La celebración del Juego de las Estrellas de las Grandes Ligas norteamericanas es noticia por estos días. El próximo 15 de julio en el Target Field de Minnesota se reunirá parte de lo que más vale y brilla del panorama beisbolero mundial.
La llegada de cinco cubanos adereza este espectáculo. El novato cienfueguero José Dariel Abreu (Medias Blancas de Chicago), el cerrador holguinero Aroldis Chapman (Rojos de Cincinnati), en su tercera ocasión, el shortstop pinareño Alexei Ramírez (Medias Blancas de Chicago), el jardinero también de la Perla del Sur Yasiel Puig (Dodgers de Los Ángeles) y el guardabosque granmense Yoenis Céspedes (Atléticos de Oakland), hacen de esta promoción un hecho inédito.
El detalle que restaba para realzar estas presentaciones, aunque se hizo esperar, se conoció hace apenas unas horas. Puig, por la Liga Nacional, y Céspedes, por la Americana, fueron elegidos por sus respectivos capitanes Troy Tulowitzki (Rockies de Colorado) y el dominicano José Bautista (Azulejos de Toronto) para los duelos del Derby de Jonrones.
Como es tradicional desde 1985, la espectacular prueba se realiza la víspera del tope anual entre las selecciones de ambos segmentos, cuyo ganador decide la ventaja de local al equipo del circuito en la Serie Mundial. En esta ocasión posee un nuevo formato, pues los peloteros tienen siete outs por ronda en vez de 10, como sucedía en ediciones anteriores.
Los cinco participantes de cada liga batearán en la vuelta inicial y el que conecte la mayor cantidad de cuadrangulares pasará directamente a las semifinales. Luego, los dos sucesores de cada liga se medirán en un segundo programa. Los vencedores de esos últimos duelos avanzarán a la semifinal para medirse al primer sembrado de su sector; en tanto la ronda final será entre los líderes de cada liga.
De esta manera, el show contará con la presencia del campeón de la pasada versión. Hace un año, Yoenis llegó como invitado, y se marchó como dueño y señor con una corona en la cabeza.
Para muchos la presión lo iba a aplastar, y el hecho de competir junto a peloteros curtidos de la talla de Chris Davis (Baltimore), David Wright (Mets de Nueva York), Prince Fielder (Detroit), Pedro Álvarez (Pittsburg) y Robinson Canó (Yankees de New York, por aquel entonces) alimentaba la dificultad de la faena.
Todos buscaban sacar chispas a sus “caricias”, y decirle “que no a esa pelota”. Pero el cubano evidenció su potencial desde la clasificatoria inicial, cuando sus 17 bambinazos empataron la tercera marca histórica, con otro grande nombrado David Ortíz, y se quedó por detrás de los no menos ranqueados Josh Hamilton, que pegó 28 en 2008, y de “Bobby” Abreu, 24 en 2005.
Céspedes fustigó la rawlings sin compasión, y pegó en total 32 vuelacercas. En el segmento definitorio pasó por encima del joven Bryce Harper (Washington). Y al consumarse el éxito se convirtió en el cuarto jugador en participar en el Festival de Jonrones sin ser nombrado a una nómina del Juego de Estrellas, y el primero en titularse.
Días antes a esta convocatoria oficial había expresado su interés en exponer su cetro. “Claro que quiero. A mí no me han llamado hasta ahora. Ya veremos si lo hacen. Si me escogen para participar en el Juego de las Estrellas quisiera estar en el Derby. Si no voy al juego, entonces tampoco iré al Derby”. Y el hijo de Estela Milánes, exestelar softbolista, está entre los elegidos para ambos espectáculos.
Pero en esta ocasión tendrá como uno de sus rivales a su coterráneo Puig, quien en reiteradas ocasiones declaró su ambición de participar; aunque no es precisamente un slugger, sí es un atleta competitivo, que gusta de los retos y las osadías.
Los otros llamados por Bautista son Brian Dozier (Mellizos) y al jardinero central Adam Jones (Orioles); mientras que Tulowitzki eligió además a Todd Frazier (Rojos de Cincinnati), y al muñecas gruesas de los Miami Marlins, Giancarlo Stanton. Resta un cupo para cada bando, los cuales se designarán este jueves.
Lo llamativo es que varias figuras desestimaron su asistencia. El venezolano Miguel Cabrera (Tigres de Detroit), ganador de la triple corona en 2012, y el dominicano Nelson Cruz (Orioles de Baltimore) declinaron a participar. Y en las últimas horas se retiró el astro de los Angelinos de los Ángeles, Mike Trout.
El talentoso jugador declaró a la prensa deportiva que prefiere verlo desde afuera, y que en el futuro si vuelve a tener la oportunidad lo puede hacer, a pesar de que consagrados como el dos veces Hank Aaron Award de la Liga Nacional, Albert Pujols (Angelinos de los Ángeles), le aconsejaron su presencia.
Hace un par de años, el forzudo Mark Trumbo (Arizona Diamondbacks) tuvo una racha ofensiva paupérrima tras participar en la exhibición, y en ocasiones ello preocupa a los bateadores. Tal es el caso del cubano “Pito” Abreu, que muestra un promedio de 275, es segundo en jonrones (27), tercero en remolques (69), quinto en OPS (.935) y posee un slugging de .611. A ello se suman 17 conexiones de dos bases y 46 anotadas. Pero desde nuestro archipiélago siempre dejó claro su disgusto en estos eventos, pues lo sacan de mecánica de bateo, por lo que es saludable echar a un lado la opción en temporada tan excelsa.
El próximo 14 de julio, una jornada antes de la versión 85 del Juego de Estrellas de la MLB, dos cubanos se pararán en el cajón de bateo con la misión de poner la pelota en órbita todas las veces posibles. Otro hecho meritorio. Imagínese, cinco en el partido y dos en pugna por convertirse en el máximo artillero del Target Field de Minnesota.