El Viceministro de Cultura Fernando Rojas y el profesor y psicólogo Manuel Calviño fueron los invitados del nuevo espacio de debate de la Asociación Hermanos Saíz en La Habana.
En diálogo con el público asistente al Salón de Mayo del Pabellón Cuba, Rojas y Calviño coincidieron en que es imposible resolver o transformar los problemas espirituales e intelectuales sin antes una solución a los problemas económicos, y que, sin embargo, ambos cambios –mentales y económicos– van unidos indisolublemente en un proceso que solo puede ser “favorecido” estratégicamente.
“El cambio no significa que cambiemos la economía y ya, todo se va a dar. La producción de cambios objetivos reales cambia la subjetividad, pero hay dos problemas: uno, que hay que producir esos cambios; dos, que no podemos prever qué subjetividad se va a generar. No hay ecuación.
Lo que sí necesitamos es la mediación de posibilidades y condiciones que favorezcan que la gente sea feliz; favorecer nuevos sistemas de relaciones sociales, de trabajo, de producción. Pero solo favorecer, no podemos teledirigirlos”, afirmó Calviño en una de sus intervenciones.
Ante los cambios que hoy se producen en Cuba, la participación ciudadana en espacios de debate para generar conocimientos o con implicaciones directas en las decisiones gubernamentales es de vital importancia para el proyecto de futuro cubano.
Al respecto, el profesor y politólogo Esteban Morales instó a “no confundir la contrarrevolución con la disidencia, nosotros somos la disidencia. Y no se puede utilizar el poder para impedir confrontaciones de ideas, porque solo el debate es válido para crear.”
Fernando Rojas insistió en la necesidad de “un cambio de mentalidad, sí, pero con contenido, que no se convierta en otra consigna”, velando por la creación de sujetos críticos con su realidad y capaces de entenderla y transformarla para el beneficio público.
Luego de varias intervenciones de jóvenes universitarios y otros asistentes, entre los que se incluyeron algunos blogueros cubanos, el profesor Manuel Calviño alertó que “la amenaza (refiriéndose a la política hostil de Estados Unidos) genera actitudes de protección, pero también genera paranoia, y puede generar lo mismo que se niega inicialmente”.
Casi tres horas de debate y opiniones sobre el cambio de mentalidad en la sociedad cubana, como “una producción subjetiva inducida tácticamente”, arrojaron una conclusión importante: si algo “une a este país no es un modo de pensamiento, sino la intencionalidad del pensamiento”.
Decididamente, los cubanos de la capital tendremos a partir de ahora una animada última semana de cada mes, pues cada último miércoles y jueves, la AHS y la revista Temas invitan, respectivamente, a dialogar la realidad nacional.
Por lo que se lee, parece que se trató más de alertas contra los cambios que de cambiar en sí…
Como cualquier cambio, con sus correspondientes fases o etapas en el devenir de los procesos, hay que preparar a los sujetos que a su vez seran objetos de las transformaciones. Seria tonto repetir que las cosas materiales, los entornos fisicos, por ejemplo…cambian mas aprisa que las psicologias.
No creo poder mejorar el discurso de Calviño, pero no son solo alertas, son propuestas de posibles conductas a seguir, orientaciones sobre cómo enfrentar las distintas opciones que ofrece el modelo económico a construir: o sea, la posición en torno al dialogo, la discusion y la intencionalidad en las acciones con fines constructivos que contribuyan directamente al desarrollo y a solucionar desde nuestros principios los conflictos de la contemporaneidad cubana.