Un diagnosticador para la detección del SARS-CoV-2 y nuevos candidatos vacunales más resistentes a posibles mutaciones del coronavirus, se hallan entre los más recientes aportes y resultados de la ciencia cubana en el enfrentamiento a la pandemia, reseñan medios de prensa oficiales.
Además, también se conoció sobre un tercer prototipo de ventilador pulmonar cubano, “una iniciativa que busca evitar el colapso de los servicios de terapia intensiva ante la ausencia de estos equipos”, de acuerdo con la agencia Prensa Latina (PL).
El nuevo diagnosticador, que se emplea para la extracción magnética del ARN del virus con nanotecnología, fue presentado en la reunión que sistemáticamente realiza el presidente cubano Miguel Díaz-Canel con científicos y expertos de la Isla que trabajan en proyectos e investigaciones relacionadas con la COVID-19.
“Se trata del reactivo de laboratorio que permite extraer el material genético, lo cual es un paso esencial en el proceso de determinación de las pruebas de PCR”, según explicó en la reunión la Dra. Angelina Díaz, directora del Centro de Estudios Avanzados, citada por el diario Granma.
La especialista afirmó que el diagnosticador fue validado por el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, tiene una concordancia del 100 % con los kits importados, no precisa de una cadena de frío y cumple con las normas de la autoridad reguladora cubana.
La Dra. Díaz dijo que la pretensión es producir kits para 20.000 muestras diarias, “a partir de un encadenamiento productivo que implica a varias instituciones, incluyendo a un trabajador por cuenta propia”, precisa Granma, que recuerda que “hasta el momento, Cuba ha logrado producir el hisopo para la toma de muestras, el medio de transporte para su recolección y traslado”.
Por su parte, el Dr. Rolando Pérez, director de Ciencia e Innovación del grupo empresarial BioCubaFarma, aseveró que la idea es montar el sistema completo para el diagnóstico final y que las capacidades que se creen no solo serían para la COVID-19, sino para cualquier enfermedad de origen viral, bacteriano y las crónicas no transmisibles, incluido el cáncer.
“En el proyecto está llegar hasta el equipo que hace el PCR, no solo el extractor. Vamos a producir todo lo que se requiere para el diagnóstico molecular y pensamos que para 2022 tengamos toda esa tecnología”, apuntó Pérez en el encuentro con Díaz-Canel, donde, además, fuero presentados los resultados de estudios sobre la COVID-19 como causa de muerte en 50 autopsias y sobre las secuelas deja en varios órganos. Estos estudios tributan a un nuevo protocolo de tratamiento de la enfermedad que se presentará en breve.
Secuelas renales de la COVID-19 en la mira de la ciencia cubana
Nuevos proyectos de vacunas y de ventilador pulmonar
Este miércoles también se supo que el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, que tiene ya en ensayo clínico las vacunas Mambisa y Abdala, desarrolla nuevos candidatos vacunales más resistentes a posibles mutaciones del SARS-CoV-2.
De acuerdo con el Dr. Gerardo Guillén, director de Investigaciones Biomédicas del CIGB, citado por la Agencia Cubana de Noticias (ACN), “los científicos cubanos se preparan para actuar ante variantes de la enfermedad con mayor capacidad de infección y de agravar los daños a la salud”
Por ello, y aunque no existen evidencias de que las actuales mutaciones afecten la respuesta protectora de los candidatos vacunales cubanos, las investigaciones en marcha “incorporan nuevas proteínas para diversificar la respuesta protectora” de las vacunas ya en estudio.
Además, el Dr. Guillén confirmó que los resultados preliminares de Abdala y Mambisa, que emplean vías de administración intramuscular e intranasal, “demuestran su idoneidad sin presentar efectos adversos graves”. Ambos productos, que ya culminaron su primera inmunización, tienen como ventaja que son muy seguras, “al obtenerse a partir de proteínas recombinantes mediante ingeniería genética y no utilizar el virus vivo, lo cual permitirá aplicar más dosis en el caso de disminuir la inmunidad y emplearlas también para reforzar otras vacunas”, señaló el investigador.
Mientras, el ingeniero Arlem Lesmes Fernández, director general de la Empresa Combiomed Tecnología Médica Digital, adelantó a Granma que su la entidad trabaja en el desarrollo de un tercer modelo cubano de ventilador pulmonar de altas prestaciones, “para aplicarse en las UCI en pacientes graves y críticos con la COVID-19, o que presentan otras complicaciones de diversa índole”.
Este ventilador pulmonar de alta gama –al que Fernández catalogó como “el proyecto más complejo” ejecutado por la empresa en más de 35 años de labor– “incorporará los modos de ventilación estándares a nivel mundial, y ofrecerá atractivas y seguras opciones de visualización, operación y conectividad”, de acuerdo con la fuente, que agrega que “todas las soluciones de diseño electrónico, neumático, mecánico, industrial, gráfico, de firmware y de software son frutos de la ciencia cubana”.
Las previsiones apuntan a la terminación de los primeros prototipos en el mes de marzo, y su introducción en el sistema de salud cubano en el segundo semestre del año, “después de las necesarias y obligadas pruebas que demuestren su seguridad y eficacia, como parte del proceso para su Registro Sanitario en Cuba”. Con ello, “debe convertirse en una importante fuente de sustitución de importaciones, con un costo inferior a la mitad de su precio en el mercado internacional, además de representar un potencial rubro exportable”.
Actualmente Cuba cuenta dos modelos de respiradores pulmonares propios: el Pcuvente y el Neuronic/Pcuvente v 1.0.
El primero es un equipo automático diseñado para la ventilación de emergencia por periodos cortos e ininterrumpidos. Permite el modo de ventilación volumétrica controlado y asistido por volumen, y emplea una batería, que le posibilita trabajar de manera independiente por más de una hora, y su uso se centra en los casos con distrés respiratorio leve, contribuye a mejorar la ventilación alveolar y, sobre todo, reduce la frecuencia de intubación, refiere Prensa Latina.
El otro modelo es el ventilador pulmonar de emergencia Neuronic/Pcuvente v 1.0, el cual es de compresión mecánica y automática de un resucitador autoinflable, originalmente de uso manual, y puede ser utilizado ante una insuficiencia respiratoria aguda, donde falte la respiración o se encuentre muy deprimida o que requiera de su apoyo durante cortos períodos.