Cuando Eloy Costa habla de sus inicios en la fotografía, a su mente vuelven recuerdos en sepia. La cámara Canon que le compraron sus padres, el negocio de fotografía de eventos familiares que mantuvo durante casi un año y los montajes de los niños de 12 años con Daddy Yankee, los hijos de María Do Carmo —el personaje de la telenovela brasileña Señora del destino—, y las escenas del filme Finding Nemo, son secuencias del pasado que hoy narra desde lejos.
La carrera de Filología en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana no fue el fin, sino la continuación de esa pasión de Eloy por asomar el ojo a través del lente. En esos años participó en un par exhibiciones dentro de esa casa de altos estudios —aunque recientemente descubrió que sus fotos eran pésimas. Quizás ese amor inició antes, cuando al leer a William Faulkner, Fiódor Dostoyevski, Albert Camus o Yasunari Kawabata y a otros genios de la literatura, reconoció aquello que es estéticamente válido para todas las artes.
Costa, quien reside actualmente en Estados Unidos, fue uno de los seleccionados para participar en la exposición From Far Away (Desde lejos), que reunió a 18 artistas cubanos y que este sábado cierra sus puertas en ABRA Galería de Florida, Estados Unidos.
Eloy se siente “intruso” en la muestra, según confesó vía correo electrónico a OnCuba. Para él esa es una sensación positiva, de privilegio, porque comparte la exposición con artistas bien establecidos como Ernesto Rancaño, Marlys Fuego y Mabel Poblet.
Costa aseguró que tiene una deuda con la buena fortuna y con Gabriela García Azcuy, curadora cubana establecida en Miami que, gracias a su proyecto Artxiomas, promueve a los artistas jóvenes de la Isla. Para Eloy fue clave el contacto de García Azcuy con Jorge Toledo, curador de From Far Away y fundador del proyecto EKO Art Gallery.
“Creo que esta es una buena generación para el arte y sus profesionales en Cuba. Es una feliz coincidencia que jóvenes especialistas y curadores, como Jorge o Gabriela, lo estén promoviendo en Estados Unidos”, dijo.
¿Es From Far Away muestra del trabajo de artistas de la Isla en EE.UU, o una mirada, desde la distancia, a la realidad insular?
Ciertamente el título puede sugerir esos derroteros interpretativos. Sin embargo, existen otros muchos que pueden coexistir perfectamente. En primer lugar, no todos los artistas participantes en From Far Away residen acá. Algunos pasan más tiempo en Cuba que en cualquier otro lugar. Se trata, en efecto, de una muestra de arte cubano contemporáneo que tiene lugar en una galería de Bay Harbor Islands, Florida, Estados Unidos.
“Paradójicamente, el hilo narrativo y estético de la exhibición parece exceder nacionalismos o determinaciones referenciales, y se ubica en las individualidades discursivas que conforman la muestra.
“Los artistas participantes intentamos, con nuestras piezas, provocar una reflexión sobre nosotros mismos y también acerca del proceso creativo que nos define. ¿Nostalgia? ¿Valor referencial frente a la función estética per se? ¿Ironía? ¿Individualidad a ultranza, o comunidad creativa? El criterio curatorial de las piezas está ya sometido al juicio del público y de la crítica”.
¿Sobre qué versan tus obras presentadas en la exposición?
Son cuatro piezas de la serie Orbis Tertius: The Carlyle, Fill Me In, Fury y Collins Ave. Antes había llamado a esta serie Motion and Blur, lo cual describía las características formales centrales de las piezas: el movimiento y su desenfoque resultante.
“Pero a la larga me decidí por el nombre que hace referencia a uno de los mejores relatos de Jorge Luis Borges. Eso, porque soy preso de su literatura e imaginería, de su locura temporal-espacial. También porque si bien el título anterior hacía referencia a características formales, el definitivo se sostiene desde un cierto sustrato poético, desde una interpretación del mundo”.
Si la fotografía llegó a tu vida de forma ingenua e intuitiva, ¿cuándo comienza esa etapa de afirmación de tu carrera?
Una noche fui al Estadio Latinoamericano con mi padre, llevaba conmigo la Fujifilm X10. Eran mis primeros días con la cámara nueva. Industriales perdía contra Pinar del Río. El público pinareño gritaba: ‘Yulieski Gourriel, niña moza’. Tabares estaba lesionado. Decidí dejar de atender al juego y poner todos mis sentidos en el público. Tomé algunas de mis mejores fotos esa noche. Ahí empezó todo.
“Por extraño que parezca, me ayudó mucho la imagen literaria para mi entendimiento de la foto fija. Por eso me fascina Magnum y su lucidez para contar una historia visual.
“Durante mis últimos dos años en Cuba inicié un calendario online de eventos y lugares de interés, en conjunto con Nigel A. Hunt, un apasionado la fotografía y los nuevos proyectos, y enamorado de la isla. Trabajaba como profesor adiestrado de la Facultad de Artes y Letras, y como editor en la Editorial de la Universidad de La Habana. Parte del contenido escrito para el sitio lo tenía bien cubierto, no así las imágenes que también hacían falta, porque CWO es muy visual.
“Como Content Manager (responsable de contenidos) tuve que aprender todo sobre fotografía digital. Más que el conocimiento técnico, consumía portafolios de artistas y guías visuales. Debo agradecer a Nigel por facilitarme el acceso a la información, a un flujo profesional de trabajo y a mi primera cámara decente, una Fujifilm X10, excelente para mi estética favorita, la de street photography (fotografía callejera).
¿Qué ha caracterizado tu trabajo en los últimos años?
Me gustaría pensar que ha sido la no fijación en una u otra estética, ya que solo he tomado fotografías por unos pocos años. Tengo pendiente todavía mucha experimentación con sujetos, soportes, revelados distintos y con aproximaciones conceptuales más amplias.
“El tipo de fotografía documental y cándida me atrapó desde temprano. Si existe algo determinante en mi trabajo, prefiero creer que gira alrededor de esa estética, y que tiene que ver con una búsqueda en la dimensión de lo individual en el sujeto fotográfico”.
¿Cuáles son tus proyectos más inmediatos?
Además de la fotografía, trabajo como consultor independiente de negocios, vinculado al desarrollo de nuevos productos para la web. Me he dejado muchas horas en www.cubartours.com, otras tantísimas en www.cubawhatson.com.
“Vienen días intensos, de mucho trabajo y experimentación. Sobre todo me entusiasman dos proyectos fotográficos en los que me desempeño como consultor: www.CubaFotografia.com y www.CubaPhotography.org. Espero que pronto se hayan materializado.
“En cuanto a mi trabajo como fotógrafo y artista visual, aún hay mucho por hacer antes de poder defender mi marca apropiadamente. Para eso estoy trabajando en mis sitios web personales y espero tener resultados pronto.
“Desde hace días hay varias ideas que no me dejan. Quiero poner impresiones gigantes en muros fronterizos, con imágenes que transmitan paz interior y seguridad: una mujer que duerme o los pies de un niño. A esta serie le llamo Brave New World, como la novela de Aldous Huxley. Quiero colgar imágenes de interiores desorganizados y sucios en las paredes de casas de lujo, o diseñar una fuente de platos sucios a escala gigante y hacer que se quede en la plaza de alguna ciudad”.