerlo yo encima. Él hacía más o menos el mismo camino, corriendo detrás de mí, así que al final podía quitarle el aparato y descargar la información más o menos como si la hubiese recogido yo mismo”.

Ahora mismo, es posible abrir OSM y encontrar información de Cuba entera. Algunas zonas con más exactitud que otras, por lo que siempre quedan datos que aportar a este esfuerzo voluntario. A Jorge Luis Batista los mapas, más que cartografía, le han enseñado cómo funciona la democracia en Internet. “En TED, yo quería que la gente sintiera que hay cosas que podemos hacer entre todos. Poner a Cuba en el mapa, desde mi punto de vista, era para nosotros coger el timón hacia el país que queremos”.

Salir de la versión móvil