La visita de trabajo del copresidente del Grupo Ad-Hoc de países acreedores de Cuba en el Club de París, William Ross, concluyó este jueves tras varias jornadas en La Habana.
Durante los intercambios con el viceprimer ministro y ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Ricardo Cabrisas, la parte cubana reiteró su voluntad de honrar los compromisos asumidos con los acreedores internacionales, indica un reporte de Prensa Latina (PL).
De la misma manera, según esta fuente, explicó los factores que inciden negativamente en el crecimiento de los indicadores económicos.
Estos diálogos constituyen un acercamiento en la búsqueda de alternativas para solucionar los atrasos en las obligaciones contraídas, por lo que las partes continuarán las negociaciones hasta establecer un nuevo cronograma aceptable para ambas, apunta la agencia.
Por otra parte, agrega que como resultado de las visitas de esta delegación a varios proyectos que se desarrollan con el apoyo de entidades francesas, fue posible constatar el impacto de la cooperación bilateral en la producción y los servicios, así como la voluntad de continuar profundizando la colaboración con beneficiarios Cubanos.
Ross, junto a una delegación de su país, también visitó centros como el Instituto Finlay, donde su director, Vicente Vérez, explicó la historia del centro, sus productos y los futuros proyectos de la Institución.
El entendimiento que ha logrado hasta el momento Cuba con los miembros del Club de París contrasta con las dificultades que experimentada últimamente con sus acreedores privados, específicamente con el fondo de inversión CRF I Limited, registrado en Islas Caimán, considerado uno de los mayores tenedores de deuda cubana.
Demandan a Cuba en tribunal británico por impago de deuda pública
Este grupo demandó al Estado cubano y al Banco Nacional de Cuba (BCN) en una corte de Londres por el impago de una parte de esa deuda, ascendente a unos 72 millones de euros, en un proceso todavía activo en espera de un veredicto final.
En una primera parte, la magistrada Sara Cockerill, de la sala Comercial del Tribunal Superior de Londres, del Alto Tribunal londinense, estableció que CRF I no es un acreedor legítimo del Estado cubano, pero sí del BCN, decisión apelada sin éxito por el equipo legal que representa a Cuba.