El baile, como cualquier expresión del arte, es un aliciente y es el camino que eligió la instructora Yuli Rodríguez para ayudar a encaminar la vida de unos 300 niños y jóvenes con inclinaciones artísticas. Directora desde hace siete años del Proyecto Paso a Paso –donde además de bailar se aprende canto, modelaje y animación– Yuli está lejos de considerarse una catedrática. Prefiere saberse familia de cada uno de los muchachos que tocan a la puerta de su casa en el Vedado habanero.
Precisamente ahí, en su propia residencia, es donde la bailarina profesional, actriz y modelo da rienda suelta al talento e instinto maternal que le caracterizan y rodeada de varios niños le presenta a OnCuba la historia de este emprendimiento.
¿Cómo surge la idea de Paso a Paso, quiénes la integran y a qué actividades específicas se dedica como grupo?
Nosotros todavía somos un proyecto, aún no se nos cataloga como “compañía”, aunque desde que comenzamos hace siete años aspiramos a alcanzar esa categoría. Pero aún más, queremos convertirnos en una academia; trabajamos con mucho corazón y abarcamos muchas disciplinas como la danza, el canto y la actuación. Lo mismo montamos un danzón que un cha-cha-chá, un mambo o un rock & roll, no estamos restringidos a un género o estilo específico.
Aceptamos integrantes desde los tres hasta los 21 años, y lo que empezó como algo informal ya se ha vuelto una labor seria, con unos 300 alumnos divididos en cinco grupos con las categorías de principiantes, intermedios y avanzados. Cada grupo exhibe, según sus capacidades, lo mejor de su repertorio en las muchísimas actuaciones en vivo que hacemos.
¿Ha sido difícil buscar lugares dónde actuar para un grupo como Paso a Paso, que no pertenece a ninguna institución de la cultura y se autofinancia?
No creo, hasta ahora hemos tenido mucha suerte en ese sentido. Colaboramos sostenidamente con la iniciativa cultural Cintio Vitier (de artes visuales). Tenemos dos peñas fijas en los cines Riviera y 23 y 12, como parte del Proyecto 23 del ICAIC. Antes también nos presentábamos en el Cine Acapulco y lo hemos hecho en Tropicana, el Salón Rosado, la Feria del Libro, junto a la Orquesta Aragón. En fin, no podemos quejarnos. Lo que sí he notado es que muchas veces los focos de atención en este tipo de agrupaciones se concentran en un grupo institucional reducido. Creo que la prensa, la televisión y otros medios siempre hablan de los mismos y hay que divulgar esto que hacemos nosotros también y otros que aún son desconocidos aunque tienen mucha calidad y talento, porque evita que un adolescente use su tiempo en cosas que no debe. Es muy difícil que algún vecino no te agradezca tu labor, a mí me recuerdan constantemente el bien que le hacemos al barrio y a la comunidad.
¿Cuáles son las aspiraciones de Yuli y Paso a Paso para sus estudiantes?
Queremos ayudar a “rescatar” a esos niños que tienen talento y andan en rumbos que no deberían –explica apasionada– también a aquellos que no tienen grandes aptitudes pues el saber no ocupa espacio. Queremos transmitirles la esencia de la música cubana que se está perdiendo. Sirve como una actividad extraescolar y aunque no lleguen a ser grandes artistas, se les crea un hábito de disciplina que le sirve para toda la vida. Sólo te puedo asegurar que van a saber bailar y donde quiera que estén van a ser jóvenes disciplinados, seguros y con una proyección positiva, para eso les leemos, los llevamos a teatros y excursiones para que tengan conocimientos de cultura en general.
¿Crees que los nuevos cambios que está teniendo el país como mayor acceso a Internet, a las posibilidades de promocionar tu propia empresa, etcétera, han influido en el florecimiento de este proyecto?
Por supuesto. Estamos abiertos a cualquier forma de avance que podamos tener. Tenemos claro que nada puede sustituir la parte humana. Las clases terminan y muchas veces pasan horas antes de que todos los niños se vayan. Tenemos un ambiente familiar y así lo queremos mantener. Por mucho que podamos crecer siempre me voy a acordar de los que me ayudaron en un inicio. Paso a Paso tiene algo que te absorbe y te contagia. Después que estás aquí ya no hay quien te saque. No sé si algún día intentarán ponerme frenos, pero espero que no suceda. No solo por mí, sino porque le troncharían el futuro a 300 niños con muchísimas ganas de aprender.
Gracias a Damian por darle cobertura a este grupo y aplausos a Yuli por su proyecto y entusiasmo “por cuenta propia”. Esa es la actitud que tenemos que tener los cubanos en estos momentos no solo en la cultura sino en cualquier ámbito de a vida. Las cosas logran éxitos cuando nacen de la espontaneidad, interés, iniciativa y entusiasmo de la gente, no hay que esperar a que las elites gubernamentales las pongan en ningún tipo de “Plan”, casi siempre desacertado. Excelente idea la de buscar fondos por ellos mismos y no esperar que les caigan las cosas del cielo. Aun en el caso hipotético que quieran ayudarla las instituciones estatales, estas no tienen ni un centavo en sus alcancías, Mucho menos para iniciativas ciudadanas.
No vacilen en pedir Donaciones de todo tipo a nivel privado, hay mucha personas que si comparten sus sentimientos y objetivos estarían mas que dispuestas en ayudarlas económicamente. Busquen exposición en la medios de comunicación extranjeros, creen un blog en la Internet, etc, y sin ninguna vergüenza pidan donaciones para su proyecto. Si no las conocen y no piden, nada pasa. Como bien dice Hugo Cancio; lo mejor que tiene Cuba son su gente.
Gracias Tony, la verdad fue un placer entrevistar a Yuli, no es ninguna improvisada…ha viajado a más de una decena de países por su trabajo y ha recogido muchísima experiencia en este tipo de proyectos, dentro y fuera del país. Se merece estar donde está, Saludos a todos los lectores de OnCuba.
Que feliz de ver a mi amiga Yuli realizada., Tremenda bailarina y tremendo ser humano. Me acuerdo cuando eras la primera bailarina de Tropicana…mujer que talento el tuyo. Y cuadno tratastes de ayudarme para ir a audiciones, siempre dispuesta. Maravillosa persona y me alegra mucho que le esten sucediendo tantas cosas lindas.