El 42 Festival del Caribe, que tendrá lugar del 3 al 9 de julio en Santiago de Cuba, se dedicará a las celebraciones mexicanas de la vida y la muerte, según informaron sus organizadores.
Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe —institución que organiza el evento—, anunció que ya está abierta la convocatoria de esta edición y confirmó la dedicatoria a las tradicionales festividades de México, como un “merecido reconocimiento” a las mismas.
En ellas, explicó Vergés, “confluyen la espiritualidad, la magia, la diversidad cultural, la historia y la cultura material de todo México”, razón por las que fueron declaradas Patrimonio oral e inmaterial de la humanidad por la Unesco en 2003.
“Para la Casa del Caribe, y su Festival constituye una novedad dedicar por primera vez el evento a la temática de las festividades en la región”, señaló el investigador, citado por el diario Juventud Rebelde (JR).
Según refiere la convocatoria de la también llamada Fiesta del Fuego, las celebraciones mexicanas del Día de Muertos, que tradicionalmente tienen lugar los días 1 y 2 de noviembre, también “evidencian la particular relación de los pueblos del Caribe y América Latina con la muerte y con las festividades, terrenos en los también se expresa la resistencia cultural de nuestros pueblos”.
La edición 42 del festival será una “oportunidad excepcional” para “hacer coincidir, en Santiago, la ciudad más caribeña de Cuba, a todo México”, apunta la información de JR.
Vergés anunció que, como parte del programa del evento se realizará la segunda edición del Congreso Mundial sobre la muerte, “ocasión en la que estudiosos, investigadores y promotores abordarán este tema con un enfoque multidisciplinario”, precisa el reporte.
El director de la Casa del Caribe recordó que, en julio de 1993, la decimotercera edición del Festival del Caribe estuvo dedicada al pueblo de México. En esa ocasión se celebró el Primer Congreso Mundial sobre la Muerte, en el contexto de la cita multicultural.
Treinta años después, más de veinte escenarios en plazas, parques y otros espacios públicos de Santiago acogerán una variada programación artística. Además, volverán a realizarse talleres especializados, ceremonias religiosas, exposiciones de artes plásticas, presentaciones de libros, encuentros literarios, proyecciones audiovisuales, galas y desfiles de las delegaciones participantes.