Una silla gigante de madera, confeccionada por el grupo de artesanos Leo y Migue, fue colocada en el Paseo de la Alameda de Santiago de Cuba.
La escultura mide 8.50 metros de altura y hasta el momento es la más grande de toda Cuba, lo que permitirá a los santiagueros y visitantes disfrutar de una singular vista de la urbe oriental, resalta la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Miguel Alfredo Rodríguez, líder del proyecto artesanal, dijo a la agencia que la silla era un regalo a Santiago de Cuba “por el vínculo establecido tras el paso del huracán Sandy y por los 500 años de la fundación de la villa”.
“Queríamos representar la idiosincrasia del santiaguero, por eso pusimos en el respaldo una botella de ron y utilizamos la madera del mismo color de los toneles de esta bebida”, explicó, tras el acto de inauguración de la obra, al que asistieron las principales autoridades del territorio.
Una silla gigante de madera, confeccionada por el grupo de artesanos Leo y Migue, adornará desde hoy el Paseo de la Alameda de #SantiagodeCuba. Con 8.50 metros de altura es hasta el momento la más grande de Cuba @ACN_Cuba @Aranelis18 @mprietoACN_Cuba pic.twitter.com/X0JKHDChYk
— Carlos Gonce Socías (@CarlosGonce) June 13, 2021
Por su parte, Omar López, Conservador de la Ciudad, se refirió al valor simbólico de la escultura ambiental, a la que calificó de “singular, llamativa y atractiva por su desmesurada escala y por recordarnos al Ron Santiago y al son como alma de la localidad”.
Además, aseguró que la pieza tiene “el encanto” de recordar la relación estrecha de la silla con la vida diaria, y que “invita a sentar, pero solo como una pausa necesaria para seguir en la avanzada”.
El proyecto artesanal de Leo y Migue ha confeccionado 10 sillas de este tipo, ubicadas en Cayo Coco y La Habana, precisa la ACN. La de Santiago, aunque ya colocada en la Alameda, estará accesible al público “cuando mejore la situación epidemiológica”, que en este momento tiene a la provincia santiaguera como una de las más afectadas en la Isla.
La silla, como elemento escultórico, tiene una semántica y un valor simbólico. Entre otras están la “Silla Rota”, del escultor Daniel Berset, expuesta en la plaza de las Naciones en Ginebra, dedicada a las víctimas que han caído en las minas antipersonas; el “Monumento de las Sillas de Cracovia, en recuerdo a las víctimas judías del Gueto de Cracovia y el “Memorial de las Tres Sillas” en Renca, Chile, erigido en recuerdo de tres comunistas asesinados por la dictadura.
La ciudad de Santiago de Cuba tiene su identidad propia y ella misma es el tejido urbano y expresión de la idiosincrasia de los Santiagueros. Por tanto, veo la “Silla de la Alameda” como un “hito”, que por sus grandes dimensiones y altura, que permiten verla desde distintas perspectivas, cercanas o lejanas, terminará asimilándose al bello aire libre donde ha sido emplazada.
En mi opinión “La silla de la Alameda”, como las anteriores, está allí para admirarla; por eso me ha parecido un despropósito que la misma tenga una escalera y que se diga que la silla “permitirá a los Santiagueros y visitantes disfrutar de una singular vista de la urbe oriental”…