Inevitablemente, uno asume el Malecón de La Habana como inicio y fin. La puerta llana de una ciudad –de un país–, ahogada por un mar sin el cual le resultaría insoportable vivir. Pero puerta al fin, que se abre a menudo para que su gente respire el salitre y se pierda por unas horas en el horizonte. Puerta que se abrió al arte hace tres años con el proyecto Detrás del muro, una invasión de obras visuales, en su mayoría interactivas, que ocuparon por más de treinta días todo el trayecto desde La Punta hasta el Parque Maceo.
Sobre aquella intervención, en la 11 Bienal de La Habana, la curadora Elvia Rosa Castro escribiría: “ (…) la mayoría de las piezas emplazadas en él (en el Malecón) supieron aprehender las bondades y hostilidades de un espacio como ese a nivel vivencial, dialogar con el entorno y cumplir un doble cometido: conjugar el filo crítico o comentario social con esa cualidad de atractivo visual e interactivo que usualmente suele apreciarse cuando el arte incursiona en aquellos espacios a los que usualmente no pertenece”.
Quizás sea este uno de los mayores retos que afronte entonces este proyecto cuando se inaugure su segunda edición en la 12 Bienal de La Habana, el 24 de mayo próximo.
“Detrás del muro será un espacio donde se una lo más hermoso, donde la gente pueda reflexionar, meditar, pensar, ver buen arte y dialogar con los artistas con los que muchas veces no podemos interactuar”, dijo a OnCuba Juan Delgado, curador general del proyecto.
Con obras muy bien pensadas para el Malecón habanero, para la ciudad, repiten en esta ocasión algunos artistas como Rachel Valdés (Proyecto Reality, Cubo Azul), Inti Hernández (Balance Cubano), Florencio Gelabert (Stella) y Roberto Fabelo (Delicatessen), quien aseguró a esta revista estar muy agradecido de participar en el proyecto.
“Detrás del muro continúa teniendo, a mi modo de ver, la trascendencia de ser un proyecto alternativo en un escenario como el Malecón, excelente para la relación con el público, esa interacción que tanto nos gusta a los artistas.
“En ese escenario me da muchísimo gusto colocar la pieza Delicatessen, que entra dentro de mi tradicional uso de los objetos de la vida cotidiana. En este caso se trata de un gran caldero de tres metros de diámetro y cerca de dos y medio de altura, y lo pinchan miles de tenedores. El título es una ironía, obviamente, refiriéndome a la dureza que constituye la lucha por la subsistencia cotidiana, un problema global y local que trato de resumir ahí”, añadió Fabelo.
Se incorporan a Detrás del muro artistas de México (Proyecto NOEMA), Marruecos (Saafa Erruas, MournirFatmi), República Dominicana (Raquel Paiewonsky), Alemania (Ewerdt Hilgemann) y Estados Unidos (Emilio Pérez, José Parlá, Duke Riley), y muchos más, quienes no solo intervendrán el Malecón esta vez, sino la calle Campanario, pues “este año la misma ciudad que cada día cambia nos ha sugerido intervenirla”, apuntó Juan Delgado, por lo cual habrá, por ejemplo, un gran mural de veinte metros cuadrados del norteamericano Emilio Pérez, y por otra parte performances de Aimée García, Ricardo Rodríguez o Álvaro Brunet.
Entre los jóvenes que se incorporan en esta edición se encuentran los muchachos del grupo Stainless (José Capaz, Alejandro Piñeiro y Roberto Fabelo Hung), quienes vuelven sobre el tema del consumo para presentar la pieza Occidente con esteroides, cerca de treinta cakes destruidos y devorados por lenguas que a la vez emergen de ellos.
Rafael Villares, a quien recordaremos por su obra Paisaje itinerante, una gran maceta que paseó gran parte del muro habanero, propondrá Árbol de luz, de una serie que parte del trabajo con el alumbrado público. La instalación, de siete metros de altura, que estaría emplazada en Prado y Malecón, reunirá 15 luminarias pertenecientes a alumbrados públicos de varios países del mundo:
“Es una obra más de contemplación que de interacción, que viene por la cuerda poética de que vas a estar bañado por una luz de otros países, que implica ese gesto de reconciliación utópica”, dijo a OnCuba el artista.
Mucho más ambicioso en cuanto a obras y compromiso de estas con su espacio, Detrás del muro ofrecerá dos talleres de corte social, uno de ellos acerca de la conducta de las jóvenes, impartido por Nereida García en homenaje a Ana Mendieta, y otro sobre la tercera edad por Oweena Fogarty. Un proyecto que será, como su anterior edición, de lo más atractivo de la 12 Bienal de La Habana, a celebrarse entre el 22 de mayo y el 22 de junio. Un proyecto quizás con la intención de colocar arte entre la gente y el mar o entre el mar y la gente, depende desde donde se mire.