Las mejores colecciones de sellos cubanos

Foto: Gabriela Fernández

A los seis años, el matancero Raudel Busto coleccionaba etiquetas de zapatos pegándolas en una libreta grandísima. “El bichito del coleccionismo siempre vive con uno. Pero mientras vas creciendo, sientes la necesidad de pasar a algo más serio”. Primero fueron las monedas, pero la numismática en aquella época no estaba muy organizada en su provincia. A los 12 años, comenzó a reunir estampillas, como lo hace hoy.

“Yo no concibo un día en que no le dedique por lo menos una hora a los sellos. El coleccionista piensa en ello como una forma de vida, y también una manera de abstraerse de la realidad y los problemas cotidianos”. En esa hora, que muchas veces tiende a ser más tiempo, Raudel trabaja en sus colecciones, las organiza, investiga, monta exposiciones y escribe artículos para revistas especializadas.

Del 1ro al 5 de marzo, este filatelista presenta una de sus colecciones, dedicada a las aves, en la IV Copa Cuba de Filatelia 2016. En ella reúne sellos y documentos postales de una gran cantidad de países. Lograr una exposición como esta es el resultado de una búsqueda de años, de la compra y de intercambio entre coleccionistas.

El 1ro de marzo de 1756 es reconocido como la fecha del primer servicio de correo oficial en la Isla, por lo que la empresa Correos de Cuba ha celebrado este 260 aniversario con gran reverencia.

En ese contexto, la empresa estatal se unió a la Federación Filatélica de Cuba para auspiciar la Copa, en la que participa Raudel como Jefe de uno de los equipos. Fueron escogidas 16 de las mejores colecciones del país, y divididas en cuatro equipos por azar.

En cada equipo se juntan varias generaciones de filatelistas, por lo que otra de las ventajas de la competencia es reforzar las colecciones de los jóvenes cubanos. Quienes, por cierto, se encuentran entre los primeros del mundo. Mientras estuvo en la categoría juvenil, Raudel expuso en 5 competencias internacionales entre 2005 y 2008. Debido a cuestiones de presupuesto, las muestras cubanas escogidas para un concurso viajan acompañadas de un comisario, pocas veces de sus autores. Pero aun así el trabajo del matancero desfiló por República Dominicana, Bucarest, San Petersburgo y Bruselas.

El filatelista matancero Raudel Busto Galup junto a su colección en esta Copa / Foto: Gabriela Fernández
El filatelista matancero Raudel Busto Galup junto a su colección en esta Copa / Foto: Gabriela Fernández

En gran medida debido al éxito reconocido dentro de las lides filatélicas de la categoría juvenil en Cuba, el Presidente de la Federación cubana, José Raúl Lorenzo, funge como Presidente del Buró de Juventud de la Federación Mundial de Filatelia, radicada en Suiza. Al pagarle esta institución su pasaje a varios eventos internacionales, Lorenzo suele llevar el trabajo de los cubanos a esas competencias, según cuenta Raudel por su propia experiencia.

El propio Lorenzo asegura que su puesto directivo en la FIP (siglas en francés) se debe en buena parte a que Cuba lleva 10 años siendo el país con mejores resultados a nivel mundial en filatelia juvenil. Los esfuerzos de la Federación cubana tratan de contrarrestar las amplias posibilidades de distracción de la juventud actual que cada vez pierde más el interés por la filatelia. “Los jóvenes históricamente han sido la principal fuente de coleccionistas. Sin embargo, los de hoy prefieren coleccionar aplicaciones para tablets y teléfonos que coleccionar sellos”.

Foto: Gabriela Fernández
Foto: Gabriela Fernández

No basta solo con la voluntad. La filatelia es una actividad que demanda recursos,porque adquirir las colecciones puede representar una agravación de gastos para cualquier familia. Lorenzo reconoce que la realidad económica del cubano común hace del coleccionismo un reto aún mayor.

El país tiende a envejecer, y los ancianos muchas veces cuentan con más tiempo libre y dedicación. Por esas razones, uno de los objetivos de la Federación para 2016 gira en torno a dedicarles actividades específicas a la 3ra edad.

Raudel, a quien evidentemente le apasiona le investigación además de la filatelia, valora que esta práctica se ha deprimido un pocoen su generación, y no solo en Cuba. “Estudios sociales indican que el coleccionismo de hoy es más serio, si bien menos masivo. Mi mayor preocupación es que, cuando yo sea una persona mayor, quizá esto no exista.”

Sellos que trascienden fronteras políticas

Foto: Gabriela Fernández
Foto: Gabriela Fernández

Cuba es un país con una gran tradición del coleccionismo de sellos, sobres y otros documentos postales. Se habla de filatelia cubana desde finales del siglo XIX. A principios del XX, coleccionistas se reunían  en el hotel Inglaterra todos los domingos, y se hacían publicaciones en la prensa sobre actividades de este tipo.

Luego de 1959, se formó una gran comunidad de cubanos en la Florida con inclinaciones filatélicas. En 1971, fundaron la Cuban Philatelic Society of America, dedicada a promover el coleccionismo y el estudio de la historia postal cubana.

Incluso antes de iniciado el proceso de normalización de relaciones entre Cuba y EEUU, esa institución mantenía vínculos con la Federación Cubana, evidentes en la publicación en su revista especializadade artículos escritos por filatelistas residentes en la Isla.Además, recientemente uno de sus directivos, Yamil Kouri, impartió conferencias en el Museo Postal de La Habana.

El Presidente de la Federación Cubana explica que ahora se están articulando vías para una cooperación concreta entre ambas instituciones. En el marco del próximo viaje de Lorenzo a New York para asistir de jurado en la Exposición Mundial de Filatelia, deben ocurrir encuentros definitorios con los miembros de la Cuban.

No obstante, el filatelista Raudel Busto considera que la política no se mezcla mucho con la filatelia, que esta última trasciende las fronteras. Él es uno de los pocos cubanos residentes en la Isla que son miembros de la Society, y comenta que son los mismos amigos de allá quienes le pagan la membresía. A Estados Unidos nunca ha podido viajar hasta el momento.

Aunque en la sobremesa de los cubanos de la Federación y los de la Society no se hable de política, esta sí afecta de alguna forma a la filatelia. El mayor escenario de la venta de sellos a nivel mundial es eBay, donde los productos cubanos no se pueden comerciar por el embargo. Además, no es posible exponer allá sellos cubanos emitidos luego de 1959.

Al filatelista emigrado Antonio Giannottile le disgusta esta exclusión: “Tan sello cubano es el del período español o de la República, como el de la Revolución”. Este hombre, quien partió de Cuba hacia Puerto Rico siendo solo un niño de 12 años, no oculta sus lágrimas al hablar de la relación sentimental con su país natal.

El mismo día de 2014 en que lo nombraron Miembro de Honor de la Federación Filatélica de Cuba se cumplían 54 años de su partida a vivir fuera del país, coincidencia que recuerda conmocionado. Pertenece además a la American Philatelic Society, a la Sociedad Filatélica de Puerto Rico (de la cual fue Presidente), y a la Cuban Philatelic Society of America.

Antonio Gianotti, un cubarriqueño apasionado de los sellos y los sobres que le recuerdan a su Patria / Foto: Gabriela Fernández
Antonio Gianotti, un cubarriqueño apasionado de los sellos y los sobres que le recuerdan a su Patria / Foto: Gabriela Fernández

Hijo de un fabricante de elevadores, asistió al colegio religioso Lasalle aun viviendo en la Isla. Cuando le ponían allí a organizar estampillas y guardarlas en grupos de 100 para enviar a misioneros en África y Asia, nació una afición para toda la vida.Como la mayoría de los coleccionistas, en sus inicios juntaba piezas de todo elmundo, pero su apego a Cuba lo hizo especializarse en sus sellos y deshacerse de los demás.

Hoy asegura que llegó a reunir todos los sellos de Cuba entre 1800 y 1990, usados. Además de otras colecciones que se sigue inventando cada vez que va cumpliendo sus objetivos filatélicos.

“Todo el mundo sabe que en Miami hay una segunda Habana. Muchas de las piezas que he conseguido las compré allí. Aunque muchos cubanoamericanos tengan ideales y pensamientos políticos contrarios al Gobierno cubano, pienso que es positivo que lleven en su corazón la filatelia cubana”.

Giannotti desearía que los hijos de estos coleccionistas continuaran el legado de estos respetando sus colecciones, y no descuartizándolas para lucrarse. “Porque la filatelia no es lucro, es cultura”. Giannotti prevé que, cuando se acabe el bloqueo de EE.UU. contra Cuba, los sellos de la Isla van a tomar más valor. Pueden pasar dos cosas: una, que se inunde el mercado de todos esos elementos que estaban esperando poder ser vendidos en EEUU; o que su precio aumente gracias al hecho de que no los había antes. Él se inclina por esta segunda variante.

Ante estas nuevas perspectivas, ¿cuáles son los retos de la filatelia cubana actual? José Raúl Lorenzo sabe que se deben seguir perfeccionando las emisiones postales cubanas para que sean más cercanas a los intereses contemporáneos del coleccionismo. Giannotti complementa que, a fin de que los sellos sean más atractivos al mercado internacional, se debe reducir la cantidad de emisiones dedicadas a aniversarios y eventos nacionales en favor de la cancelación de sellos temáticos. El público extranjero no conoce buena parte de nuestros personajes y eventos, así que les debe resultar menos atractiva una muestra mayormente marcada por ese tipo de contenidos.

Foto: Gabriela Fernández
Foto: Gabriela Fernández
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