Pocas horas nos separan de la inauguración del 25 Festival Internacional de Ballet de La Habana, el evento de la danza en Cuba que correrá sus cortinas esta noche el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, y en el que sobresaldrá el estreno mundial Oscurio, pieza que asumirá la bailarina y coreógrafa belgo-colombiana Anabelle López Ochoa.
Para la velada se contemplará la obra Vals del maestro Alberto Méndez, prestigioso coreógrafo y bailarín cubano; así como la puesta en escena de de la suite de La bella durmiente de bosque y En las sombras de un vals, ambas con coreografía de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso.
Desde hoy y hasta el 6 de noviembre varias de las más importantes compañías danzarías del mundo y solistas de notable trayectoria darán vida al evento, uno de los más importantes de su tipo, con cinco décadas de historia y que a partir de esta edición agrega a su nombre el de su presidenta y principal inspiradora, Alicia Alonso.
Este año, por decisión de sus organizadores, el Festival se dedica a su propia historia, a rememorar algunos de los acontecimientos que durante todos estos años le han dado la exclusividad que lo prestigia hoy día.
La prima ballerina assoluta confesó en encuentro con la prensa sentirse rara por el ajetreo propio de la organización de un evento de tales magnitudes, pero que “ a pesar de que el tiempo pasa, siento siempre como si empezara a vivir…”.
Los balletómanos disfrutarán, en el Gran Teatro de La Habana, de funciones por el aniversario 90 de José Parés, destacado bailarín, coreógrafo y pedagogo boricua. En ese escenario podrá ser apreciada la versión del francés Lucien Petipá del clásico Giselle –pieza de la que se celebran 175 años de su estreno–; al tiempo que cada día del Festival estará sobre sus tablas alguna de las compañías invitadas.
Obras cimeras del repertorio danzario mundial se presentarán en el Gran Teatro de La Habana y del Teatro Nacional, como El lago de los cisnes, Don Quijote, La fille mal gardée y El corsario y Coppélia, entre otros. Se suman piezas creadas en el siglo XX y lo que va del XXI como Romeo y Julieta, El sombrero de tres picos, con coreografía de Léonide Massine y música del notable compositor español Manuel de Falla; y Dub Love, pieza que será estrenada en la sede de la compañía de teatro El Ciervo Encantado, lugar que por primera vez acoge funciones del festival.
Casi veinte países tienen representación en la cita, con figuras como las parejas Aurelie Dupont y Hervé Moreau, del Ballet de la Opera de París, Francia; Ashley Bouder y Joaquín de Luz, del New York City Ballet; y María Ricetto y Gustavo Carvalho, del Ballet Nacional SODRE de Uruguay.
También han confirmado su participación Brooklyn Mack, del Washington Ballet; Melissa Fernández, Mario Espinoza y Liván Verdecia, del Ballet Hispánico de Nueva York; Semyon Chudin, del mundialmente famoso Ballet Bolshoi; Michaela De Prince, del Ballet Nacional de Holanda; Dugaraa Altankhuyag, del Ballet Nacional de Mongolia; y Laura Valentín, del Balleteatro Nacional de Puerto Rico, entre otros.
Por la Isla estarán, además del Ballet Nacional Cuba (BNC) y sus principales figuras y la Compañía Irene Rodríguez, otros que integran compañías extranjeras como Javier Torres, primer bailarín del Northerm Ballet, Gran Bretaña; y Lyvan Verdecia, del Ballet Hispánico de Nueva York.
En calidad de invitados especiales está anunciada la presencia de Julio Bocca, director del Ballet Nacional de Uruguay SODRE; Julia Moon, directora del Universal Ballet, Corea del Sur; Gradimir Pankov, director del Garnds Ballets Canadiens; y Aurélie Dupont, directora del Ballet de la Opera de París, considerada una de las más brillantes exponentes de la escuela francesa de la manifestación.
Entre las agrupaciones extranjeras se destacan la Martha Graham Dance Company, el Buenos Aires Ballet, Dance Americana –formación dirigida por Justin Peck–; Les Grands Ballet Canadiens, y Ballet West, de Estados Unidos.
La cartelera del Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso se complementa con actividades colaterales que incluyen la cancelación de una emisión postal alegórica a obras del repertorio del BNC y vinculadas a la historia del festival; una muestra de pinturas y esculturas del coreógrafo Alberto Ménedez titulada La danza imaginada; y las exposiciones fotográficas de la española Pilar Rubí, el estadounidense John Rowe, y del francés Pierre-Elie de Pibrac.