El director de la Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz, perteneciente a Universidad de La Habana, Dr. Eduardo Torres-Cuevas, reconoció este jueves la purga indiscriminada de libros de su institución, cuyas imágenes circularon recientemente en redes sociales y subrayó que “hechos como este nunca deben suceder”.
En la publicación, quien fuera director de la Biblioteca Nacional “José Martí” se pregunta “¿Cómo asumir entonces la negligencia infinita de dos trabajadoras? ¿Cómo explicar lo inexplicable, lo injustificable?” al tiempo que agradecía a las personas que se solidarizaron y nos ayudaron a revertir el daño sin importar hora ni esfuerzo físico, así como a todas las llamadas y escritos de personas sensibles preocupadas por lo sucedido.
“Esto está pasando ahora mismo en la Casa de Fernando Ortiz, en 27 y L, en el Vedado, La Habana, sede de la Fundación y Casa de Altos Estudios Fernando Ortiz. Libros de Raúl Roa, del Obispo Espada, de historia de la filosofía cubana, tirados a la basura”, había denunciado el lunes en Twitter el intelectual cubano Rafael Rojas y la noticia fue amplificada rápidamente en las redes sociales.
Esto está pasando ahora mismo en la Casa de Fernando Ortiz, en 27 y L, en el Vedado, La Habana, sede de la Fundación y Casa de Altos Estudios Fernando Ortiz. Libros de Raul Roa, del Obispo Espada, de historia de la filosofía cubana, tirados a la basura: pic.twitter.com/dfaNg1CN9y
— Rafael Rojas (@librocrepusculo) May 17, 2021
Tres días después, Torres-Cuevas ha publicado en el perfil oficial de la institución que “con profunda consternación, indignación y tristeza”, se había enterado por amigos que “alguien” había arrojado entre escombros, libros de la Editorial Imagen Contemporánea.
“Al examinar las fotos pude ver, efectivamente, mis propios libros y otros de incalculable valor histórico y cultural que hemos producido (de) investigadores, profesores, editores y diseñadores, pertenecientes a nuestra Casa”, reconoció el reconocido historiador cubano.
El Dr. Torres-Cuevas aclaró que en las bibliotecas existe un proceso técnico conocido como “descarte” que consiste en la valoración del estado técnico de los libros, y explicó que ese trabajo es realizado por “especialistas calificados para ello y bajo normas de protección de obligatorio cumplimiento”.
Indicó que descartar determinados libros es un acto de preservación de bibliotecas y personas y que, por lo delicado del proceso, está regido por un conjunto de normas y procedimientos debidamente legislados.
El historiador achacó lo ocurrido al desconocimiento, la irresponsabilidad y el “desacato a las orientaciones que a este respecto tiene establecida la institución”. Señaló que el proceso de descarte se realizó sin consideración técnica, y que se mezclaron libros en diferente estado de degradación, “algunos, incluso, totalmente sanos”.
Afirmó, asimismo, que el hecho fue analizado y “sus responsables responderán acorde al tamaño del daño que han provocado”.
Es irresponsble tambien el director pues como s eva a enterar por Twitter lo que esta pasando en una isnitución que dirige y debe supervisar
Negligencia directiva ha sido un rasgo común para empresas y entidades estatales