Vivir en Westeros realmente puede cambiar a una persona. Aquellos que sobrevivieron las primeras siete temporadas de Game of Thrones (“Juego de Tronos”) han visto a sus padres, hijos y mascotas ser apuñalados, destripados y decapitados, quemados o congelados. A continuación una mirada al retorcido recorrido de algunos personajes que han logrado llegar desde el estreno de la serie de HBO en 2011 hasta su inminente final en la octava temporada.
Arya Stark
De princesita a asesina despiadada, pocos han tenido una transformación como Arya en “Game of Thrones”. Interpretada por Maisie Williams, Arya es una niña de unos 11 años obligada a hacer bordados y otras actividades femeninas aceptables mientras sueña con espadas, guerras y aventuras. Pero hay que tener cuidado con lo que uno desea en Westeros. Arya atestiguó la decapitación de su padre en la primera temporada, la masacre de su hermano y de su madre en la Boda Roja en la tercera, y fue secuestrada y jalada a deambular por un camino interminable y agotador. Todo esto la endureció y le dio una gran sed de venganza, con una lista de muertos que recita como una oración antes de acostarse. En la quinta temporada pasó por un entrenamiento para asesinos que puso a prueba su dignidad, en el que soportó golpizas y meses de ceguera y mendigó en las calles para poder subsistir. Con el tiempo comenzó a vivir su sueño de eliminar a los enemigos de su familia _ a dos de ellos los horneó en un pastel _ y hoy su gusto por la sangre es tal que es difícil saber si algún día parará.
Sansa Stark
Mientras Arya acogía la muerte y la lucha, su hermana mayor, Sansa _ interpretada por Sophie Turner _ sólo quería la vida de tés y tiaras que disfrutó de joven cuando la serie comenzó. Su inocencia y optimismo inicial y su subsiguiente persistencia mientras atravesaba humillaciones y violaciones, la han hecho una de las grandes sobrevivientes de “Game of Thrones”. Aceptó con ilusión su compromiso con el hijo del rey, el príncipe Joffrey, en la primera temporada, sólo para descubrir que éste era un monstruo vil. Su adorada mascota, la loba Lady, fue ejecutada. También fue obligada a casarse con Tyrion Lannister y luego con Ramsay Bolton, el más sádico de los personajes en un programa repleto de sádicos. Ramsay la violó en su noche de bodas en una escena de la quinta temporada que resultó demasiado fuerte aún para los espectadores más devotos. La octava temporada la encuentra finalmente en una posición de poder, a cargo de la reclamada casa de su familia, en Winterfell. Ha madurado y su alma ya no es pura, pero su sentido de moral se mantiene intacto y, a diferencia de muchos de los personajes de la serie, se ha vuelto más sabia a través de sus penurias.
Jon Snow
“No sabes nada, Jon Snow” fue un refrán frecuente que se convirtió en meme en redes sociales a comienzos de la serie. Lo dijo la salvaje Ygritte, con quien Jon pierde la virginidad y de quien adquiere algo de sabiduría. (Kit Harington, quien hace el papel de Snow, y Rose Leslie, quien hace de Ygritte, se casaron después en la vida real). Jon Snow sabe mucho más ahora, y está a punto de conocer una verdad trascendental sobre su origen cuando comience la octava temporada. Un bastardo traído a la noble familia Stark y criado por una mujer real que se negó a amarlo, Jon fue enviado a servir en la gran muralla que resguarda el norte, junto con delincuentes y otros hijos descartables. Rápidamente ascendió a comandante y apeló a clanes rivales para luchar contra la plaga de los caminantes blancos, una creciente horda de zombis helados. Muerto en un motín al final de la quinta temporada, fue traído de nuevo a la vida por un sacerdote. Los lords de la región se unieron para declararlo rey del norte, pero él salió en busca de aliados para la inminente guerra contra los caminantes blancos y encontró a una compañera, y amante, en Daenerys Targaryen, quien trae a sus dragones y ejércitos a la batalla.
Daenerys Targaryen
Los televidentes pueden decir cuán lejos Daenerys (interpretada por Emilia Clarke) ha llegado por el número de nombres y títulos que amasa: Daenerys de la Tormenta, La que no Arde, Rompedora de Cadenas, Madre de Dragones, o sólo Dany sus para amigos y admiradores. Cuando la serie comenzó era tratada como una pieza de mercancía, una princesa en el exilio vendida en matrimonio a un bárbaro por su calculador hermano. Ahora es venerada, temida o admirada prácticamente por cada alma en su mundo. Hizo volver a los dragones de la extinción, conquistó reinos, liberó a miles de esclavos y está al borde de restaurar la dinastía de su familia sobre los Siete Reinos de Westeros, pero primero debe luchar junto a Jon Snow y explorar su posible destino compartido.
Bran Stark
Bran empezó como un niño apenas lo suficientemente grande como para usar arco y espada y ahora es un vidente conocido como el Cuervo de Tres Ojos, con una sabiduría milenaria y un secreto sobre Jon Snow que redefinirá a su familia y, posiblemente, a Westeros. Su apariencia atravesó un cambio igual de dramático. El actor Isaac Hempstead Wright, ahora de 19 años, tenía apenas 11 cuando rodó la primera temporada y se dio un estirón que lo dejó virtualmente irreconocible en cuestión de unos pocos años.
Jaime Lannister
Sólo “Game of Thrones” puede hacer de un villano incestuoso y sin moral un personaje verdaderamente empático. Jamie Lannister comienza como un legendario luchador conocido como haber asesinado a un rey, ser guardia real de su hermana melliza, la reina Cersei, y padre secreto de los tres hijos de ésta. Durante un lapso como prisionero le cortaron la mano derecha y se volvió un guerrero incapaz de usar una espada. Su humanidad, e incluso sus muestras de bondad, han emergido lentamente a lo largo de los años, y al comenzar la octava temporada ha desafiado a su hermana a unirse a su enemigo Jon Snow en la lucha contra los caminantes blancos.
Cersei Lannister
Cersei era reina cuando la serie comenzó, y es la reina ahora que comienza la octava temporada. Apenas y ha salido del castillo en King’s Landing, para el memorable paseo de la vergüenza en el que caminó desnuda por las calles. La mayoría de sus pruebas han sido internas. Sus tres hijos han muerto y su famosa melena rubia ha dado paso a un corte que evoca madurez, pero se ha negado a cambiar su visión del mundo, firme en la crueldad con la que ha mantenido el trono bajo su control la mayoría del tiempo. Al comenzar la última temporada se ha negado a comprometer sus tropas para la lucha en el norte, con la esperanza de que todos sus potenciales rivales se destruyan entre ellos si ella se mantiene al margen.
Tyrion Lannister
Tyrion Lannister, interpretado por Peter Dinklage, ha sido de muchas maneras el rostro del programa desde que Ned Stark (Sean Bean) perdió el suyo, junto con el resto de su cabeza, en la primera temporada. Al principio era un alcohólico chistoso que pasaba la mayor parte del tiempo en prostíbulos. Ahora, es un alcohólico chistoso que asesora a la potencial reina Daenerys Targaryen. A lo largo de constantes humillaciones y rechazos, Tyrion se mantuvo leal a una familia que lo despreciaba hasta que no aguantó más, mató a su padre, huyó al exilio y encontró una nueva vida con Daenerys, la máxima amenaza para el clan al que dejó.
Theon Greyjoy
Otro granuja y frecuentador de prostíbulos cuando comenzó la serie, Theon ha sido brutalmente humillado y escarmentado desde entonces. Tras un sangriento y fallido intento por conquistar Winterfell, donde creció entre los Stark, es mantenido como prisionero por Ramsay Bolton, quien lo castra, le arranca las uñas, le quita los dientes y lo apoda “Reek”, convirtiéndolo en una triste sombra de un humano. Poco a poco se fue recuperando en temporadas recientes, incluida su voluntad para luchar.
Samwell Tarly
Sam era el gordito cobarde, triste y rechazado de una familia de guerreros en la primera temporada, y sigue siéndolo hasta el principio de la octava. Enviado al muro para convertirse en un verdadero hombre medieval, encuentra en vez su vocación a través de su corazón puro y su mente estudiosa, convirtiéndose en un asesor esencial que ayudó al ascenso de Jon Snow y que ha encontrado en la sabiduría antigua cómo ahuyentar a los caminantes blancos.