Todo comenzó en la Bienal pasada. Las ideas, las matrices, las estampas, luego las obras y su discurso. Allí, en aquellos inmensos salones permanecieron inmóviles, paralizadas pero coquetas, a la espera de la mirada, ansiosas por decir, gritar, cantar. Si alguien se detenía, perdían el control, iban desenfrenadas a la entrega, hacia una lucha por la conquista, como reflejo incondicionado.
Ellas nacieron en un taller, algunas pasaron por el vientre de una prensa, otras solamente se dejaron llevar por la destreza de una mano controlando dos o tres herramientas. Vinieron al mundo por distintas vías, pero con el mismo fin y pretexto. Fueron hechas para reflejar, aplaudir e inmortalizar un contexto, y terminaron trazando la ruta que aún no encuentra el punto final en el mapa. Porque el grabado cubano continua siendo medio de expresión, porque nuestro panorama le sigue proveyendo la materia prima y energía necesarias para no sumergirse en el silencio.
La Oncena Bienal Internacional de La Habana marcó el punto de partida de un proyecto organizado por jóvenes grabadores. Decidieron entonces unirse, alentados por la única intensión de realzar la gráfica, una manifestación que ha marcado pautas significativas en la plástica cubana, pero ha perdido cierta fuerza en los últimos tiempos. Haciendo Presión fue el nombre que escogieron para bautizar un proyecto que ya traza más de un sendero y aspira a poner en evidencia los valores de una tradición artística milenaria.
Cuando las salas K13 y K14 de la Fortaleza La Cabaña los acogieron para darse a conocer como grupo durante el mencionado evento, el grupo de artistas conformado por Hanoi Pérez, Liudmila López, Norberto Marrero, Janette Brossard, Alejandro Sainz, Octavio Irving, Osmeivy Ortega, Aliosky García, Orlando Montalván, Eduardo Leyva, Anyelmaidelín Calzadilla, consolidaron la génesis de un proyecto totalmente independiente.
Janette Brossard, una de las protagonistas en este pequeño gremio, se refiere a los propósitos de Haciendo Presión:
“Conformamos un grupo que pretende mostrar el grabado como un medio eficaz dentro del panorama del arte cubano contemporáneo. Somos artistas que nos hemos formado, y desarrollado nuestra obra durante aproximadamente los últimos 15 años. Haciendo Presión se refiere a lo que este concepto puede sugerir en cuanto a diferentes posturas: la presión que se ejerce desde posiciones de poder o la que se ejerce como una necesidad de supervivencia, como un acto liberador”.
“La presión como hecho físico es además la base de una buena parte de la producción gráfica. Trabajar bajo la presión de las limitaciones económicas, el propio acto creativo o la subvaloración del medio, son motivos para crear en nosotros una actitud común. Haciendo presión es una expresión que puede entenderse como una acción continua, una lucha permanente, una pugna necesaria”.
El trabajo desplegado por estos once artistas también toma como centro la promoción de una modalidad que permite la riqueza creativa y discursante, sin embargo, al menos en el patio, es poco conocida por el espectador: El libro de Artista o Libro Objeto. Esta es una forma de expresión de la que se vale el proyecto para expandir las diversas técnicas del grabado, y así atraer al público hacia una propuesta inusual en el panorama de la plástica contemporánea cubana.
Los libros de artista son obras de arte en sí, que reúnen características poco convencionales, completamente manufacturados, y responden más a un objeto artístico que a la estética del libro común. Haciendo Presión nació entonces con su libro (grabados originales en una reducida edición de 8 ejemplares), el cual discursa en torno a fenómenos sociales, y al mismo tiempo constituye una acción de reafirmación a favor del Grabado como lenguaje de las artes visuales. Fue seleccionado por el jurado Dennis Michael Jon para participar en la Boston Printmakers 2013 North American Print Biennial.
En el transcurso de su andar, el grupo ha difundido su quehacer, aprovechando momentos de significativa importancia para la cultura de la Isla. Por ello no quedaron exentos del Octavo Encuentro Nacional de Grabado, celebrado en noviembre de 2013, jornada que les permitió reavivar la energía que mermó en el grabado desde que un espacio como la Huella Múltiple quedara sólo en el recuerdo.
También como actividad colateral del mencionado evento, Haciendo Presión organizó la muestra “El libro Arte: un universo” en el espacio alternativo del Estudio Taller Babalú Ayé. Sus integrantes, además enfrascados en su obra personal, lograron materializar otra idea en torno a los libros de artista. Nada más y nada menos que en la propia Feria Internacional del Libro 2014 se lanzaron a la Plaza de Armas, acompañados por otros artistas que desarrollan esta línea creativa.
Entre tanto, el hombre, la ciudad, Cuba, la sociedad en general siguen constituyendo el principal impulso de estos hacedores. Ya sea desde la serigrafía, litografía, xilografía, calcografía hasta las más contemporáneas técnicas del grabado, el mayor objetivo será siempre expresar, decir, y revivir el espíritu que otorgó a la gráfica cubana un lugar cimero dentro y fuera del terruño.