La célebre Game of Thrones hizo renacer el trono de hierro este domingo en la ceremonia de los premios Emmy al imponerse como mejor serie de dama en una noche llena de sorpresas en la que el astro de Pose Billy Porter hizo historia y la serie de comedia Fleabag encabezó una invasión británica que superó las expectativas.
La serie, que había recibido una cifra récord de nominaciones a los Emmy por su octava y última temporada, se despidió de esta forma por lo grande, conquistando el galardón más importante de la noche y alcanzando a los clásicos Hill Street Blues, L.A. Law, The West Wing y Mad Men con cuatro lauros como mejor serie de drama.
“Todo esto comenzó en la mente retorcida de George R.R. Martin”, dijo el productor de Game of Thrones David Benioff, al agradecer al autor cuyas novelas son la base para la saga de fantasía de HBO, cuyo cierre no dejó del todo satisfechos a los espectadores.
Además, uno de sus actores más carismáticos, el estadounidense Peter Dinklage, fue nombrado mejor actor de reparto de drama, con lo que estableció un récord con el mayor número de trofeos por el mismo papel, cuatro, superando el empate con Aaron Paul de Breaking Bad.
“Me considero muy afortunado de ser miembro de una comunidad que se trata de tolerancia y diversidad, porque en ningún otro lugar podría estar en un escenario como este”, dijo Dinklage, quien tiene enanismo y encarnó a Tyrion Lannister, uno de los personajes favoritos del público.
Por su parte, Billy Porter, quien protagoniza la serie de drama de FX que se desarrolla en la escena nocturna LGBTQ de finales del siglo XX, se convirtió en el primer hombre abiertamente gay en ganar el principal premio de actuación en una serie de drama en los Emmy.
“Dios los bendiga a todos. La categoría es amor, a todos, amor. Estoy tan feliz y sobrepasado por haber podido vivir para ver este día”, dijo eufórico Porter, resplandeciente en un traje brillante y un sombrero de extravagante.
Porter, quien también ha sido galardonado con el Tony y el Grammy, saboreó su momento revolucionario al citar al fallecido escritor James Baldwin al señalar que le tomó muchos años creer en su derecho a existir.
“Tengo el derecho, tú tienes el derecho, todos tenemos el derecho”, dijo el actor.
La serie de Amazon Fleabag, una comedia oscura sobre una mujer disfuncional, fue reconocida como mejor comedia y también le valió dos premios a su creadora británica y estrella Phoebe Waller-Bridge (guion y mejor actriz de comedia), además de obtener el trofeo a mejor director de comedia para Harry Bradbeer.
“Esto se está volviendo ridículo”, dijo Waller-Bridge en su tercer paso por el escenario para recoger el premio principal.
Su triunfo en actuación impidió que la estrella de Veep, Julia Louis-Dreyfus, impusiera un récord como la actriz más premiada de la historia de los Emmy.
“¡Nooooo!”, dijo contrariada Waller-Bridge mientras Louis-Dreyfus sonreía para las cámaras. “Por Dios, no. Gracias. Actuar se me hace muy duro y muy doloroso, pero todo se trata de esto”, dijo sosteniendo firmemente su trofeo.
Previamente, al recibir su premio de guion, calificó su reconocimiento como una prueba de que una “mujer sucia, pervertida y desastrosa puede triunfar en los Emmy”.
La actriz inglesa Jodie Comer fue reconocida en la categoría de drama por Killing Eve. Competía con su coestelar Sandra Oh, quien ganó el Globo de Oro por su papel y habría sido la primera actriz de origen asiático en ganar un Emmy en la categoría.
“Mi mamá y mi papá están en Liverpool (Inglaterra) y no los invité porque no pensé que iba a ganar en esta ocasión. Primero: lo siento, segundo: los amo”, dijo Comer, después de elogiar a Oh.
Bill Hader ganó su segundo trofeo consecutivo como actor de comedia por la serie sobre un matón Barry.
La estrella de Ozark Julia Garner ganó en la categoría de mejor actriz de reparto en una serie de drama en una categoría en la que competía con cuatro actrices de Game of Thrones.
El auditorio vitoreó cuando Jharrel Jerome of When They See Us, una serie sobre el caso de cinco jóvenes injustamente acusados por una violación conocido como Central Park Five, se llevó el premio a mejor actor de una serie limitada.
“Lo más importante, esto es para los hombres que conocemos como los Cinco Exonerados”, dijo Jerome dirigiéndose a los cinco hombres presentes entre el público. Los cinco se pusieron de pie y saludaron al público mientras les aplaudían.
Ese fue el único premio para la aclamada serie de Netflix en la noche, en la que Chernobyl se llevó el honor como mejor serie limitada y también el de mejor guion de esta categoría.
Los servicios de streaming llegaron a nuevas alturas en los Emmy, impulsados por las victorias de las series de Amazon Prime Fleabag, The Marvelous Mrs. Maisel y A Very English Scandal, así como Bandersnatch (Black Mirror), de Netflix, que se llevó el premio a mejor película. Pero HBO nuevamente mostró su fortaleza al llevarse trofeos para Chernobyl, Barry y el programa de tertulia de John Oliver.
Michelle Williams, reconocida como mejor actriz por su retrato de la bailarina Gwen Verdon en la serie limitada de FX Fosse/Verdon, hizo un llamado por la igualdad étnica y de género.
Agradeció al canal y al estudio detrás del proyecto por “apoyarme completamente y pagarme por igual porque comprendieron … que cuando pones valor en una persona, le das poder a esa persona para acercarse a su valor inherente. Y donde ponen ese valor, lo ponen en su trabajo”.
“Así que la próxima vez que una mujer, y especialmente una mujer de color, porque ella gana 52 centavos de dólar en comparación con su contraparte masculina blanca, les diga lo que necesita para hacer su trabajo, escúchenla”, dijo Williams.
Patricia Arquette ganó el premio a mejor actriz de reparto en una serie limitada o película por The Act. Rindió un emotivo homenaje a su fallecida hermana trans, Alexis Arquette, y pidió poner alto a los prejuicios contra la gente trans incluyendo sus lugares de trabajo.
Kim Kardashian West y Kendall Jenner provocaron risas burlonas en el público cuando presentaron un premio después de que Kardashian West dijo que su familia “sabe de primera mano lo verdaderamente convincente que es la televisión de gente real siendo simplemente quienes son”.
Un Homero Simpson animado hizo una breve aparición en el escenario hasta que fue abruptamente aplastado por un piano y Anthony Anderson de “black-ish” corrió para rescatar la noche. Llamó al astro de Breaking Bad Bryan Cranston al escenario para hablar sobre el poder de la televisión desde sus comienzos hasta su actual época dorada.
“La televisión nunca ha sido más grande, nunca ha sido tan importante y la televisión nunca ha sido tan tremendamente buena”, dijo Cranston.
AP / OnCuba