Frijoles colorados, la obra teatral dirigida e interpretada por Verónica Lynn, tendrá este viernes, sábado y domingo sus últimas funciones.
Durante un mes, la pieza se mantuvo en la programación de la sala El Sótano, a cargo de las compañías Mefisto Teatro y Trotamundos, fundada por Lynn y su esposo en 1989.
La temporada coincidió con el cumpleaños 92 de la actriz, protagonista de obras fundacionales como Santa Camila de La Habana Vieja y Aire frío.
En la obra, Matilde (Verónica Lynn) y Federico (Jorge Luis de Cabo) olvidan la relación que tenían y en lo que intentan ablandar unos frijoles, descubren constantemente un posible vínculo entre ellos.
Con guión de la actriz y dramaturga Cristina Rebull, y con recursos del teatro del absurdo, la obra pone a ambos actores sobre el escenario en los roles de hermanos, matrimonio, pacientes de un psiquiátrico o madre e hijo.
Lynn confesó a la prensa su temor por dirigir y actuar al mismo tiempo, pero sucumbió ante Frijoles colorados.
Por su avanzada edad, agregó, no puede asumir grandes proyectos, pero no se despedirá todavía de la interpretación.
Verónica Lynn es uno de los rostros imprescindibles de la escena artística cubana. Ha incursionado en el teatro, el cine, la radio y la televisión con personajes que han calado en la memoria popular.
El personaje de Doña Teresa en la telenovela Sol de batey (1985) y su trabajo en películas como Lejanía, La bella del Alhambra, Larga distancia o Esther en alguna parte, le han ganado el elogio de la crítica y los espectadores.