El máximo tribunal de Brasil votó a primera hora de este jueves a favor de rechazar el intento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva de evitar la cárcel mientras apela una sentencia de 12 años por corrupción, en un importante revés para la campaña electoral del principal favorito de cara a los comicios de octubre.
Luego de casi 11 horas de un debate a menudo acalorado, el Supremo Tribunal Federal de Brasil mostró sus profundas diferencias y votó 6-5 en favor de negar la petición de habeas corpus de Lula, para quien su condena es una táctica para dejarlo fuera de la boleta de las presidenciales.
Lula encabeza las encuestas electorales a pesar de su condena y de varias acusaciones de corrupción adicionales que esperan juicio. El fallo supone que el exmandatario podría ingresar pronto en prisión, algo que probablemente no ocurrirá hasta la próxima semana debido a varios tecnicismos.
Minutos después de conocerse el fallo, el Partido de los Trabajadores de Silva, que ocupó la presidencia de Brasil entre 2003 y 2016, predijo en un tuit la situación que podría desencadenar la decisión.
“El pueblo brasileño tiene derecho a votar por Lula, el candidato de la esperanza”, dice el mensaje. “El Partido de los Trabajadores defenderá su candidatura en las calles y en cada tribunal ante las últimas consecuencias”.
“El pueblo brasileño tiene el derecho de votar a Lula” | El PT mantiene la candidatura del ex mandatariohttps://t.co/TYlA2nPVYK
— Página|12 (@pagina12) 5 de abril de 2018
Un Tribunal divido, un país en tensión
El debate en la corte demostró la importancia del asunto en un momento de gran tensión y angustia en un país que intenta salir de una severa recesión y que desde hace cuatro años está inmerso en el mayor escándalo de corrupción de su historia, el caso Autolavado, que ha salpicado a gran parte de la élite del país, entre ellos Lula.
“La Constitución asegura los derechos individuales, que son fundamentales en una democracia, pero también asegura el ejercicio del derecho penal”, dijo la presidenta del Supremo Tribunal, Carmen Lúcia, que fue duramente criticada durante la sesión por varios de sus colegas y emitió el voto decisivo con el conteo empatado 5-5.
El juez Gilmar Mendes, quien tradicionalmente ha sido crítico con Lula, votó en favor de su petición de no ingresar a prisión, desafiando a sus colegas a resistir la presión de la opinión pública.
“Si una corte cede (ante la presión), bien podría no existir”, dijo Mendes.
Por su parte, el juez Luis Roberto Barros argumentó que la integridad del sistema judicial está en juego.
“Un sistema penal que no trabaja con una efectividad mínima favorece el desarrollo del instinto de hacerse justicia por propia mano”, afirmó Barros, quien votó contra la petición.
La sesión reflejó el debate que se da en todo el país, donde millones de ciudadanos siguieron la vista televisada. En Río de Janeiro y Sao Paulo, dos de las ciudades más importantes del país, pudieron verse fuegos artificiales y se escucharon gritos tras conocerse el fallo.
Lula, que gozó de una inmensa popularidad tras dos mandatos como presidente entre 2003 y 2010, se ha convertido en un personaje polémico en medio de la Operación Autolavado, que ha enfurecido al ciudadano medio al relevar supuestas actitudes de la clase política.
El exmandatario fue declarado culpable el año pasado por ayudar a una empresa constructora a lograr contratos a cambio de la promesa de que recibiría un apartamento en la playa.
Lula siempre ha defendido su inocencia tanto en este caso como en otros, también por corrupción, que están pendientes de juicio. Sufrió un revés en enero, cuando una corte de apelaciones ratificó la condena relativa al mencionado apartamento y los tres magistrados que revisaron el caso ampliaron la sentencia a 12 años y un mes.
Técnicamente, el dictamen del Supremo no deja a Lula fuera de la carrera electoral. El principal tribunal electoral del Brasil tomará la decisión final sobre los aspirantes a la presidencia a partir de agosto, pero se espera que rechace la candidatura de Lula en base a una ley que descalifica a las personas con condenas confirmadas.
AP / OnCuba
Cuando el poder económico no es fuertemente controlado, termina influenciando la política, el sistema judicial, etc. Los únicos “pecados” realmente importantes de Lula fueron querer hacer de Brasil un país con voz propia en el terreno internacional y con un poco menos de desigualdad en el terreno nacional. Desde el Norte dieron el visto bueno para romperlo y las clases altas y medias hicieron el trabajo sucio. Por eso “no se les puede dar ni un tantico así”, como diría quien ustedes saben.
Justa desicion,los corruptos y capitalistas de izquierda son los que le fallaron a su pueblo.Los cubanos en Brasil saludamos esa medida.
Como Tres Patines: “A la reja!”. La proxima: Cristinita
Karel parece que no lee mas que el Granma. El escandalo Odebrecht es mundial y ten cuidado no arañe al Puert del Mariel tambien. Calladito te vez mas bonito