ES / EN
- mayo 12, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Cuba Sociedad Historia

José María Heredia, “el francés”

Destacado exponente del parnasianismo, fue el primer intelectual de origen hispano en pertenecer a la Academia Francesa.

por
  • Igor Guilarte
marzo 29, 2025
en Historia
0
José María Heredia y Girard entrado en años. Foto: Archivo del autor.

José María Heredia y Girard entrado en años. Foto: Archivo del autor.

Getting your Trinity Audio player ready...

Se acercaba el centenario natal de José María Heredia. Para aquel diciembre de 1903, en Santiago de Cuba se pensaba en organizar un enorme festejo de solemnidad y cultura. Un nombre surgió: José María Heredia y Girard. Por derecho propio le correspondía ocupar un puesto de honor en aquel certamen poético. Por sus venas corría sangre del gran bardo romántico. Eran primos hermanos. Sin embargo, no se conocieron.

En su afán de aunar voluntades para la celebración, el alcalde Emilio Bacardí le remitió a la lejana París una carta pidiéndole “un recuerdo para su homónimo inmortal”. A esas alturas Heredia y Girard, quien trabajaba como director de la Biblioteca del Arsenal, aparentaba ser un hombre mucho más viejo de sus 61 años; la fatiga brotándole por los ojos y los labios revelaba un menguado estado de salud. Pero su corazón, campechano y generoso, estuvo siempre abierto a toda causa noble, y la respuesta no se hizo esperar: tres sonetos que daban cuenta de la devoción por su pariente mayor. Así decía en el último de ellos:

Y abandonando el habla de la Francia

en que dije el valor de los mayores

al evocar a los Conquistadores

en su viril, magnífica arrogancia;

hoy recuerdo la lengua de mi infancia

y sueño con sus ritmos y colores

para hacerte corona con sus flores

y envolver tu sepulcro en su fragancia.

¡Oh! ¡Sombra inmensa que la Luz admira!

Yo que cogí de tu heredad la Lira

y que llevo tu sangre con tu nombre,

perdón si balbuceo tu lenguaje

al rendir, en mi siglo, este homenaje

¡al gran Poeta con que honraste al Hombre.

Artista portentoso del verso, la historia nacional y la lengua castellana no han sido benévolas con este Heredia, el francés, a pesar de ser tan hijo de Cuba como su primo, el otro Heredia, el cubano. 

Normalmente se les confunde. 

Se le suele llamar “el francés” porque en Francia transcurrió la mayor parte de su vida y dejó su huella. Allá tuvo el alto honor de ser el primero de origen hispano admitido por la Academia Francesa como el décimo quinto miembro de los “inmortales” en la Silla 4, desde el año 1894 hasta su deceso en 1905. Fue —y sigue siendo— este un antecedente ignorado por los fanáticos y la mayoría de los medios que en 2023 otorgaron esa primicia al nobel peruano Mario Vargas Llosa, quien a sus 86 años fue recibido con bombos y platillos en la institución que fundara en 1635 el cardenal Richelieu.

Hijo de La Fortuna

Nació el 22 de noviembre de 1842, cuando los primeros fríos de invierno rociaban La Fortuna, una plantación de café ubicada en las estribaciones de la Gran Piedra, cerca de Santiago de Cuba. La hacienda, una de las más prósperas de la comarca, era propiedad de su padre Domingo Heredia Mieses, de abolengo dominicano y quien decidió bautizarlo José María “para revivir” al sobrino muerto joven en México tres años antes. Fue su madre Luisa Girard, 24 años más joven que el esposo y descendiente de un matrimonio llegado desde Jeremie con la avalancha de colonos franceses hacia el oriente cubano tras la Revolución de Haití.

La Fortuna era el paraíso. La vivienda principal tenía el techo de tejamaní y estaba amueblada con todos los lujos y comodidades que pudiera suponerse para entonces. La hacienda de doce caballerías contaba con enfermería, almacenes de café y maíz, casa para descerezar el café y molino tirado por animales, ocho secaderos de cien pies y seis tanques para lavar los granos, una caballeriza, gallineros y corrales. La dotación negra sumaba casi el centenar y siete criados servían en los quehaceres domésticos.

El jovencito José María junto a su madre. Foto: Archivo del autor.

Allí pasó sus primeros años Pepillo, que así le llamaban en el seno del hogar, inmerso en un ambiente donde el paisaje pastoral contrastaba con la mancha de la esclavitud. Tempranamente el niño dio señales de su genio. Poseía una memoria prodigiosa. Le gustaban los relatos de las guerras púnicas, la Historia de la Antigüedad, la Gramática, la Geografía y la Astronomía. El padre quería que fuera a estudiar en la escuela militar de cadetes en Madrid, mientras doña Luisa soñaba que cursara el bachillerato en Francia. Con la muerte de don Domingo, cuando el benjamín —fue el menor de seis hermanos— de rubia cabellera contaba apenas seis años, daba un golpe sobre la mesa el destino.

José María se educó en casa bajo la égida de su madre y la institutriz francesa Miss Fauvelle, hasta que en 1851 la madre lo envió por fin a Europa. A los nueve años llegó a un colegio a orillas del Sena, en donde permaneció estudiando hasta 1858. A los 17 volvió a la isla, con el propósito de estudiar Derecho en la Universidad de La Habana, donde el rector Antonio Zambrana le propuso matricular como oyente en tanto se legalizaban sus títulos en el consulado español de París. Tanto demoró el papeleo que terminó renunciando a la idea y regresando sobre sus pasos.

De vuelta en su tierra adoptiva, hacia 1862 ingresó en la prestigiosa École Nationale des Chartes, formadora de archiveros y bibliotecarios. Por su consagración se volvió un erudito en la lengua de Saussure y Víctor Hugo, se codeó con otros intelectuales y se declaró seguidor del movimiento conocido como parnasianismo, fundado por Gautier y Leconte de Lisle. 

Charles Baudelaire, Théodore de Banville, Catulle Mendès, François Coppée y Louis-Nicolas Ménard fueron otros representantes de esa corriente, antítesis del romanticismo y que luego influiría en el modernismo, por la búsqueda de la excelsitud del verso, la musicalidad y el ritmo poético.

“José María de Heredia llegó a París muy joven, y apenas si tiene de americano el color y la vida que en sus sonetos surgen, de nuestros ponientes sangrientos, nuestras fuertes savias y nuestros calores tórridos. Heredia se ha educado en Francia; su lengua es la francesa más que la castellana”, apreció Rubén Darío en Los raros (1896), libro que recopila semblanzas de escritores admirados por el nicaragüense y refleja el ambiente finisecular matizado por una visión cosmopolita que apuntaba a París como la capital mundial de la cultura y la ilustración.

Es un hombre de letras: desde sus primeros trazos ha brotado la vena de autor. Como era usanza de la época, en que los más conspicuos autores publicaban sus textos en los periódicos y revistas, Heredia colaboró con Revue des Deux Mondes, Le Temps y Le Journal des Débats. Asimismo, contribuyó a difundir la historia española e hispanoamericana con sus traducciones de obras castellanas al francés. Se dice que dedicó diez años a traducir la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo, y la Historia de la monja alférez, memoria novelada de Catalina de Erauso. También tradujo del latín y del inglés a Horacio, Lamartine, Ossian y Byron.

Como aficionado a los documentos arcaicos, epigramas e incunables, en Heredia y Girard se entremezclaban las fuentes antiguas y los clásicos, la rítmica idiosincrasia antillana, la grandilocuencia de la inspiración española y el refinamiento francés. A los 20 años publicó sus primeros poemas, y acto seguido su musa “enmudeció”, increíblemente, por tres décadas.

El cubano José María Heredia y Girard se convirtió en referente de la poesía francesa. Foto: Archivo del autor.

El cincelador de Los Trofeos

Rondaba los cincuenta cuando salió a la luz Los Trofeos (1893), su primer y único libro. Ambicioso de la perfección, no consentía las profanaciones vulgares de la poesía ni publicar algo que no considerara impoluto. 

Pasó esas tres décadas, en que se creyó extraviada su musa, sumergido en el hermetismo de la creatividad, trabajando meticulosamente su lirismo, puliendo y retocando con obsesión de orfebre cada línea o métrica. Cuentan que podía demorar tres o cuatro meses, incluso más, en dar el acabado a un soneto. Finalmente compendió 118 sonetos y cuatro poemas largos (Los conquistadores del oro y tres adaptaciones del Romancero del Cid), todos bordados a mano, esculpidos, que repasan a los hombres, las leyendas, la naturaleza, la historia.

Gracias a una magnífica traducción al español de Max Henríquez Ureña se conoció mejor en Cuba la colección de poemas de Los Trofeos. El sobresaliente educador, investigador y ensayista que tantos servicios prestara a la cultura nacional resaltó cuatro peculiaridades de la obra de Heredia y Girard: la destreza en el arte de sonetizar, el aporte de su poesía a las letras francesas, la influencia de los clásicos españoles en su obra poética, así como la evocación al “mundo americano” y a “los conquistadores españoles”, acercando al lector francés retazos de nuestra historia.

Libro”Los Trofeos” autografiado por su autor. Foto: Archivo Biblioteca Gallica.

“Un soneto de Los Trofeos vale más que cien libros malos”, opinaban algunos críticos. Otros lo encasillaron entre los mejores sonetistas del momento. Había fiesta en su círculo de amigos cuando Heredia los sorprendía recitando uno de esos versos. Con similar efusividad aprenderían a recitarlos muchos de sus admiradores, aún muchos años después. “Los libros son como seres vivos, se estremecen bajo las caricias”, decía el poeta. 

Le bastó con aquel único libro para conquistar el olimpo de las letras en Francia. Muy raras veces alguien ha logrado reflejar de modo más completo y compacto su obra literaria. “Sería difícil encontrar caso más notable de dedicación al arte por el arte”, sentenció el sabio Enrique José Varona.

Por eso la Academia Francesa no dudó en abrirle las puertas en 1894, para ocupar la vacante dejada por Charles de Mazade. Su recepción oficial ocurrió el 30 de junio de 1895, luego de superar en votos nada más y nada menos que a Émile Zola. 

Heredia ingresó al salón circular escoltado por sus padrinos, Sully Prudhome y Melchor de Vogüé. Vestía el uniforme verde palma de los académicos que hacía resaltar detrás del atril, el aura nívea de la cabeza cubierta por cabellera y barbas encanecidas. “La cabeza de este es la de un verdadero criollo. El continente apuesto y elegante; la voz enérgica y vibrante”, reseñaba el Diario de la Marina del 5 de julio. Es el punto luminoso de su vida. 

Su discurso de ingreso, signado por exposiciones sólidas, evocaciones emotivas y pródigo en imágenes, dejó una grata impresión en aquel auditorio de espectadores selectos que lo premió con una cerrada ovación. 

En su disertación, Heredia mantuvo una postura —pudiera decirse— avanzada para la época, la de la identidad multicultural, cuando en sus palabras reconoció sentirse francés por el amor a su lengua y lógicamente por haber sido naturalizado, pero sin renunciar de corazón a sus orígenes.

Siempre se sintió ligado en espíritu a su patria natal. Así lo confesaba en carta del 29 de mayo de 1903 al diplomático Rafael María Merchán: “Aunque he adquirido la nacionalidad francesa, no he olvidado al país admirable en que nací y de corazón sigo siendo vuestro compatriota”. De igual manera lo confirma su Brisa marina, uno de los sonetos de Los Trofeos, en el que imaginariamente atraviesa la inmensidad del océano para conectarse con los aires tropicales y luces del entorno cubano:

El invierno despoja el páramo y el huerto.

Todo es fúnebre. Sobre la roca gris erecta,

donde la oleada rítmica del Atlántico rompe,

del último pistilo, la hoja marchita cuelga.

Yo no sé, sin embargo, qué sutiles aromas

en la rápida brisa el mar hasta mí acerca,

y de un efluvio cálido mi corazón embriaga;

el raro y perfumante soplo, ¿de dónde llega?

¡Ah! sí, lo reconozco. De tres mil leguas viene,

de allá, do las Antillas que hermosas azulean;

del astro Occidente bajo el ardor desmayan.

Y desde el arrecife que bate la ola céltica,

en la atmósfera aspiro del ardiente aire patrio

la flor mecida un tiempo en el jardín de América.

Con motivo de la visita de los zares rusos al Palacio de Versalles, en 1896, compuso su poema Salut à l’Empereur, el cual fue leído en el acto de colocación de la primera piedra del Puente Alejandro III, considerado el más ornamentado y extravagante de la Ciudad Luz.

Busto erigido en la ciudad de Santiago de Cuba. Foto: Igor Guilarte.

Estrofas de mármol

El otoño es la temporada ideal para disfrutar de los tesoros de París. Los días son frescos, la noche cae más temprano, los árboles se revisten con su paleta de tonos anaranjados, rojizos, ocres, amarrillos hermosos…las hojas tapan los jardines, los parques, los coches. Los parisinos abren sus paraguas, los bulevares se inundan de tentadores aromas de infusiones calientes y castañas, hay una efervescencia cultural y festiva, fluyen sorpresas y energías. No hay escasez de eventos en esa estación del año.

Igual que las hojas mustias que caen melancólicamente en otoño o el humo que huye por las chimeneas se fue José María Heredia, el 3 de octubre de 1905. “Era el más grande de los poetas contemporáneos de Francia”, escribió Juan de Becon en La Época de Madrid, en un texto que reclamaba su reconocimiento como bardo de España. En La Habana, el periódico La Lucha dedicó al finado un panegírico: “Como poeta parnasiano llegó al supremo dominio del habla francesa, que deja realzada con la magia incomparable de su verbo”.

Mientras en El Fígaro el Conde Kostia no creía en lágrimas: “Admiremos la forma, aplaudamos ciertos endecasílabos que se balancean poderosos y armónicos como incensarios orientales cargados de perfumes humeantes o como las grandes olas de los mares australes. Pero no demos a su genio incompleto más que lo que su genio merece. Hagamos como hará la posteridad: saludemos en él a un hombre poseído hasta la muerte de la noble enfermedad de la perfección. Y confesemos que la ha alcanzado solo en la forma. Y démosle su rango en el portentoso movimiento de la literatura francesa: el de un dios menor”.  

Falleció en el castillo de la Bourdonne y fue enterrado en el cementerio de Notre Dame de Bon Secours. Lirios, lirios y más lirios cayeron sobre la tumba del poeta. Sobre la lápida, junto a su nombre grabado, un soneto como epitafio. 

El 17 de octubre de 1925 la comunidad francesa, con la presencia del cuerpo consular, inauguró un monumento dedicado a su memoria en los jardines de Luxemburgo, junto a otras glorias literarias del siglo XIX.

Monumento dedicado a la memoria de José María Heredia en Francia. Foto: Archivo del autor.

Una copia del busto fue donada y emplazada el 6 de marzo de 1927 en la Avenida de Manduley del santiaguero reparto Vista Alegre, donde casi nadie lo identifica porque los historiadores han preferido hablar de su primo. 

¿Español? ¿Cubano? ¿Francés? ¿Se trata de un nombre desubicado como su propia estatua? Vale reconocer que cultivó su propio mito y trascendió como referente para los escritores hispanoamericanos de su tiempo. 

El Heredia de Los Trofeos hizo honor al Heredia del Niágara.

 


Fuentes consultadas:

El paraíso de Luisa Girard de Heredia, por Olga Portuondo Zúñiga. Ediciones UO.

“Tres sonetos en castellano del autor de Los Trofeos”, por Joaquín Navarro Riera, en Diario de la Marina, 1 de noviembre de 1925.

“Trofeos de conquistador”, por Max Henríquez Ureña, en Diario de la Marina, 17 de julio de 1937.

Diario de la Marina y El Fígaro, octubre-noviembre de 1905.

Etiquetas: Historia de CubaPortada
Noticia anterior

Cuatro republicanos presentan proyecto de ley para negar ciudadanía a millones de inmigrantes

Siguiente noticia

Penas de hasta 15 años de cárcel para cinco personas por delitos relacionados con drogas en Cienfuegos

Igor Guilarte

Igor Guilarte

Santiago de Cuba, 1983. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Oriente (2007). Periodista e investigador histórico. Premio en Concurso Nacional de Periodismo Histórico 2020 y 2022.

Artículos Relacionados

El salón de fiestas destacaba por su decorado a semejanza del estilo neogótico veneciano. Foto: Diario de la Marina.
Historia

El Palacio de los comerciantes 

por José Antonio Quintana García
mayo 11, 2025
0

...

Una de las fotos más conocidas de Guiteras en su despacho de Gobernación. Su expresión fría como roca, encierra la serenidad y energía características. Foto: Archivo de Bohemia.
Historia

El John Brown de Cuba: Guiteras según Carleton Beals

por Igor Guilarte
mayo 10, 2025
1

...

El salitre ha hecho estragos en el espigón, foto publicada en Invasor, julio de 2019.
Historia

La historia de Palo Alto, un puerto a la deriva

por José Antonio Quintana García
mayo 4, 2025
4

...

Antonio María Claret en 1868. Foto: Tomada de www.catholicmagazine.news (online).
Historia

Antonio María Claret: Un pastor entre la fe y la controversia

por Igor Guilarte
mayo 3, 2025
0

...

Belascoaín y Campanario, 1946. Foto: Cortesía de Juan De Las Cuevas.
Historia

Retorno a la calle Belascoaín

por José Antonio Quintana García
abril 27, 2025
1

...

Ver Más
Siguiente noticia
Los juicios ocurrieron en el establecimiento penitenciario cerrado “Ariza”. Foto: 5 de Septiembre.

Penas de hasta 15 años de cárcel para cinco personas por delitos relacionados con drogas en Cienfuegos

Camilo Pascual registró un récord en 1960 que todavía nadie ha podido romper en Grandes Ligas. Foto: National Baseball Hall of Fame and Museum

El récord cubano del Opening Day que sigue vivo al cabo de 65 años

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas. Foto: José Miguel Solís / Facebook / Archivo.

    Con la Guiteras en línea, la UNE prevé menos apagones en el Día de las Madres

    102 compartido
    Comparte 41 Tweet 26
  • Pronostican intensas lluvias en el Occidente por baja extratropical en el Golfo de México

    115 compartido
    Comparte 46 Tweet 29
  • Producción estatal cae casi un 3 % interanual en el primer trimestre de 2025

    61 compartido
    Comparte 24 Tweet 15
  • Mauricio Claver-Carone saldrá del gobierno de Trump este mismo mes

    87 compartido
    Comparte 35 Tweet 22
  • Díaz-Canel regresa a Cuba y Bruno Rodríguez sigue rumbo a China

    30 compartido
    Comparte 12 Tweet 8

Más comentado

  • Un ómnibus de la empresa Viazul. Foto: Viazul.

    Pagos solo en euros: Víazul alega que es “un servicio para el turismo extranjero”

    151 compartido
    Comparte 60 Tweet 38
  • La termoeléctrica de Cienfuegos sufre otra avería, luego de meses en mantenimiento

    970 compartido
    Comparte 388 Tweet 243
  • Deportada y sin su hijita: la desesperación de Heidy Sánchez

    380 compartido
    Comparte 152 Tweet 95
  • Con la economía lejos de los planes, el Gobierno reclama un control “más eficiente”

    43 compartido
    Comparte 17 Tweet 11
  • Otro comercio en dólares: inauguran tienda mayorista para el sector empresarial en Cuba

    724 compartido
    Comparte 290 Tweet 181

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}