Muchos jóvenes realizadores cubanos están hoy, con razón, llenos de ira. No son, como aquellos que en la Inglaterra de los años 50 iniciaron el movimiento free cinema, pero se parecen. Molestos con el estado de cosas, inquietos, angustiados, o cansados de escuchar siempre lo mismo, quieren que sus ideas y sueños se hagan realidad hoy, porque el futuro no existe.
Tocados en su orgullo, han visto cómo el espacio (La Muestra) que pensaban era suyo, está cada vez más invadido y se han lanzado a defenderlo con todo tipo de acciones y gestos. Pero más allá de su actitud, noble y firme, deberían también preguntarse: ¿Qué es realmente lo que están defendiendo, el sitio donde nacen y confluyen sus sueños, o un espejismo? Cuando ellos respondan esa pregunta, surgirán otras, pero al menos sabrán por dónde comenzar.
Alguien ha hablado de responsabilidades, de ética, de valores que no se pueden traicionar. El ambiente se ha crispado. Un diálogo de un filme (Quiero hacer una película) que casi nadie ha visto y que además no está terminado, ha generado una tormenta y muchos se han ahogado en ella, creyendo que el arte es solo propaganda o una copia de lo real.
Un personaje de ese filme inconcluso menciona a José Martí de forma despectiva (“Martí es un mojón”; “Martí es maricón”) y esto desata las pasiones.
De un lado, los que ven al Héroe Nacional como figura sagrada, el símbolo intocable, del que solo se pude hablar en positivo. Del otro, los que defienden la libertad del artista y su derecho a interpretar y leer las figuras de nuestra Historia desde otras perspectivas, tan críticas, que puedan rozar, se ha dicho, la desvergüenza.
Es un enfrentamiento vano porque nace desde la polarización y el fanatismo que niega la opinión del contrario.
El que ve a Martí como un fetiche, no le hace honor al hombre extraordinario que fue. El que trae una y otra vez a colación sus ideas o palabras, solo demuestra su incapacidad para pensar o generar ideas propias. Preso de sus miedos e inseguridades solo puede hablar desde el otro.
Una película es solo eso: una obra dramática, una ficción, una invención, un terreno libre donde caben todas las obsesiones, sueños y pesadillas del hombre.
El ICAIC se rasga las vestiduras porque un diálogo resulta “irrespetuoso con los símbolos patrios”. ¡Vaya lectura reduccionista ha hecho la institución de lo que es un símbolo! Más preocupante aún es su idea de lo que es la Patria. Por eso en el fondo, todo este revuelo alrededor de una frase es solo una cortina de humo, generada por los funcionarios y la burocracia cultural para contaminar y desviar la atención pública sobre las verdaderas angustias que acompañan hoy toda la creación artística en el país.
El argumento para limitar o prohibir muchos de los filmes actuales es el mismo de hace décadas y el incidente con la película del infausto diálogo, no es nuevo, no es casual ni puntal. Por eso, la respuesta irritada de tantos no es por un diálogo dentro de una película, es por un patrón, un gesto vil que se repite.
En los últimos tiempos los comisarios de la cultura se han mostrado soberbios. Desprecian a los cineastas, prohíben sus obras, no escuchan sus demandas (los sucesos con la Ley de Cine son un ejemplo) y, como acaba de ocurrir, amenazan a los más jóvenes recordándoles que la Muestra es de la institución y que por tanto tienen todos los derechos de hacer y deshacer sobre ella.
Esa certeza hace evidente el conflicto entre una generación que quiere escribir e interpretar desde el cine su propia Historia con aquella que ya pasó a la Historia.
Las autoridades se apropian de la verdad, se dicen custodios de los valores patrios y responsables del destino de la nación. Y siempre hablan en nombre de todos, o sea, del pueblo.
Como en el famoso mito de la caverna de Platón, parece que a los jóvenes solo les queda percibir del mundo real, las sombras que éste proyecta sobre una pared. Una generación que solo debe acatar orientaciones, aplaudir y cumplir “con el mandato de la Patria”.
Los sucesos alrededor de la Muestra hicieron patentes las diferentes percepciones que tienen unos y otros en materia de comunicación y discurso. El criterio oficial fue reproducido casi al calco en los medios masivos tradicionales mientras que las ideas de los jóvenes, sus cartas o declaraciones, encontraron en las redes sociales y medios alternativos espacio ideal.
Dos mundos, dos maneras de entender las dinámicas de la información contemporánea. Los directivos (como mismo hicieron durante los debates por la ley de cine) se mostraron irritados por la forma en que los jóvenes recurrieron a los blogs y las nuevas plataformas interactivas ubicadas en la red.
Siento mucho que piensen así, pero mientras los espacios oficiales no se abran al criterio y los puntos de vista de los otros, seguirán siendo las redes sociales el sitio ideal para manifestarse. Si para ellos, lo que allí se apunta, carece de legitimidad y los que en ellas participan son y cito: personas que solo se ocupan de nosotros cuando algo les sirve para atacar a la institución, no hay nada que hacer.
Como siempre, la descalificación del otro es el patrón, el modelo marcado para estigmatizar y silenciar al que piensa diferente. ¡Por favor señores, no maten más al mensajero y atiendan el mensaje!
Un 28 de enero, en el desfile, unos negros de la ENA sacaron una conga:
De que se murio?
Se murio de amor
Y quien lo mato?
Lo mato Marti
Cuando les dijeron que no podian cantar eso porque era una falta de respeto con el apostol, sacaron otra:
Marti, Marti, Marti-ti-ti
Marti, ti-ti-ti-ti-ti, ti-ti-ti-ti-ti, ti-ti
Gustavo,Se te olvidó agregar este párrafo, mucho más explícito, que te apuraste sin embargo a deslizar en tu muro de facebook. O fue que OnCuba decidió censurarlo y no nos lo quieres contar?
“Dijo el poeta: No hay nada nuevo bajo el sol, todo sucede por primera vez, pero de un modo eterno.
Hace seis años renunciaba Fernando Pérez a la dirección de la Muestra joven. Escribió un texto, La partícula de Higgs y desató un intenso intercambio de mensajes e ideas relacionadas con la pertinencia de mantener, o no, la Muestra Joven, dadas las reiteradas presiones e intervenciones que siempre la rodean. En aquella ocasión, escribí unas palabras, que me parece, vienen a cuento hoy: Cuando Fernando Pérez, suscribe su texto y recuerda su posición como gestor de un proyecto inclusivo, que tanto ha tenido por años, que lidiar contra todo tipo de “fuerzas externas”, aquellos que aman el arte y el cine deberían estar de su lado, aunque por ello tengan que paralizar la Muestra. No importa aquí si el documental censurado ahora, es bueno, logrado o mediocre, lo que interesa es la posición común que deberían tener los creadores más jóvenes y también los que no lo son, para con esta actitud de censurar y prohibir. Si los ideólogos, o funcionarios del ICAIC, consideran que un documental puede provocar la caída de un sistema, una idea, o un proyecto de sociedad, entonces poco han conseguido a lo largo de 50 años. Si un filme, por lo crítico o realista que sea, consigue que la burocracia y la mediocridad lo censuren, preocupada por las “ideas” que en él se expresan, solo será una muestra del fracaso total de esa voluntad y la extraordinaria debilidad de este proyecto político.
No tengo mas que agregar.”
Yo sí tengo algo más que agregar. Mira esto, que lo tomé de otro muro de facebook y que probablemente no te agrade:
“Lo que dice el gran cineasta Werner Herzog sobre el “cine independiente”: “Yo desarrollé ideas e hice carpetas y las llevé a presentarlas a cadenas de televisión y financistas y siempre me las rechazaron, fue algo muy humillante. Y entendí también que nunca iba a ser independiente porque el cine independiente es un mito, el único cine independiente son las películas que haces con tu familia en navidad. Pero sí hago una clara distinción: siempre trato ser autónomo, y entendí que es necesario ganar dinero para hacer películas y empecé a trabajar como soldador en una fábrica en los turnos nocturnos porque durante el día todavía iba a la escuela. Y también hice otros trabajos raros y me gané el dinero. Y mi consejo para ti, si tienes un cuerpo capaz y eres un hombre joven: sal, busca tu dinero y con menos de diez mil dólares yo creo que puedes hacer una película de ficción. Así que por favor, no se me quejen, sin quejas.”
¿OnCuba publicará este comentario?
Vivir para ver.
“
Cada ciudadano tiene derecho a criticar lo que encuentre mal en su sociedad. Pero Martí es nuestros Apóstol, nuestro Paradigma y no por pura veneración ni adoración a una leyenda inventada. Incluso, Tirios y Troyanos lo han usado para sacralizar sus posiciones. Martí , sin pretenderlo nunca, se ganó el derecho de ser respetado y admirado por todos los cubanos hasta que exista está Isla. Quién irrespete a Martí, nos ofende a todos!
Si existen diferentes percepciones de unos y otros en materia de comunicación y discurso, como dice la nota, ¿cómo es que la reacción que a sí misma se llama independiente se ha apresurado a publicar al calco, sin el casi, sus opiniones en las distintas plataformas de comunicación y discurso? Más que repetir el error por parte del ICAIC, se repite muy ortodoxamente el discurso comunicativo del descrédito, sin siquiera el beneficio de la duda en la posibilidad de opinar -de opinión, de criterio- diferente. Ir a las redes es legítimo, lógico, un lugar común en estos días, lo que es falaz es presentarse como único estandarte de la libertad de expresión sin respetar el derecho de la libertad del otro.
Perfecto, Gustavo. No hay nada a agregar a tu comentario. Justamente la idea de los “héroes nacionales” como “figuras sagradas” impide cualquier crítica a Fidel Castro. La señal de que Cuba se ha abierto más al diálogo y al debate será cuando Fidel pueda ser criticado públicamente, o sea, cuando deje de ser “divino”, una “figura sagrada”. Hasta ahora, él sigue siendo intocable. Digo eso, a pesar de que lo admiro profundamente y considero a Fidel el líder más importante del siglo XX. Un abrazo.
¿Acaso te parecemos tontos los revolucionarios cubanos? José Martí guarda tanta vigencia, que aún despierta la ira de quienes nunca le perdonarán haber iniciado la ruta que nos llevó a un proyecto que integró libertad y justicia social, que la Generación del Centenario se encargó de materializar. Al privar a Cuba de símbolos como Martí y Fidel, no se le sirve; por el contrario, se le intentan socavar sus esencias. En este mundo putrefacto, en el que la doctrina neoliberal se empeña en extender el “todo vale”, como plataforma de la política, gente como tú defiende una estética sin ética y ese es un fundamento esencialmente anticultural, que nada tiene que ver con el arte y su misión social transformadora. Desacralizar la historia, no significa vaciarla de contenido, mucho menos mentir y difamar a un hombre que murió en el campo de batalla, para legarnos un país mejor.
Gustavo, pretender justificar desde una supuesta posición de libre pensador la ofensa a Martí, bien se me parece a una actitud revisionista y por demás oportunista. Si los llamados independientes quieren producir películas denigrando de nuestros héroes eternos deben irse para donde seguro quieren estar, de lado de los que buscan desde la seudo cultura el camino o la ruta del dinero. Martí es un símbolo de cubania hombre al fin, mortal al fin pudo tener sus momentos no felices, pero quienes pretenden mancillarlo, no son verdaderos cubanos, no importa como piensen, son sin dudas trasnochados, marginales de pensamiento y conciencia y la vida dirá que serán, si ya no lo son, prostitutas pagadas con algunas migajas, de esos 20 millones que Trump autorizó para subvertir el orden en Cuba.
Estoy en contra de irrespetar a Martí, absolutamente y me pregunto qué sociedad se ha generado que jovenes cultos y educados no tienen más recursos que estos dialogos violentos y grotescos, sin embargo coincido con Gustavo Arcos Fernandez- Britto en estos 5 comentarios:
“Primero: Jovenes creadores, la Muestra no es el fin. El cine cubano, existía antes y seguirá existiendo mas allá de la Muestra. Existe en Cuba y lejos de ella. Ustedes son artistas, creadores, estudiantes. Filman porque tienen cosas que decir, porque tienen el derecho de pensar y soñar también con la Cuba que desean tener. Nadie puede oponerse a eso.
Segundo: La mirada crítica sobre nuestra realidad, Historia, pasado o futuro, se hará cada vez más incisiva y por supuesto molestará a los funcionarios, los conservadores y los que viven de espaldas a la Cuba real. Este “incidente” no es el primero, ni será el ultimo. Y de ningun modo detendrá el desarrollo de nuestro cine. Si a los funcionarios, o censores no les gustan los asuntos que ustedes tratan, el problema no es de ustedes, es de aquellos que, teniendo todo el poder para resolverlos, deciden mirar hacia otro lado.
Tercero: El Estado cubano es dueño de las salas de cine y por ley ( a traves del ICAIC) determina lo que se exhibe o no en el territorio nacional. La Muestra no es un espacio ganado por los jovenes, es un espacio generado, financiado y protegido por la institucion. Tiene todo el derecho de hacer con ella lo que estime conveniente. Por tanto, si los jovenes creadores quieren ser independientes y no sentirse cada año sometidos a los limites ( cada vez mayores) que pone la institución, no queda otra que salir de ella y repensar o idear nuevos espacios.
Cuarto: estamos en el siglo XXI. Exploren y exploten todos esos nuevos espacios y plataformas para producir y consumir las obras. El mundo no se acaba y ustedes no dejaran de rodar películas porque no se las exhiban en las salas de cine. Rara vez los cineastas independientes del mundo han contado con las salas de cine. Ellos solo cuentan con sus películas, su pasión y su energía.
Quinto: que sus películas sean exhibidas un dia en el marco de un festival es bueno, pero no debe cegarlos. Lo que tienen que luchar es por su derecho a realizar sus obras. Mas adelante, que sean exhibidas como se merecen, de forma regular, para que todo el publico, puedan apreciarlas. Ese es el verdadero compromiso que tiene que tener el ICAIC ( y no ha tenido) con ustedes. La Muestra no debe ser un show de fin de semana, debe ser el punto de partida para un espectaculo que dure los 365 dias del año.
@Ernesto Limia Díaz
Usted de verdad nunca ha leido a Marti eh?…Usted tiene el Marti descontextualizado que seguro le enseñaron en la Ñico Lopez…ese del cual se extraen frases para decir que desde el mas alla se encarno en Fidel Castro y sus ideas…..usted ha metido un comentario de librito del partido, para que decirle otra cosa…sabe? la geeracion del centenario fue irreverente como esos jovenes que tratan desde su irreverencia decir algo con su arte. Tiene usted una mente bastante estrecha, quizas esa frase ofensiva a Mrti, la cual no voy a repetir, sea la forma de decir el obstine de una generacion cuando se trata de impnerle un simbolo fuera de contexto y usado y vilipendiado por la clase dominante para sus propios intereses, eso me recuerda todo el irrespeto que existe hacia los simbolos patrios, todo porque han querido hacer ver que la bandera y el hinmo son sinonimos de comunismo…y no, son sinnimo de PATRIA, ese pedazo de tierra sagrado, que muchas veces va mas en el corazon que en las propias particulas fisicas, la cual pisamos cada dia…..no se si me hago entender…pero muchos jovenes no somos comunistas ni comulgamos con esas ideas, pero sentimos igual por esta PATRIA, y nadie, NADIE tiene el derecho a quitarnoslo…eso es lo unico sagrado, que CUBA es de todos, de todas esas ideas diferentes, de todos esos discursos y visiones diferentes….pero ustedesy lo veo en sus palabras son segregacionistas….aplican el divide y venceras….y todo….es lo mas jodido del caso…por puro OPORTUNISMO…….sin ofensas….pero es lo que puedo responder a tanto odio en su comentario…..
Vamos caballeros, no nos airemos tanto con este asunto del irrespeto a Martí y esas cosas. Muchos por ahí se la pasan hablando boberías todos los días, dejemos que haya libertad de expresión: si alguien habla mal de Martí pues que venga otro y recite una apología a el y que los demás decidan cual estuvo mejor. Pero nunca imposición de figuras o modelos a seguir, eso es violatorio de la libertad individual de cada persona. Si quieres ser un defensor de los simbolos patrios y figuras románticas del socialismo cubano pues adelante, tu problema, si quieres ser capitalista y empresario privado y no querer saber nada de comunismo pues sírvase usted. Pero no obliguemos a los demás a pensar o defender lo que defendemos usando la hostilidad. Seamos sabios, cada cual con lo suyo y cada cual a lo suyo, sin atentar contra los demás.
Impedir injurias contra Marti hacelo sagrado es la manera de tambien endiosar a Fidel, al Che, a Raul a Diaz Cancel, etc, etc
Claro que ver en un obra artística una ofensa a nuestro Apostol genera de inicio un sentimiento de rechazo, pero no debiera llevarnos a reacciones límtes e institucionales. Recuerdo hace muchos años que en un festival de Varadero estigmatizaron al español Moncho el gitano del bolero por cantar unas estrofas con versos de Martí en ritmo de guaracha y a esa hora, tras la reacción oficial, ningun funcionario que habia aprobado todo eso tuvo el valor de reconocerlo y dejaron al pobre Moncho colgado de la broncha y avergonzado ante la opinion publica nacional. Recientemente se ha utilizado el himno nacional en un tema salsero y lejos de ser criticado se utiliza en promociones de perfil patriótico, como se utilian imágenes comerciales de mártires en articulos de consumo.Todo depende como se aprecie por las instancias del poder, las mismas que han utilizado a Martí a su conveniencia y lo incorporaron sin recato en su programa ideológico que, al margen de coincidencias puntuales, poco tiene que ver con el control todo terreno de la sociedad en absolutamente todas sus facetas. A estas alturas del campeonato,las grietas son demasiado profundas y los intentos de su reparación, o en el peor de los casos, de su demolición, comienzan a generarse de maneras que no son las ideales o aconsejables para la salvación nacional. Me molesta muchisimo ver un dialogo con esas referencias a Marti, pero mucho mas me molesta e indigna las ¨escenas¨de representantes de la sociedad civil que se autoproclaman representantes del sentir del pueblo cubano, de las nuevas asambleas del poder popular, con cargos ¨elegidos´por sus delegados o diputados, y todo ello invocando a la figura de nuestro apostol, que por cieto, ni ese calificativo glorioso fue permitido durante mucho tiempo por sus secuestradores.
Drillo: ¿Es un nombre, un apellido, un seudónimo? Lo cierto es que a diferencia de mi, no das la cara. Odio, mucho odio se respira en tus palabras. Y hablas a nombre de una supuesta generación que no conozco. En los últimos dos años he sostenido más de cien intercambios y debates con jóvenes universitarios, de preuniversitarios e incluso de secundarias. Todos son críticos, odian el teque y aborrecen la historia sacralizada; pero la inmensa mayoría es revolucionaria y adoran a Martí. Rechazan la ofensa y los panfletos de derecha que se hacen en nombre del arte. El arte apologético traiciona la cultura; mas no puede haber un planteo filosófico, sin una proyección ética. Y sí, he leído mucho a Martí. ¿Lo has hecho tú?
El debate es mucho más estructural o profundo de lo que aparenta ser. La censura anticipada de Quiero hacer una película a partir de un bocadillo aparentemente iconoclasta, irreverente pero no menos inocuo, era previsible. Vamos a ser honestos o al menos escépticos. Quizás el director del material haya contado de antemano con esa posibilidad. No lo sé. No lo conozco. A él. No sé si esa haya sido su intención primaria. No me importa en lo absoluto. Me consta que los artistas, escritores, intelectuales, cualquier persona medianamente inteligente, podría prefabricar o prever sin dificultad los efectos que causarán sus actos o palabras. La cuestión a debate tiene que ver más bien con el abismo generacional pero también, sobre todo, con la enorme brecha estética, ética, existencial, ideológica, entre los que ejercen el poder político en Cuba y los subordinados que suponemos una mayoría aplastante. José Martí no es un sujeto que pueda ser ofendido. Como persona natural dejó de existir hace más de 120 años. Su legado es patrimonio nacional y mundial. Eso no quiero decir que su recepción deba ser administrada en exclusiva, en este caso, por una élite gubernamental que se adjudica la prerrogativa de censurar a discreción cualquier opinión o representación políticamente incorrecta de quién es considerado un padre fundador de la nación cubana. Que ni siquiera fue un aporte del proceso revolucionario actual. Recuerden que la estatua del Parque Central, la del Mausoleo en Santa Ifigenia, la que está en el Pico Turquino y la de la Plaza Cívica de La Habana no son posteriores a 1959. Muchos cubanos antes que los que mandan ahora dedicaron esfuerzos a consagrar su memoria de manera monumental. Otros, más arriesgados, apostaron por representaciones más humanas o terrenales. A los censores les recuerdo algo. Les guste o no la idea deben, no tanto asumir, ni siquiera respetar, pero si al menos tolerar el ejercicio de la libre expresión personal. Es un derecho humano inalienable. Ya luego se podrá aceptar, polemizar o no si fue más o menos afortunada la expresión utilizada, en el campo, insisto, de la ficción, de un personaje no real. Lo que no podemos es limitar de manera dictatorial lo que debe ser pensado ni expresado. Incluso algunos empiezan a encender las redes lanzando amenazas de medidas legales punitivas contra el realizador y su equipo. Inquisidores de tres por cuarto. Los habituales de siempre con una hoz en una mano y el martillo en la otra. En cuanto a los organizadores de la Muestra Joven, que conozco a más de uno. Los de antes. Los de ahora. No tienen muchas más opciones. Asumir que experiencias como estas han tenido lugar y ocurrirán de nuevo. Por desgracia. Es vital defender el espacio ganado, así sea como una dádiva de doble filo ofrecida por los comisarios culturales. Es necesario seguir presionando por una apertura en el discurso, cada vez más necesaria e inexorablemente político. Es importante no permitir que les impongan una autoridad paternal basada en la meritocracia partidista más que en el dominio o la experticia profesional. Ustedes son los que saben de cómo es y se hace elcine. Deben estar conscientes que enfrentan una maquinaria ideológica oxidada, vieja pero mordiente, dispuesta a triturarlos si pudiese. Por lo demás estoy feliz. Lo que han conseguido los censores es que haya mucho más espectadores dispuestos a vivir la experiencia estética, o no, de ver la película. Mientras tanto me conformo con el debate público. Ya es hora de empezar a sacar los trapos sucios para lavarlos delante de todos. Que para eso también son las películas.
Tengo que ser honesto, en cuanto leí la noticia del tema en cuestión, lo primero que pasó por mi mente fue la imagen del 11 de marzo de 1949, cuando dos marines norteamericanos completamente borrachos profanaron el monumento a José Martí en el Parque Central de La Habana, y uno de ellos escaló la estatua y orinó sobre ella. Los cubanos que pasaban por el lugar reaccionaron de forma indignada y lanzaron botellas a los marines. En los días sucesivos ocurrieron en todas las provincias del país protestas contra el grosero vejamen.
Por supuesto que no pretendo comparar con lo ocurrido en esta oportunidad. Ha transcurrido casi 70 años de aquella ofensa contra el pueblo cubano y ya vieron la reacción popular. Ofender a Martí es ofender a la Patria, en cualquier época y bajo cualquier pretexto, que para nada tiene que ver con la libertad de expresión y mucho menos con la creación artística. Hay quienes prefieren ver las sombras, los errores, los inciertos, pero soy de los que prefiero ver la luz, los logros, los aciertos, en fin el futuro, ese al que nuestra generación de jóvenes cubanos estamos dispuestos a seguir construyendo con luz propia y con la valentía de nuestros mayores. Espero también que atiendas el mensaje.
Bravo, Gustavo! El Martí de la Raspadura fue erigido por Fulgencio Batista, y también el mausoleo cementerio de Santa Ifigenia, tanto el dictador, como el escultor y el arquitecto de ambos monumentos murieron en el exilio. ¿Serán ellos también símbolos patrios?
Por favor, no comparen a Fidel con Marti. Hay una gran diferencia y eso lo saben quienes de verdad han estudiado la obra martiana, no solo los slogans que repite el gobierno
Respeto su criterio, por supuesto, pero no lo comparto. Me explico. Siempre he sido defensora de desmitificar a los héroes y a la historia, pues si no los bajamos de los pedestales o recreamos los hechos en sus contradicciones, sus pro y contras, virtudes y defectos, en tanto humanos o realizados por humanos; no los hacemos tangibles y por tanto muy lejanos del entendimiento común.
Admiro mucho a los historiadores que ponen en contexto los problemas y subjetividades que rodean los hechos y las personalidades. Por ejemplo: en la película de Fernando Pérez “El ojo del canario”, hay una escena que levantó mucha polémica, en la que aparece Martí adolescente masturbándose. Muchas personas, incluso jóvenes, acostumbrados a ver a esas personalidades sólo acometiendo acciones heroicas y a través de vidas impolutas, no lo entendieron. A muchos, incluso alumnos mios en esa época, les expliqué lo que a mi me pareció una licencia artística para expresar que Martí era un adolescente como cualquier otro, lo que estamos acostumbrados a ver el sexo como algo TABÚ, de lo que no se habla, aunque todo el mundo sabe que no hay adolescente que no acometa estas exploraciones.
Pero una cosa es desmitificar al Héroe, hablar de sus contradicciones, de sus errores (que los tuvo, en tanto ser humano, no extraterrestre), y otra muy diferente es poner en boca de alguien los “adjetivos” respecto a él que ya conocemos. ¿Qué se quiere demostrar con ello? ¿Que cualquiera puede tildar a Martí de cualquier cosa en nuestra sociedad? ¿Qué aporta eso a su trascendencia histórica o su tangibilidad como necesaria personalidad en nuestra historia?
Por ese camino, como le expresaba a una amiga hace poco, terminaremos poniendonos calzoncillos con su imagen o, como vi hace poco en una película a Lincoln, lo pondremos a cazar vampiros.
Tenemos que trazarnos límites, porque si no, haremos trapo de nuestra historia.
Saludos
Ofender a Martí, es ofender a la patria. Para hacer arte no se requiere de la ofensa, respetar valores como las ideas de Martí son ncesarios para poder establecer una dialogo de respeto, con los que piensen diferente. Indiscutiblemente, personas como el tal “drillo” tienen tanta irá dentor, no se por qué, que sería imposible hablar con él o ella sobre la basde del más mínimo sentido de respecto a los demás.
Ofensa a la patria, ¿no serán los 60 años de éxodo que roban a la nación, no únicamente sus “símbolos”, que no significan nada, sino sus mejores hombres y mujeres, sus escritores y pensadores, sus científicos y artistas, solo porque una familia de gallegos provenientes de Láncara ha decidido apropiarse de ella para siempre jamás? ¿Hay mayor ofensa? ¿Hay traición más completa al ideario martiano?
Una cosa es la libre expresión personal y otra la ofensa. Cualquiera que haya leído Martí el Apóstol, de Mañach (biografía escrita, por cierto, antes de 1959), sabe que lo trata como un ser humano. Igual sucede con el filme de Fernando Pérez. Y no les hizo falta a sus autores recurrir a lo soez para humanizar a Martí.
NDDV y qué te hace pensar que los mejores son los que se van??? por qué concentras la CALIDAD SÓLO en los que se van del país. No digo que se hayan ido algunos talentos, pero AQUI quedan muchos. O para ti el irse de Cuba es un signo de ser MEJOR CUBANO??? Mal andamos, Sancho, con esos pensamientos
#QuieroMuestraJovenSinIcaic
Arcos:
No entiendo tu argumento. Por supuesto que se trata del mensaje. No he leído nada que se refiera al mensajero. De hecho, todos los textos se refieren muy claramente al mensaje, a las frases directamente ofensivas contra José Martí. Sé perfectamente además que los pocos que han defendido que esas ofensas tienen algún valor, gozan también de perfecta salud. El propio director de QHUP tiene otros dos títulos en la Muestra Joven.
Tengo una pregunta a ver si entre tanto erudito de ambas orillas, alguien responde.
Si en lugar de decir que Marti era maricon, el tipo dice que era gay, ?Hubieran igual prohibido ese filme?
Que simpleza de decir que “Muchos jóvenes realizadores cubanos están hoy, con razón, llenos de ira” cuando debian estar prrecocupandose por cosas más importantes y significativas para mejorar el país y poner su intelecto en ello, realmente expresan ser lo mismo con lo que calificaron en la pelicula a Martí, incluyendo al experto defensor Gustavo Arco , ese calificativo si sería bien justo y nadie protestaria por ello y el ICAI seguro que no lo iba a prohibir, así que hagan el filme con ustedes mismos
Al final lograron su proposito, a lo mejor hasta los presentan en el MoMa en New York con las otras peliculas censuradas, yo pienso que hay que respetar la libertad de expresion, pero pienso que ese concepto no debe estar aislado, hay que tener en cuenta el respeto y la etica taambien, porque decirle Mojon y Maricon a cualquiera aqui donde sea es una falta de respeto, podemos hacer una encuesta, pero en vez de preguntar si esta bien o no, nos paramos en una esquina a decirle Mojon y Maricon al que pase, ya veremos los resultados, imaginense llamara así nada menos que a José Martí, si defendieramos eso se imaginan lo que es tener un Mojon en la Plaza de la Revolucion, y esa estatua fue hecha antes de la Revolucion, pienso que para hacer buen cine y buen arte en general no se debe vender el alma al diablo ni es necesario caer en groserias y demas cosas para que te censuren y solo asi poder triunfar
Muy de acuerdo con Limia. Y lo repito: Buscaban escandalizar y hacerse notar ? O buscaban probar si podían intentar comenzar a destruir el centro de la ideología de nuestra sociedad ?,
Qué tenían en la cabeza el guionista y el director ?. Me gustaría saberlo. Nada justifica la agresión contra José Martí.
En mi criterio personal deberia existir una muestra joven independiente del ICAIC porque esto va mas alla de la interpretacion de ofensa al apostol, para mi la muestra joven ya estaba en la mirilla desde hace un tiempo, lo que faltaba era añadir otra gota mas al vaso, no me extraña que en cualquier momento la quiten o les cambien la regla del juego,otra cosa importante es la solidaridad que deberia mostrarse por los otros cinestas jovenes porque esto tambien les puede ocurrir es necsario hacer un debate serio , propositivo , pero bueno ya los oportunistas ya andan escribiendo ensayos y articulos sobre el apostol con el objetivo de enardecer las redes sociales y comenzar el MITIN DE REPUDIO.
?Si lo hubieran dicho mas diplomaticamente : gay u homosexual hubiera sido lo mismo?
?Alguien me saca de dudas?
Orland, por supuesto que hubiese sido lo mismo. El dilema no es lo peyorativo de la palabra (tanto eso como “mojón”), sino ¿en qué contribuye eso a la desmitificación de un héroe? No se habla de algo que es cierto, pero se menciona poco y puede contribuir a hacerlo un ser humano, con virtudes y defectos. Ofendiendo no se consigue eso. Lo que se consigue es irrespeto. ¿Alguna vez has escuchado decir que Martí era “maricón” o gay o tan execrable como una deposición? Porque yo he escuchado hablar de muchas cosas extraoficialmente, pero nada que ver con eso. Se pueden presentar aspectos de su vida que pueden resultar contradictorios o polémicos, pero la ofensa es otra cosa. Alguien decía por aqui, con mucha razón, que si te paras en una esquina y le dices algo parecido a alguien, ya sabes lo que te pasa. ¿Por qué admitirlo para Martí? ¿Porque está muerto y no puede defenderse o meterle cuatro piñazos??? No te das cuenta de la diferencia???
Flora
Ja, ja, ja
Entonces es homofobia,
El cubano no era tan intransigente, radical y extremista como parece por lo que llevan dicho algunos aquí. Parece que los fundamentalistas cubiches se sienten tan ofendidos con Martí como los musulmanes con caricaturas de Mahoma.
Primeramente, Martí nunca fue ciudadano cubano. Cuando murió todavía Cuba no otorgaba ciudadanía. De ahí que uno se quede de una pieza al leer su poema a la bailarina: “porque si está la bandera, no sé, yo no puedo entrar”. Una cosa es amar más al país que representa la cuna de tus hijos, que el de la tumba de tus padres, pero otra es manifestar tal desprecio por la bandera de tus mayores.
Mis tres nietos nacieron en USA y el día que hicieran eso me harían muy infeliz.
Martí era español. Que él no lo haya querido así no lo exime de esa carga aparentemente insoportable.
También es cierto que el personaje está sobredimensionado en la actualidad; lo han convertido en un ser abstracto, acentuando características convenientemente, hasta el punto que ya casi se merece el carné del pececé.
La reciente historieta del niño que en medio del huracán recordó salvar un busto de Martí raya en lo surreal. Realmente kitsch.
La censura a todo lo que no comulgue con el régimen ha sido el pan nuestro de cada día en Cuba. Pero en este caso me importa un comino lo que haga el ICAIC porque sabemos de que pata cojea, de lo que se trata es que se ha hecho una ofensa gratis a una figura de nuestra historia que está por encima de cualquier ideología o pensamiento. Martí es un símbolo para todos los cubanos o por lo menos para la gran mayoría de los cubanos, como también lo son Gómez, los Maceo, Guillermón, y Quintín Banderas.
Gustavo Arcos expone que hay un bando en la discordia para los que Martí es intocable y sagrado y en mi modesta opinión se equivoca de plano. El que a estas alturas de la película, y nunca mejor dicho, crea que José Martí es un dios y no un ser humano con sus virtudes y defectos está muy jodido como también el que no sepa que decirle en Cuba a alguien mojón y maricón (a no ser de juego con un socio) puede desembocar en una dura discusión o en algo peor, en una bronca. Actualmente en algunos países por una de esas frases te pueden acusar de homofobia y puedes ir ante la justicia fácilmente.
Hay otro tipo de lenguaje que el cineasta pudo utilizar, si es que de verdad pretendía criticar a Martí y no caer en ofensas y frases de mal gusto, eso no tiene nada que ver con la libertad de creación, eso en mi pueblo se llama mala educación que es lo que ha repartido la Revolución por arrobas y de la que parece a algunos les cuesta trabajo escapar.
Copio:
Hay otro tipo de lenguaje que el cineasta pudo utilizar…
—
Bueno. Yo pregunté y parece que tampoco se le puede decir gay
DEFENSA DEL APÓSTOL
Hemos caído en una vieja trampa; en este caso fue llamar la atención con la ofensa al más universal de los cubanos, para que cubanos indignados se enfrasquen en su salvaguarda y otros aprovechen el acto cobarde (porque de estar vivo ninguno que quiera hacer una película tendría los corajes bien puestos para llamarlo… o decirle…) para emprenderla contra la burocracia que censura sin razón o con una partecita de ella.
El acto es pusilánime y deleznable porque acude a un recurso, expresado callejeramente, flojito y blandito para agredir a un alma fuerte y dura, tal vez la más fuerte, dura y noble alma cubana que jamás empleó groserías ni para llamar la atención, como parece ser que es el caso, ni para justificar una orientación sexual, como pudiera ser; que conste, soy un activista que desde la academia, la cultura y la ciencia defiendo al ser humano por encima de su color, partidismo, creencias, sexo, economía, residencia, en fin… lo que sucede es que la libertad de creación no justifica deshonrar al autor de la frase, Honrar honra.
Cuánto se hubieran honrado sencillamente empleando una sola verdad y ¿cuántas películas, documentales, noticieros, cortos… de la cinemateca universal, difaman de los códigos morales, ya sean personas, himnos, banderas u otros objetos por los que nuestros abuelos y padres murieron en un acto de hombría que jamás el arte podrá atrapar en toda su magnitud humana? Se les fue la mano en un hecho que tal vez esconda la intención de levantar los brazos más alto de lo que lo tienen para el reclamo de los medios y un público culto y patriota que no deja pasar gato por liebre.
Estoy casi seguro que José Martí los perdonaría desde sus entrañas ecuménicas y yo ya siento más perdón que pena; esperemos valor, respeto y entereza para la segunda parte; esa actitud los hará ascender hasta la cumbre del Turquino y allí el Apóstol los recibirá con los brazos abiertos y nadie, absolutamente nadie, podrá tildarlos de oportunistas.
“Una película es solo eso: una obra dramática, una ficción, una invención, un terreno libre donde caben todas las obsesiones, sueños y pesadillas del hombre.” (ahi el problema)
No es tan simple, una pelicula, una obra dramática, una ficción, las obsesiones, sueños y pesadillas del hombre, forman la opinion y reflejan la realidad de un sociedad en o de determinada epoca ” La Biblia, y la vida de Jesus el Cristo, es tambien una pelicula” que para colmo se toma como la accion directa del creador (Dios) o su verbo atravez de sus escribas.
A diferencia de Jesus, “el Hijo de Dios”, Jose Marti, es y fue hombre extraordinario al que se puede imitar o emular desde cualquier punto de vista, ya sea moral, politico, y patriotico, o simple mente como hijo, padre, hermano, esposo o amante. A diferencia de Jesus que tiene atributos divinos.(quien puede imitar o emular al hijo de Dios?)
El ICAIC se rasga las vestiduras porque un diálogo resulta “irrespetuoso con los símbolos patrios”.¡Vaya lectura reduccionista ha hecho la institución de lo que es un símbolo! Más preocupante aún es su idea de lo que es la Patria.
Como Martiano, el dialogo irrespetuos en la pelicula, no me afecta en absoluto, ni menguara mi concepto sobre Jose Marti, asi como tampoco mi formacion y principios martianos. Sin embargo apruebo al ICAIC como organo rector etico, y esta accion no la considero como una censura, ni que atente a la libertad de expresion artistica, sino un acto de cordura.
“El que ve a Martí como un fetiche, no le hace honor al hombre extraordinario que fue. ” De verdad no entiendo la aplicacion del vocablo “Fetiche” en este tema. Y creo que se va fuera del contexto del tema.
Al parecer esto se ha convertido en una discusion de niños sobre las virtudes de su madre, en la que uno y otro se aferan a afirmar que mi madre es mejor que la tuya.
“Como siempre, la descalificación del otro es el patrón, el modelo marcado para estigmatizar y silenciar al que piensa diferente. ¡Por favor señores, no maten más al mensajero y atiendan el mensaje!”
No amigo, aqui no se trata de matar al mesajero, sino de descalificar el mensaje , porque es cancerigeno, y si invade el cuerpo de la nacion, la perdemos. Jose Marti, al igual que muchos de nuestro patriotas por la Independencia forman el alma de la Nacion.