Se sabe que por la boca muere el pez. Lo difícil de imaginar es que también pueda “morir” nada menos que…por un tatuaje. Así sucedió con Marc Feren Claude Biart, de 53 años, considerado por las autoridades policiales europeas como uno de los cerebros de la banda criminal Ndrangheta, una asociación similar a los grupos de la mafia siciliana o calabresa; pero más peligrosa.
Desde 2014 las autoridades buscaban a Biart debido a un abanico de delitos que se le atribuían, principalmente el narcotráfico en Italia y los Países Bajos, de los que Biart es ciudadano.
El mafioso fue detenido el 24 de marzo en República Dominicana, tras una búsqueda realizada por la Interpol en Costa Rica luego de una investigación de tres años en el Caribe.
El caso podría ser uno más en el mundo de la criminalidad intercontinental, excepto por un pequeño detalle: el impacto que tuvo el amor de Biart por la cocina italiana en su captura. Si no fuera por el modo a través del cual la policía dio con su paradero, el de Biart no pasaría de ser otro caso común y corriente.
Para entretenerse, pasar el tiempo y dar alas a sus gustos, Biart decidió crear un canal en YouTube —mientras estaba confinado— para compartir su pasión por la cultura culinaria italiana. Como no es tonto —o al menos lo pensaba— tuvo el cuidado de no mostrar su rostro en las grabaciones que compartía. Cuando su esposa filmaba los videos de la confección de las recetas, nuestro hombre apenas dejaba ver los brazos y las manos, además de los ingredientes y las cazuelas que utilizaba. Se sentía seguro escondido en Boca Chica, un poblado de República Dominicana localizado en las afueras de Santo Domingo, donde era conocido como “Marc”.
Lo que Marc estaba muy lejos de imaginar es que los investigadores lo conocían demasiado bien y que, a falta de un rostro visible, comenzaron a enfocarse en los brazos hasta que, ¡bingo!: lo identificaron por los tatuajes que él no tuvo la precaución de ocultar.
“El amor por la cocina italiana le permitió [a las autoridades] seguir sus pasos en Internet y las redes sociales, así como su amor por los tatuajes permitió que se reconociera al fugitivo como el cocinero”, menciona un comunicado de la policía italiana.
El acusado fue deportado el pasado fin de semana a Italia; llegó a Milán en un vuelo procedente de Dominicana. Las autoridades consideran que el grupo mafioso Ndrangheta, de origen calabrés, es tan peligroso en el narcotráfico europeo que la Interpol trabaja actualmente con diez policías de diferentes países en la búsqueda y captura de sus integrantes, usando para ello todos los métodos y técnicas posibles.
Sin dudas han avanzado. Al menos en este caso, el pez ha “muerto” por el tatuaje.