De acuerdo con una nota del periódico Trabajadores, en los territorios de la Isla donde se ha instaurado la primera fase, las instituciones culturales han abierto de nuevo sus puertas al público, siguiendo todas las medidas señaladas por las autoridades sanitarias.
«En esta primera fase mantendremos el plan aprobado por el país y por los consejos de defensa de cada provincia” –dijo Norma Rodríguez Derivet, presidenta del Consejo Nacional de Artes Plásticas. “A las galerías no debe entrar nadie con síntomas respiratorios o fiebre, se debe usar el nasobuco, habrá a disposición de los visitantes y del personal que labora en cada lugar medios para la higiene”.
En cuanto a los museos, José Antonio Rodríguez González, director de Museología del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, declaró: “Hemos tenido en cuenta protocolos trazados por el Consejo Internacional de Museos, y otros protocolos creados en México, Argentina, Colombia y España, para articular nuestro propio protocolo de acción en esta etapa de recuperación”.
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«Diferenciamos tres aspectos esenciales: medidas de higienización, medidas relacionadas con la bioseguridad, y medidas que tienen que ver con la animación cultural en los museos», agregó.
En todos los casos se desinfectarán habitualmente objetos y elementos del mobiliario y la arquitectura a fin de que el público pueda tocarlos. También se tomará en cuenta la cantidad de personas que pueden estar al mismo tiempo en las salas de exhibición.
«Se tendrá en cuenta el tamaño de los espacios. Creemos que en las galerías más grandes no deben permanecer más de quince personas en una sala. Y en las más pequeñas no más de diez. La propia lógica del acceso a las galerías, que no registran casi nunca aglomeraciones, facilita la aplicación de las medidas», explicó Rodríguez Derivet.
En los museos, según Rodríguez González, se recomienda marcar en los pisos distancias de 1,5 metros, para que los visitantes no se aglomeren.
«Hemos tratado de que las visitas sean en su mayoría guiadas o con previa reservación. En los museos municipales, que reciben normalmente menos visitantes, quizás no haga falta, pero en otros museos de gran convocatoria priorizaremos esta opción», dijo.
Dijo, finalmente, que esta decisión busca evitar que los visitantes transiten por las salas sin orden, lo cual pudiera propiciar la interacción de varios flujos de personas.