…porque 2×2 siempre son 4
Es de apellido Céspedes, como el Padre de la Patria. Y nació en Campechuela, un pueblito dejado de la mano de Dios que blasona de haberle sido cuna. Carlos Manuel de Céspedes, presidente de la República en Armas en el siglo XIX, libertó un día a sus esclavos para guerrear con ellos. Yoenis Céspedes, que alguna vez fue centerfielder del team Cuba, pelea consigo mismo cada día. El primero es un héroe nacional; el segundo también, pero fuera del territorio nacional.
De Carlos Manuel -blanco, abogado, ajedrecista- sabemos que proclamó el derecho a la igualdad entre sus hombres, medio armados y semidesvestidos. De Yoenis –mulato y pelotero- queda claro que alguna vez se convenció de ese derecho y lo ejerció, madero en ristre y corazón nostálgico.
El héroe indiscutido, Céspedes, enfrentó su destino en la soledad de San Lorenzo, golpeado por el puño de la miseria humana. El héroe inadmitido, Céspedes, vive el destierro absurdo que decretan el anquilosamiento de la mente y la porfiada oposición a la dialéctica, cuyos caminos tienden a converger un día en tierras de la miseria humana.
A Céspedes, el padre de Oscar, le agradecemos que nos colocara “en el tiempo y el espacio”, como dijera Eusebio Leal. Al otro, que es el hijo de Estela, le quedamos en deuda porque nada podemos pagarle de momento, como no sea el tributo de un comentario emocionado y clandestino. De su segundo triunfo en el derby de jonrones hablan a viva voz e imagen en la prensa de Oakland, en Sports Illustrated y ESPN, pero Granma se calla y Juventud Rebelde otorga.
De Céspedes, el Céspedes más grande de la historia, habrá que escribir siempre con el dedo en el signo de exclamar. No ha nacido todavía el apóstata que dude de sus merecimientos, ni cretino que impugne su lugar. Por desgracia, está muerto desde 1874.
Al otro, a Céspedes, es a quien le ocurren las cosas.
Quizás si Céspedes hubiese dedicado su segundo Derby de jonrones, al comandante, Granma hubiese publicado una amplia información, un inmenso comentario de Sigfredo Barros y juventud rebelde lo hubiese propuesto para el cuadro de honor de la UJC.
Bravo por Céspedes, verguenza para los medios nacionales!