Primera planta bioeléctrica cubana sincroniza a un central azucarero

La planta está ubicada en las instalaciones del central azucarero Ciro Redondo, en la provincia de Ciego de Ávila, y su diseño le permite quemar bagazo de caña y otras biomasas.

El central Ciro Redondo, en el municipio de igual nombre, entra en acople con la Bioeléctrica aledaña. Foto/Osvaldo Gutiérrez/ACN.

La primera planta bioléctrica en Cuba fue sincronizada este fin de semana con el central azucarero Ciro Redondo, en la provincia de Ciego de Ávila, un paso calificado como “hito nacional”, según el diario estatal Granma.

El medio refiere que aunque la bioeléctrica comenzó a generar y entregar corriente al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) desde el martes pasado, esta interconexión  permitió la molida y entrega de bagazo desde el coloso, así como aportó los primeros megawatts.

Central eléctrica flotante en camino de Turquía a Cuba

La vicepresidenta de la empresa mixta Biopower S.A., Carmen Taboada González, dijo que el funcionamiento de la planta forma parte de su proceso de pruebas y puesta en marcha. 

La construcción de la primera bioeléctrica cubana se inició en abril de 2017 y está diseñada para quemar bagazo de caña y otras biomasas, como el marabú.

Durante el reciente fin de semana, y según el Ministerio de Energía y Minas de Cuba, se realizó también las sincronización al SEN de la planta flotante de generación eléctrica que llegó a la capital cubana procedente de Turquía, producto de un convenio entre el gobierno de la Isla y la empresa Karadeniz Holding de esa nación.

Se estima que con su puesta en marcha dicha planta pueda aportar alrededor de 130 megawatts al sistema.

Primera central bioeléctrica de Cuba entra en funcionamiento de manera continua

Aunque no han trascendido detalles de la operación, el citado organismo reconoció y agradeció a través de su cuenta en Twitter a todos los trabajadores “que hicieron posible la sincronización de la Central Eléctrica Flotante al SEN”.

Cuba ha padecido este año una grave crisis económica, condicionada por la pandemia, y también reflejada en la generación de energía eléctrica, cuya caída en los meses de verano produjo gran malestar en la población, al punto de incidir en las manifestaciones de julio.

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