La iglesia parroquial mayor de San Juan de los Remedios, en Villa Clara, no es una iglesia cualquiera. Y no porque allí la fe se viva con mayor intensidad, ni porque sus leyendas de pueblo cincuentenario hayan traspasado el umbral de este recinto religioso.
Su singularidad radica en sus valores patrimoniales y arquitectónicos, que la convierten en un sitio único en Cuba y de constantes visitas, tanto de fieles como de otros que, sencillamente, sucumben a sus encantos visuales.
La iglesia fue construida en 1550 y toma el nombre del patrón de la villa, San Juan Bautista. Basta entrar y el visitante se encuentra con un hermosísimo altar de madera, laminado en oro de 22 quilates y de estilo barroco español.
Cuenta la guía de la iglesia Martha Flores Díaz que una vez colocado, el altar brillaba tanto que era imposible mirarlo de frente, por lo que fue necesario “opacarlo” un poco. “Pero aquí lo que brilla y no brilla es oro”, añade.
Todas las esculturas, que adornan ambos laterales de la iglesia, igualmente vestidas de oro, fueron traídas desde España en los siglos XVII y XVIII. Entre ellas, destaca la “Inmaculada Concepción embarazada”, considerada por los expertos como un exponente sin igual en el mundo.
Otro de los detalles menos a la vista, pero que Martha se encarga de remarcar lo constituye su techo de cedro cubano del siglo XVII y de estilo mudéjar, conservado desde el propio establecimiento de la edificación y donde son visibles las influencias andaluzas y árabes.
Ahora, con los recién cumplidos 500 años de la cuidad el pasado 24 de junio, la iglesia parroquial mayor ha renovado su imagen, sobre todo en su exterior, donde se concentraron el grueso de las acciones. Sin embargo, esa lozanía que aun hoy pervive en ella no se relaciona con lechadas de pintura ni obreros en ajetreo, sino con esas reliquias de su interior que se han sabido resguardar pese al paso del tiempo.
el pueblo cubano tiene una inmensa tradicion religiosa heredada por los espanoles que no actuaron en realidad como catolicos pero nos djaron ese regalo de creer y respetar los dogmas de la iglesia es de mui buen gusto ver reliquias como estas de gran contenido religioso y arquitectonico , es una verdadera obra de arte quisiera que se mantuviera asi por muchos anos mas es algo de nuestra idiosincracio lo que dice quien somos y como somos.