Antes de que termine el año, un total de 60 ómnibus rígidos y 40 articulados que reciben reparación general en Artemisa, volverán a las calles de La Habana para tratar de aliviar la severa crisis del transporte.
Estas guaguas, que se encontraban paralizadas por largo tiempo en las terminales, serán recuperadas con el trabajo, además, del Fondo para el Desarrollo del Transporte Público, con montos provenientes de las ventas de vehículos, señaló en Facebook el ministro del sector, Eduardo Rodríguez Dávila.
Se espera que los módulos y repuestos donados por el Gobierno chino lleguen en dos fases que terminarán en agosto próximo, lo cual facilitará finalizar las reparaciones y permitirá que “una mayor cantidad de guaguas entren en circulación antes de que termine el año”.
De acuerdo con el funcionario, la reparación incluye desde la chapistería y pintura hasta la mecánica de los diferentes sistemas. Una de las metas es “garantizar asientos con mayor durabilidad”, pues se trata de una de las piezas que mayor contacto tienen con las personas y que “se rompen con mayor facilidad”.
Rodríguez Dávila indicó que se reutilizan componentes en buen estado como cristales y piezas eléctricas “para agilizar la puesta en marcha de algunos vehículos”, varios víctimas de vandalismo, por lo que “muchas de sus piezas no están, lo cual hace el proceso más engorroso”.
Agregó que existen cien motores disponibles para instalar en estos ómnibus y se busca la posibilidad de aumentar la cantidad, para lo cual “se ha implementado un sistema de selección y reutilización de partes”.
El uso del transporte público en 2024 cayó más de un 12 %, informó recientemente la Oficina Nacional de Información y Estadística (ONEI). El texto oficial no detalló las razones del descenso, pero desde hace años —con la grave crisis económica y energética que sufre el país— el sector se ha visto lastrado por la falta de combustible y de remplazo de la flota.
Uso del transporte público cae más del 12 % durante 2024 en Cuba; el de mercancías bajó un 19 %
De acuerdo con un reporte de Cubadebate, publicado el pasado 12 de marzo, en el balance del Transporte trascendió que en La Habana “están paralizados 461 ómnibus, con la consiguiente y drástica reducción del número de viajes y de pasajeros diariamente”.
En abril de 2024 el ministro del sector, Eduardo Rodríguez Dávila, reconoció la difícil situación en materia de transporte de pasajeros. “Hace cinco años en Cuba se transportaban unos 5,8 o 5,9 millones de pasajeros diarios y hoy se están transportando 2,7 millones”, manifestó el funcionario, quien mantiene una activa presencia en las redes sociales informando los problemas de su cartera.
El Gobierno cubano explica la debacle a partir de los rigores de las sanciones de Washington, la crisis global de combustibles y la falta de recursos. En contrapartida, la ciudadanía critica la falta de planificación y la ineficiencia administrativa que han agravado la situación.