Un conjunto de 47 piedras litográficas han sido halladas hasta el momento en el relleno interior de la capilla que se ubica en la huerta del convento de Santa Clara de Asís, en la zona colonial de La Habana Vieja, declarada en 1982 por la Unesco patrimonio de la humanidad.
Las piezas litográficas conservan estampados de diferentes comercios habaneros de la primera mitad del siglo XX.
El hallazgo antecede al descubrimiento de los restos de uno de los muros perimetrales de dicha capilla, con un grosor de 50 centímetros, donde se observan escalonados momentos constructivos, informó un reporte del Gabinete de Arquelogía de la Oficina del Historiador de La Habana, publicado en su sitio de Facebook.
La capilla fue erigida en el siglo XVIII como sitio de enterramiento para las monjas del convento, cumpliendo esta función hasta 1915. Posteriormente, fue reutilizada por el Ministerio de Obras Públicas, hasta su demolición en 1960.
Una obra monumental
Finalmente construido en 1644, el Convento de Santa Clara fue el primer claustro femenino que existió en La Habana. Su función principal era “proteger” la moral de las hijas solteras de familias adineradas habaneras, cuya virginidad era uno de sus valores más apreciados por la cultura patriarcal y religiosa dominante.
Las muchachas ingresaban por voluntad propia o paterna al recinto de la orden de las clarisas, fundada en Italia en 1212 por san Francisco de Asís y santa Clara de Asís, dos figuras veneradas por la iglesia y creyentes católicos. En el siglo XVI se fundaron los conventos de clarisas en Santo Domingo y México, siendo los pioneros en Latinoamérica.
El edificio habanero fue el convento más grande de La Habana y abarca cuatro manzanas que fueron cerradas, interrumpiendo la continuidad de dos calles (Damas–Aguiar, Santa Clara-Porvenir), para garantizar la clausura necesaria al edificio de dos plantas y gruesas paredes de tapias y rafas.
Durante la toma de La Habana por los ingleses, en 1762, el Capitán General de la isla ordenó a las clarisas marcharse de la ciudad y el convento, con sus portentosos techos interiores de maderas preciosas, se convirtió en hospital de campaña.
Desde 1985 y hasta 2012, el inmueble fue la sede del Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología (CENCREM), ya desaparecido.
Rescatistas del pasado
Con 33 años de labor, el Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de La Habana ha colaborado con los programas de restauración y rehabilitación que se acometen en la zona colonial metropolitana.
Igualmente, interviene en la reconstrucción histórica de la capital y otros territorios nacionales, convirtiendo a la institución en un centro de referencia en materia de Arqueología Histórica en Cuba.
Las investigaciones arqueológicas y la gestión de dicho patrimonio, son las dos áreas fundamentales de acción del gabinete. La primera de ellas se divide en cuatro líneas temáticas: la Arqueología Urbana, Subacuática, Industrial y Prehispánica.