Luego de décadas de limitación visual, los periódicos de Cuba saldrán en colores gracias a una reconversión tecnológica que se realiza desde el 3 de mayo en el poligráfico de Villa Clara.
Sin embargo, este proceso, “ha impactado negativamente en la distribución de la prensa en el centro y el occidente de Cuba”, pues el poligráfico de La Habana debió asumir “un alto volumen de impresión” sin tener ya condiciones técnicas óptimas, informa el diario Granma.
La actualización tencnológica en Villa Clara, además de mejorar la imagen de los periódicos, busca también acortar el tiempo de producción y mejorar la distribución de las publicaciones. Forma parte de un programa integral que debe durar más de un año, y que “abarcará el resto de las entidades participantes en el proceso de edición, producción y distribución de la prensa”.
No obstante, reconoce Granma, la primera estapa de este proceso es “la más compleja”, debido a que a su carga habitual, la Empresa Gráfica de La Habana suma ahora las tiradas de los periódicos de las provincias centrales y los nacionales —Granma, Juventud Rebelde y Trabajadores— que se distribuyen en esa región.
El diario explica que el poligráfico habanero “posee máquinas que datan de la década del 80 del siglo pasado, para las que ya no se fabrican piezas de repuesto y, de ejecutarse, resultaría muy complejo y costoso sustituirlas”.
Según se explica, esto ha provocado “demora del proceso de impresión en las condiciones descritas y la complejidad extra de transportar los periódicos a través de distancias mucho más largas”.
En el caso de la Isla de la Juventud, “la suspensión de los vuelos debido al deterioro del clima ha influido en el retraso de los periódicos”.
Los medios de prensa cubanos han tomado medidas organizativas y adelantado sus horarios de cierre, mientas Correos de Cuba –empresa encargada de la distribución de las publicaciones– garantiza “en la medida de lo posible” la transportación y la llegada de los periódicos a su destino “en los plazos razonables”.
A pesar de esto, “hasta tanto no concluya dicho proceso de reconversión tecnológica, se pueden producir afectaciones en el servicio de entrega de la prensa a los suscriptores estatales y particulares, y en su comercialización a la población”, afirma Granma, aunque asegura que “todos los periódicos mantendrán sus niveles de tiradas y su frecuencia de circulación durante el proceso inversionista”.