ORACIÓN EN DÉCIMAS HEROICAS
Oh, Santa Virgen de la Caridad,
Madre mía y Señora Soberana,
con qué alegría acudo en la mañana
a postrarme a tus pies. Es mi verdad.
Virgen de los Milagros, oh, deidad,
protégenos, ayúdanos, cuidados
da a los enfermos y a los apenados,
ánimo al afligido, al pobre gracia,
salva a nuestras familias de desgracias,
que hay jóvenes y niños asustados.
Nadie puede anunciar las maravillas
que tú obras cada día y que provocan
luz en las almas que tanto te invocan,
reafirmando confianza en las semillas.
Virgen del Cobre, tú, que tanto brillas
brilla en nosotros, ve por mí también
tu Santuario del Cobre es nuestro edén.
Oh, Venerable Virgen, tiende el manto.
Sé siempre manantial de nuestro canto.
Protégenos, Cachita nuestra, Amén.
ORACIÓN EN ROMANCE
Virgen de la Caridad,
nunca apartes tu mirada
de nuestros hogares, líbranos
de infortunios y desgracias
de enfermedades y penas,
de epidemias y borrascas,
de incendios, rayos y centellas
y no permitas por nada
que el pecado nos separe
del amor y la confianza
hacia tu Divino Hijo
que ojalá en carro de plata
recorra todos los ámbitos
del mundo, y la paz nos traiga.
Virgen de la Caridad,
Santísima y venerada
ruega por todos nosotros.
Dulcísima Virgen Santa,
defiéndenos y protégenos,
ahora y siempre, en cada etapa
y en la hora de nuestra muerte.
Amén, Cachita sagrada.
ORACIÓN EN ROMANCE (2)
Acordaos, oh piadosa,
Virgen María, Santísima,
que jamás se ha oído decir
de ninguno en esta vida
que haya acudido a Vos
e implorado vuestra digna
asistencia o reclamado
vuestro socorro y vigilia
y haya sido abandonado
por vos, oh Virgen amiga.
Movido por tal confianza,
a Vos acudo, Cachita,
Virgen, Madre de la vírgenes,
Patrona de nuestra isla,
y aunque me acerque gimiendo
bajo el peso de mis cuitas
me atrevo a comparecer
ante vuestra tan Santísima
presencia, oh, mi soberana.
No desechéis, no, purísima
Madre de Dios, mis humildes
súplicas, mis penas mismas,
antes bien, con tu piedad
debes mis penas oírlas,
verlas favorablemente.
Y Amén, oh Virgen Santísima
ORACIÓN EN DÉCIMAS
Virgen de la Caridad,
tú que nunca desamparas
a los que te dan la cara
en el campo y la ciudad.
Que siempre tienes piedad
por los que sufren y escuchas.
Yo sé que a mi lado luchas
con mi familia y conmigo
por ver si vencer consigo
nuestras penas, que son muchas.
Virgen bendita, haz que impartan
la justicia en nuestro caso,
y estemos bajo el abrazo
de tu Hijo. Si nos apartan
haz que vuelva. Que no partan
mi fe. Cada día más
confío en que ayudarás
a darle una solución
a mi dura situación
y a no volver nunca atrás.
Y por último, te pido
protección antiepidemia,
que se acabe esta pandemia
que tanto nos ha dolido.
Menos dolor. Más sentido
de pertenencia insular.
Ayúdanos a sanar,
pero todas las heridas.
Que no se tronchen más vidas.
Que el llanto no sale el mar.
Se que tú estarás conmigo
prestándome tus escudos
y desatando los nudos
y trampas del enemigo.
Sé que lograré, contigo,
llegar a la paz sin llanto,
alcanzar la luz y el canto
de unión que nos merecemos.
Y todos te rezaremos.
Padre, Hijo, Espíritu Santo.
De San Antonio a Maisí
Oh, Virgen, cuídanos bien.
Que se acaben nuestros males.
Y Amén, Virgencita, Amén.
***
Nota: La fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre y la celebración de Oshún, orisha (o santa) de la religión yoruba, se celebran en Cuba cada 8 de septiembre, día en que la Iglesia Católica celebra también la Natividad de la Virgen María.