Por primera vez en más de 60 años, el béisbol cubano y la Major League Baseball (MLB) podrían estar más cerca uno del otro. Tras el anuncio el miércoles 17 de diciembre de la normalización de las relaciones diplomáticas entre EE.UU y Cuba queda la interrogante entre estas dos entidades que han permanecido distanciadas desde que triunfó la revolución, estableciéndose luego un embargo económico de Estados Unidos contra la isla que sintetiza que cualquier beisbolista que abandone Cuba tiene que obtener una licencia del Departamento del Tesoro estadounidense antes de firmar con los equipos de las mayores.
“El acuerdo abrirá un nuevo capítulo entre las naciones de América”, anuncio Obama en discurso televisado. Luego de esta declaración, la MLB espera por los próximos pasos que se podrían tomar en el campo del deporte y el béisbol en especial.
“La MLB ya se frotaba las manos minutos después de los discursos de Barack Obama y Raúl Castro”, declaró el diario El Mundo. Aunque es una certeza que la transformación que pueda ocurrir entre ambas políticas podría tardar algún tiempo, todo tiende a suponer que se abrirá una nueva etapa entre el béisbol cubano y el béisbol estadounidense organizado.
“Estaremos pendientes a este importante acontecimiento, y mantendremos a nuestros equipos informados sobre cualquier impacto que esto pueda tener en la forma en que operan con cualquier asunto relacionado con Cuba”, agregó la oficina del comisionado.
Todavía no es hora para emitir un criterio exacto sobre la duración de las negociaciones y el paradero de nuevas medidas. Sin embargo, es un punto de inflexión al cual no se había llegado en más de muchas décadas.
Tony Oliva, quien fuera novato del año en las Mayores en 1964, confirmó su estado de felicidad y emoción ante esta posibilidad en el programa Outside the Lines: “Es difícil explicar todas las cosas buenas que pueden venir de esto para mí y mi familia”, dijo Oliva. “Esto es lo que hemos estado esperando por 50 años, y, rayos, esto va a ser grandioso”.
Para la mejoría de las relaciones entre la MLB y las autoridades del béisbol en Cuba, aún faltarían algunas cuestiones por zanjar. Una de ellas podría ser que los cubanos jueguen legalmente béisbol en Estados Unidos sin tener que arriesgar sus vidas. Así como que el gobierno cubano pueda legitimar a los jugadores cubanos que actualmente militan en las Grandes Ligas.
Creo que aún no será la hora de que ocurra algún cambio radical entre ambas ligas. Pero ya existen signos de una nueva anunciación, un acercamiento que se mostraba imposible hace algunas semanas y que de repente deja las puertas entreabiertas.